Karen García: 'Un líder no es el que manda, es quien sabe qué hacer para que las personas se desarrollen'

La directora regional de Ventas en Appgate ha trabajado en distintas instituciones tecnológicas por más de 18 años. En una entrevista comparte su experiencia corporativa y su visión sobre el liderazgo moderno
Karen García, directora regional de Ventas en Appgate.

“Me he caracterizado por ser una profesional con un gran sentido de moralidad, que está en constante aprendizaje y en la búsqueda de nuevos retos para mi vida profesional, que me ayuden siempre a mejorar”. Así se describe Karen García, directora regional de Ventas en Appgate. García, ingeniera electrónica, ha trabajado en distintas compañías de tecnología por más de 18 años; tiene experiencia en áreas que van desde la automatización de edificios y video vigilancia, pasando por aplicaciones CRM y ERP, infraestructura, networking, seguridad de la información y ciberseguridad. Ha establecido como pilar de su vida los valores a los que atribuye sus logros profesionales. En entrevista con La Estrella de Panamá, asegura que como mujer “no ha sentido un grado notable de desigualdad”, pero es “totalmente consciente de que en el contexto hay grandes brechas de género”. Aquí la voz de García sobre sus retos y logros profesionales y perspectiva de la misión de un líder.

¿Qué valores considera que la llevaron al puesto que hoy ocupa?

Sin duda, la constancia, la disciplina y el alto grado de responsabilidad con el que he desempeñado mis cargos laborales; esto ha sido la clave para llegar a donde estoy. Además, tener una capacidad de transformar lo técnico en palabras sencillas que le lleguen a todo tipo de personas, siempre me ha ayudado a lograr las cosas de una forma proactiva y creativa.

¿Cuáles fueron los mayores retos a superar?

En mi trayecto como ingeniera, me he encontrado con que hay todo por hacer y nada se ha hecho. El desorden en los proyectos y la mala planificación que existe en muchas organizaciones es realmente el reto más grande al que uno se enfrenta para lograr levantar algo y que coja vuelo; pasar de las ideas a los resultados.

En el ámbito profesional, ¿a qué le teme? ¿Y en el personal?

En cuanto a lo profesional, el mayor temor son las cosas inesperadas, aquellas situaciones fuera del alcance que superan nuestra capacidad de acción, que cambian totalmente el rumbo de las cosas y no depende de nosotros. Ya en lo personal, las enfermedades o las limitaciones físicas que me impidan continuar con mi desarrollo personal y laboral, es lo que más me aterra.

¿Qué les recomendaría a las mujeres para sobresalir en el campo profesional?

Diría que todas tenemos grandes capacidades, por eso mi consejo es a no rendirse, quitarse la pereza y dejar de sentirse menos, porque muchas veces somos nosotras mismas las que nos limitamos. Debemos creer en nuestro potencial, de que somos capaces de lograr cualquier cosa e ir por ello.

¿Cuál es el “motor de vida” de Karen García, aquello que la impulsa a levantarse y dar lo mejor de sí?

Mi familia y amigos, las personas que tengo cercanas a mi vida, porque son ellas con quienes puedo compartir el bienestar que obtengo de mi profesión. Siempre busco refugio en las cosas positivas y con la ayuda de esas personas especiales no me dejo amedrentar por las adversidades.

¿Son la ética y la moral relevantes en su trabajo, por qué?

Por supuesto, al 100%. La ética y la moral son lo que nos lleva a tener relaciones a largo plazo, a sobresalir y tener un alto grado de credibilidad; a generar esa confianza que hace que te busquen por lo que eres como persona.

¿Cuál considera que es su principal virtud y defecto?

El defecto lo tengo clarísimo, soy muy impaciente, quiero todo inmediatamente. Y en ese mismo sentido, mi más grande virtud es la perseverancia, ese sentimiento que hace que nunca me rinda.

¿Qué significa para usted ser líder?

Inspirar a las personas. Un líder no es el que manda, o se sobrepone a los demás, un líder es aquel que orienta a su equipo de trabajo, que da el ejemplo y que sabe cómo llegar al corazón de las personas para que se desarrollen individual y colectivamente, desde sus fortalezas y capacidades únicas.

¿Cómo ha sido la travesía desde que empezó en el mundo laboral hasta el cargo que ocupa hoy?

El camino ha sido de constante crecimiento, con pasos medidos, en el que con cada logro he subido un escalón. Pero también he tenido algunos cambios abruptos que me han dado la capacidad de asumir grandes retos. Soy consciente de que he tenido suerte al estar en el momento en que se han abierto nuevos cargos y oportunidades, pero si no fuera gracias a mi esfuerzo y al reconocimiento que me han traído mis años de trabajo, no hubiera sido posible. Al comienzo, la vida laboral fue un mar de descubrimientos, pero con el tiempo esa capacidad de aprendizaje y adaptabilidad me dio el bagaje, en distintas áreas, que me ha ayudado a proyectarme para lo que viene.

¿Cuántas horas de trabajo diario son necesarias para lograr el éxito?

El éxito es lograr las metas laborales y personales, es tener el reconocimiento en un cargo o en un contexto en específico; por lo tanto, no es por horas que uno lo alcanza. Realmente se trata de dosificar y medir el tiempo que se destina a lo laboral de forma eficiente, sabiendo que si se trabaja más de lo que deberías es porque no estás haciendo bien tu trabajo, y eso lleva a que descuides la vida personal que es tan o más importante que el trabajo mismo. Es esta la fuente de la motivación y es eso lo que verdaderamente nos lleva a conseguir el éxito. Personalmente creo que ocho horas debería ser suficiente, unos días más, otros menos, pero siempre buscando un balance.

¿Qué es peor: fracasar o no intentarlo?

No intentarlo. Considero que el fracaso es bueno, porque los errores son una gran oportunidad de aprendizaje que sirve como experiencia en cualquier propósito que uno realice. Esto ha sido algo que he aprendido con el tiempo, y que agradezco porque me ha dado la capacidad de evaluar las decisiones, y hacer que las que tome en el futuro sean mucho más acertadas.

Karen García no podría vivir sin...

Familia y amigos, ellos son mi motivación y mi resguardo. Además, como decía anteriormente, la salud, para mí es supremamente importante, siempre busco cuidarla y es algo indispensable en mi vida.

¿Considera que hay desigualdad de género en su campo laboral?

En lo personal, no he sentido un grado notable de desigualdad, pero soy totalmente consciente de que en el contexto hay grandes brechas de género. Sin embargo, creo profundamente que estas diferencias no durarán para siempre, que con el tiempo todo cambiará, porque ese cambio está en nosotras; hay que creérselo y demostrarlo.

¿Le preocupa más hacer las cosas bien o hacer las cosas correctas?

Cuando haces las cosas bien es porque estás haciendo las cosas correctas. La forma adecuada para hacer algo de la mejor manera es con la recursividad y la innovación constante para alcanzar los logros de una forma correcta.

¿Qué debe sacrificar una mujer para alcanzar el éxito?

Realmente no se deberían hacer sacrificios personales, pero en un mundo machista, y especialmente en una cultura latinoamericana centrada en la figura del hombre, es muy común ver cómo la mujer se sacrifica en la vida de pareja. En ese sentido hay mucha desigualdad, porque suele darse más reconocimiento al éxito del hombre y muchas veces no aceptan que a la esposa le vaya mejor, tenga un salario mayor o un cargo más importante; es algo que está “mal visto”. Por eso, creo yo, que mantener este tipo de relaciones y estereotipos de éxito es una forma de que se corten profesionalmente las alas a las mujeres, porque las inseguridades personales en cuanto al reconocimiento, llevan: o a mantener una “pareja”, o a desarrollarse exitosamente en el trabajo.

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