Sondra Macollins Garvin: 'No me ha temblado la mano para defender lo que hay que defender'

  • 15/02/2022 00:00
También conocida como la 'abogada de hierro' en su natal Colombia, la candidata a la Cámara por los colombianos en el Exterior, conversó sobre su amor patrio, la realidad del migrante y su aspiración en el panorama político
Macollins es madre, empresaria y abogada; amante de su patria y entregada al activismo por los derechos humanos.

“La música siempre será una herramienta para conectarnos”, comentó la abogada litigante, cantante y candidata política colombiana, Sondra Macollins Garvin, en una conversación con La Estrella de Panamá. Durante su visita a Panamá, en el marco de una gira política por su candidatura a representante en la Cámara por los colombianos en el exterior, Macollins comentó su amor por la música y su crecimiento en Colombia de la mano de una madre soltera y sus hermanos.

Macollins se describe como una mujer fuerte, entendida de los retos que afrontan sus compatriotas migrantes, y apasionada por las artes y los derechos humanos. Madre de dos hijos, esposa y emprendedora, dirige una de las firmas de abogados más importantes de habla hispana en Estados Unidos, donde yace radicada en la ciudad de Nueva York desde hace casi una década.

Como migrante colombiana, Macollins ha conocido de primera mano los obstáculos legales que existen tanto del lado colombiano como de otros países, por lo que, desde su candidatura, apuntó que busca esforzarse para garantizar una “ayuda accesible y transparente” para otros migrantes, creando una reforma consular basada en la educación, la inversión gubernamental y el apoyo jurídico en cada jurisdicción. En su conversación es humilde, liviana y con un buen sentido del humor, sobre todo al recordar a su amada Colombia.

Cantante, abogada y política, ¿cómo se compaginan estas facetas?

Mi profesión principal es de abogada, en la que ya llevo más de 25 años de litigio en el área penal, y que me ha dado muchas satisfacciones y me ha permitido estar muy cerca de la comunidad, porque el derecho penal es el que está mucho más cerca de la problemática social. A través de eso la música siempre me ha acompañado, pero en el momento en que decidí estudiar, era difícil salir adelante como músico, por lo que estudié algo más tradicional para sacar adelante a mi familia, pero nunca me alejé de la música. Ahora tengo la oportunidad de buscar a mis compatriotas y generar ese amor patrio, por lo que lancé el sencillo 'Qué linda es', un homenaje a Colombia y a la calidad de personas que somos y que representamos en cualquier parte del mundo. Como política quiero ir al Congreso e ingresar unos proyectos interesantes en pro de los colombianos que vivimos afuera.

¿Cómo integró la música en su vida y en su industria?

La música es mi esencia. A lo que me dedico es al derecho, pero la música es quien soy, lo que me conecta con el universo, con Dios y con todo lo que me rodea. Siempre he cantado. En 2007 me tomé el atrevimiento de lanzarme a la industria con una década de trabajo en el derecho, para probar que podía ser una abogada profesional, respetada y aún así generar arte e incursionar en diferentes géneros de la música. No he estado de lleno, por mis demás responsabilidades, pero hago todo lo más profesional que puedo.

¿Cómo fue incursionar en este nuevo puesto político, sabiendo los retos que hay sobre la confianza del público en la política regional?

Siempre he sido una detractora de la política. Entiendo muy bien la realidad que estamos pasando, me parece que no se juega limpio y es un gremio complicado, pero lamentablemente las leyes se hacen en el Congreso, y para llegar a hacer leyes buenas hay que hacer política. Nunca antes he estado ligada a la política, este es el inicio de mi vida en ella, pero de llegar a la posición que aspiro podré realizar actos que permitan que las personas me juzguen por mis acciones y poder enseñar que a la política no la hace un gremio, sino cada persona que sube a estos puestos. Es la oportunidad de demostrar que se puede hacer política de altura, viendo otros ejemplos de mujeres que han ocupado puestos importantes y han sido respetadas y extraordinarias en sus acciones. También espero poder hacer honor a ese legado con la condición que Dios me dio y lo valoraré.

¿Nos puede contar sobre su experiencia como colombiana migrante?

Pues mi experiencia como migrante fue en Panamá y viví aquí muy feliz. La cuestión es que soy abogada y quisiera serlo en cualquier lugar del mundo en el que decida vivir, pero cuando quise ejercerlo pues no pude porque requería una naturalización, lo que lleva mucho tiempo. Decidí entonces saltar a EE.UU. donde resido hace 9 años y ya llevo 13 años de haber emigrado de mi país. Ha sido una experiencia traumática, dolorosa, frustrante, alegre, satisfactoria; todas las emociones han convergido porque emigrar es difícil, dejar a tu familia, dejar tu hogar, tu nación y tus sueños para empezar de nuevo en otro lugar donde no te consideran ni de allí ni de acá, pero las personas que decidimos emigrar somos valientes y arriesgadas.

El colombiano tiene su chispa y creo que eso nos ha ayudado a abrir puertas y ha ido cambiando la imagen que se tenía de migrante en las décadas de 1970 y 1980, puesto que el recibimiento ahora es distinto.

Desde su posición como abogada, ¿de qué forma ha podido ayudar a los migrantes en EE.UU.?

He tenido la oportunidad de ejercer como abogada en EE.UU. y tener una firma de abogados de habla hispana de gran influencia, pero también durante la pandemia nos apoyamos en la virtualidad para apoyar a más personas que llegaron desde migraciones largas. En estos casos la seguridad jurídica es parte de nuestra integridad como seres humanos, lo que nos ha llevado a conocer historias de superación mientras les asesoramos y apoyamos en el camino jurídico que muchos no conocen. Esto nos ha ayudado a entender más el panorama del migrante, siendo transparentes y dispuestos en todo momento. En este panorama creo que vienen cosas mejores, con mujeres empoderadas y sin miedo a la política, además de jóvenes que están caminando para hacer una diferencia con compromiso y conciencia.

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¿Por qué le llaman la 'abogada de hierro'?

Ese título me lo adjudicó la prensa a finales de 2010 cuando tuve la oportunidad de convencer a uno de los guerrilleros más antiguos del mundo que era Ely Mejía Mendoza, conocido como 'Martín Sombra'' que era una insignia de la FARC en ese momento en Colombia. Cuando lo conocí ya llevaba unos seis o siete meses detenido y le habían asignado a un abogado de oficio que nunca vio. Una vez que me senté a hablar con él conocí su historia y quién era, por lo que decidí que quería defenderlo porque él había sido para extradición por unos delitos que había cometido en Colombia, lo que era una oportunidad muy importante para mí de hacer valer nuestra Constitución, la soberanía del Estado colombiano y tener la mano fuerte para que lograra ser juzgado en nuestro país donde había miles de familias esperando una respuesta de su parte.

Luego de ganar el juicio logramos que se quedara en Colombia, y logré convencerlo de que fuera a Justicia y Paz, y en más de 200 horas de audiencia contó más de 40 años de trayectoria en la FARC. Luego lo trasladamos a varias cárceles donde hablaba con los presos sobre sus experiencias, con eso logramos inmovilizar a más de mil guerrilleros que estaban bajo la insignia de 'Martín Sombra'. Eso me dio el título de la 'abogada de hierro', pues no me ha temblado la mano para defender lo que hay que defender y también llevar a personas en casos complicados a tomar responsabilidad de sus delitos.

En medio de su gira y sus obligaciones, ¿qué hace Sondra cuando descansa?

Me gusta meditar, hacer yoga y mantenerme activa. También me contacto mucho con mis hijos, que aunque ya están grandes y tienen sus vidas, sigo llamándolos y poniéndonos al día. Me gusta viajar a visitar a mi familia en Cali y hablar con mi madre. No siempre tengo mucho tiempo libre, pero logro sacar espacios y organizar mi agenda para tener tiempo con mi esposo, comer con algunos amigos y viajar. Amo cocinar y practicar con mi guitarra en mis tiempos libres. Quisiera que los días tuvieran 48 horas, pero me toca manejarme con las 24 que sí tengo.

La abogada también es madre y esposa, con raíces en Cali y emprendedora en EE.UU.
¿Cómo fue su infancia y qué tanto de lo que somos le debemos a nuestros padres?

De mi padre no heredé mucho, porque no crecí con él, pero me he quedado con el apellido porque me ha dado cierto impacto en mis carreras, y él era abogado, así que un poco por ese lado también. Pero de mi madre aprendí todo. Una mujer luchadora, madre soltera, que le tocó sobrevivir a situaciones muy duras, honesta y sumamente entregada, con unos principios de amor incondicional sin par. Fue quien me apoyó e impulsó para estudiar y atreverme. Ella ha sido la mujer que me ha permitido estar donde estoy y llegar a muchas partes del mundo.

¿Qué tanto hay de Colombia en Sondra Macollins?

A pesar de que mi nombre no es muy colombiano, yo soy lo más típico que existe. Como, bailo, visto, hablo colombiano. Mis hijos y mi esposo son colombianos. Siempre estoy pendiente de apoyar a la gente de mi país, llevo mi orgullo y mi patria encima.

Como candidata, ¿cómo se podrían garantizar y proteger los derechos humanos de los colombianos en el exterior?

Lo primero que tengo planeado hacer es una reforma consular, porque así como en otros países tenemos el mal del “pagadero de favores”. No tengo jefes políticos que me vengan a imponer absolutamente nada en la política. Con la reforma podremos regular los más de 105 consulados y 23 embajadas que tenemos alrededor del mundo para que sean una ayuda idónea para los colombianos que vivimos afuera y que nos representen en tres aspectos específicos: educación, inversión y en asesoría jurídica. Estos son temas de voluntad política y de trabajo duro, y que se deberían haber hecho hace muchísimo tiempo. El más importante es la asesoría jurídica, ya que la mayoría de gente necesita conseguir una ayuda transparente, no solo del consulado, que conoce la ley de Colombia sino con convenios de fundaciones legales en el país donde está la jurisdicción para dar más oportunidades a los migrantes. Hay mucho trabajo por hacer, y tengo la oportunidad de trabajar para 5 millones de colombianos y poner toda mi experiencia, mi conocimiento y mi voluntad para mejorar la vida de los que decidimos dejar nuestro país.

También invito a todas las mujeres disciplinadas, enfocadas, con capacidad de trabajo a resistir y empezar a ser parte de movimientos que cambien sus comunidades, a ser parte del gobierno para que tengamos esa visión colectiva en las decisiones de alto nivel que se toman y empezar a transformar este mundo.

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