Niños: el reflejo de sus padres

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PANAMÁ.

Cuando una pareja se entera que van a ser padres, incluyen dentro de sus primeras ideas aquellas etapas emocionantes y difíciles que les esperan: la edad para que asistan a la escuela y las peleas a la hora de comer. Pero este último aspecto ha llegado a ser considerado por millones de familias en el mundo una ‘batalla’, con el único objetivo es lograr que sus hijos tengan la alimentación que necesitan.

Tanto así que, de acuerdo con estadísticas de los laboratorios Abbott, aproximadamente 50-60% de padres en el mundo consideran que sus hijos tienen problemas de alimentación.

ORIGENES

Kim Milano, nutricionista estadounidense especialista en el área pediátrica, aseguró que ‘una de las cosas que influye en la mala alimentación de los hijos son los hábitos que tengan los padres, los abuelos y las personas que están a cargo de ellos’. Por ejemplo: el mal habito de no desayunar, combinar las horas de la comida con el tiempo de esparcimiento (comer mientras ve televisión) y el patrocinio de caprichos y gustos inadecuados.

A esta razón se le suma la existencia de anormalidades en el desarrollo como.

‘Todas estas situaciones pueden después de un tiempo llevar a los niños a padecer de una anorexia infantil, afectando su crecimiento y desarrollo intelectual’, explicó Milano coincidiendo con la también nutricionista Cecilia Cárdenas quien aseguró que a pesar de que es un trastorno con el que el niño se rehusa a comer a pesar de que tenga apetito, no tienen nada que ver con el tipo de anorexia que se da en la juventud.

‘La diferencia está en que con la anorexia juvenil, las personas tienen una imagen completamente diferente y disconforme de sí mismo y en el caso de los niños se da por razones psicológicas, orgánicas y funcionales: como resultado de los malos hábitos’, detalló cárdenas.

SOLUCIONES

Milano describió seis pasos como los mejores para garantizar que los niños tengan una alimentación adecuada y corrijan las malas prácticas.

1. Manejando el tiempo de la comida: establecer tiempos de comida y merienda, seguir el horario por dos semanas y ajustarlo de acuerdo a las necesidades.

2. Aprendiendo a entender las señales de hambre de su niño: ponga atención al comportamiento de su niño en los tiempos de comida.

3. Escogiendo alimentos saludables: Incluir en la dieta alimentos correctos como frutas, vegetales, lácteos y nueces.

4. Creando la ‘mesa familiar’: los miembros de la familia debe sentarse juntos tanto como sea posible para compartir.

5. Aprendiendo su estilo de alimentación: comer con el niño y ejemplificar buenos hábitos.

6. Ofrecer nuevos alimentos: brindar un alimento que el niño no ha probado anteriormente.

Además de estos aspectos, los padres deben trabajar de la mano con su pediatra para asegurar que el plan a implementar es el correcto para la edad y bienestar del pequeño.

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