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- 07/05/2013 02:00
Rosemary Horne, del Instituto Monash de Investigación Médica, detalló que diversos estudios han demostrado de forma consistente desde 2005 que el chupete o mamón protege al bebé contra la muerte súbita, pero éstos no explicaban claramente de qué forma contribuía a evitar la temida ‘muerte en cuna’. En la investigación presentada en la reunión anual de las Sociedades Académicas Pediátricas en Estados Unidos, Horne y sus colegas sugirieron que el uso del chupete protege al recién nacido de la muerte súbita mediante la mejora del control cardíaco, según la cadena ABC. Horne indicó que esta patología se relaciona con un fallo en el sistema cardíaco del infante cuando no se produce un ajuste adecuado al ritmo del corazón o a la presión sanguínea, así como la incapacidad de poder despertarse cuando se deja de respirar o se registra una caída súbita de la presión arterial.
Investigación
El equipo de Horne centró su investigación en el impacto que tiene el chupón en la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y para ello vigilaron durante varios días el sueño de 37 bebés de entre dos y cuatro semanas, dos y tres meses, y cinco y seis meses. Los científicos también dividieron a los bebés en usuarios y no usuarios de chupetes para medir y comparar la presión sanguínea y el ritmo cardíaco y además los hicieron dormir boca abajo, una posición que no se recomienda por considerarse de mucho riesgo en los neonatos. Asimismo, hallaron que el acto de succionar el chupón aumentaba la variabilidad del ritmo cardíaco, que es una medida de las variaciones de los intervalos entre latido y latido y que indica la actividad de la regulación autónoma de la función circulatoria. Sin embargo, las diferencias de la variabilidad del ritmo cardíaco solamente era evidente en el grupo de dos y cuatro semanas de nacidos, ya que los usuarios tenían una variabilidad más alta del ritmo cardíaco que los no usuarios cuando estos bebés no se encontraban succionando los chupones. Horne admitió que a pesar de esta investigación aún no ha resuelto el misterio sobre cómo evitar estos fallecimientos. Desde 2005, el uso del chupete ha sido recomendado en Estados Unidos para los bebés, aunque Australia y Nueva Zelanda lo miran con recelo.