CI implementa en Panamá plan para proteger los recursos marinos

  • 01/07/2017 02:05
La iniciativa de Conservación Internacional (CI) incluye capacitación, fortalecimiento de organizaciones y sensibilización a las comunidades

Conservación Internacional (CI) desarrolla en Panamá un plan piloto que permitirá a las autoridades competentes reforzar sus acciones para proteger y vigilar los recursos y los ambientes marino-costeros del país.

APORTES DE CI

Ejes que recomienda fortalecer.

El ordenamiento de la información, unificación de criterios, definición de escalas; implementación de un plan que asegure la continuidad y diversidad de cursos de capacitación; creación de un Plan Interinstitucional de Comunicaciones.

Así lo dio a conocer el director ejecutivo de CI, Ricardo Montenegro, durante la presentación de los resultados del proyecto ‘Fortalecimiento de la capacidad de control y vigilancia para la protección de recursos marinos', que se lleva a cabo desde hace más de cuatro años en el golfo de Chiriquí.

El directivo explicó que el proyecto, que abarca las zonas marino-costeras del golfo de Chiriquí y el golfo de Montijo, en el Pacífico panameño, se empezó en esa área porque contaba con las condiciones requeridas (necesidad de vigilancia por el desarrollo de la actividad pesquera), pero se tiene contemplado replicarlo en otras áreas del país.

Como parte de los resultados, la CI Panamá estableció una hoja de propuestas para fortalecer el control de la actividad pesquera, como diseñar propuestas a la medida real de los escenarios en las que se aplican, acciones interinstitucionales coordinadas, demostrar la conveniencia y el beneficio común de las propuestas, procesos y protocolos que definan los responsables y las cadenas de acciones y dotación, equipamiento e inversiones de infraestructuras.

La iniciativa incluye capacitación, fortalecimiento de las organizaciones y la sensibilización a las comunidades.

‘Este tercer componente está siendo desarrollado con la iniciativa ‘Golfos Vivos', que involucra a las comunidades y pescadores, creando líderes responsables en difundir el mensaje de que pueden hacer su trabajo y utilizar prácticas más amigables con el ambiente para que la gente que vive de los recursos marinos sepa que también tienen responsabilidades y no solo es el Estado', dijo.

Según el informe, CI establece cuatro ejes para fortalecer el control:

-El ordenamiento de la información, unificación de criterios, definición de escalas para medición de esfuerzos y cálculo de índices para poder conocer el desempeño en las distintas actividades conexas al control y vigilancia marina.

-La implementación de un plan que asegure la continuidad y diversidad de cursos de capacitación.

-La creación de un Plan Interinstitucional de Comunicaciones que asegure el seguimiento permanente por parte de Senan de las actividades de patrullaje marinos.

Para el desarrollo de estas propuestas se cuenta, desde 2011, con el espacio interinstitucional regional denominado Plataforma de Coordinación, conformado por las regionales de Veraguas y Chiriquí de ARAP, MiAmbiente, AMP, Senan, PN y MP. Esta Plataforma ha per mitido la incorporación de instituciones como el Inadeh, que actualmente cumplen un papel protagónico en el plan de capacitación, al lograr importantes logros con la unificación del esfuerzo interinstitucional, señaló Montenegro .

Según el directivo, el objetivo final es lograr que el golfo de Chiriquí mejores sus indicadores y que la gente que depende de los recursos marinos pueda seguir con sus actividades a largo plazo.

‘Pero para que ellos puedan seguir viviendo de esos recursos necesitamos tener ecosistemas sanos, que el recurso pesquero en el área se mantenga y erradicar todas esas malas prácticas que se dan en el área. En la medida en que todas las organizaciones de gobierno alineen sus esfuerzos, se van a ir buscando prácticas más responsables, más sostenibles que permitan asegurar el recurso a largo plazo para las poblaciones. El objetivo final es calidad de vida de todas las personas'.

El área del golfo de Chiriquí, cerca del 20% de las familias que viven en las comunidades marino-costeras dependen de los recursos marino-pesqueros.

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