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- 21/05/2010 02:00
WASHINGTON. Ayer, manchas espesas de petróleo llegaron hasta los pantanos de Luisiana.
La marea negra provocada en el Golfo de México por la explosión de una plataforma hace exactamente un mes ha penetrado en los delicados pantanos próximos al delta del Misisipi y amenaza también con llegar a Florida.
“No son trozos de alquitrán, no es una capa aceitosa, esto es crudo pesado entrando en nuestros pantanos”, dijo ayer el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, tras comprobar en un recorrido en helicóptero y luego en barco la llegada del derrame a la costa de su estado. “El día que todos temíamos ha llegado finalmente”, sentenció.
El presidente de la comunidad costera de Plaquemines Parish, Billy Nungesser, que hizo el tour de observación con el gobernador, advirtió que el crudo es como una “manta” sobre la marisma y “matará todo” en el frágil ecosistema.
Por su lado, la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera (NOAA, por su sigla en inglés) confirmó que una pequeña parte del derrame ha entrado en una corriente bucle, que circula en torno al golfo antes de trasladarse a las costas de Florida y subir hacia la costa del Atlántico, lo que podría desatar un desastre medioambiental más amplio y afectar a los cayos y playas turísticas de ese estado.
Las autoridades de Florida apuntaron que esta pequeña cantidad de crudo absorbida por la corriente marina es poco probable que cause un sustancial daño, ya que además puede evaporarse en su camino hacia el estrecho de Florida y la costa sureste del estado.
Los expertos de la NOAA indicaron que la mancha negra de petróleo, de llegar al litoral sur de Florida empujada por los vientos, lo haría en “lugares aislados” en forma de chapapote (fragmentos de alquitrán).
“Tanto la situación de la corriente del Golfo como la ubicación de la marea negra de petróleo están en un cambio constante y dinámico”, añadió la NOAA.
El miedo de que el vertido se desplace hacia Florida e incluso más al sur, a Cuba, se extendió ante la advertencia de la NOAA de que “una pequeña porción” de la mancha entró en la corriente principal marina.
Las consecuencias del derrame para el ecosistema y la magnitud de la tragedia siguen siendo una incógnita, al igual que la respuesta a la pregunta de cuándo British Petroleum logrará detener la fuga y la naturaleza comenzará a recuperarse, poco a poco, del impacto.
Mientras, British Petroleum afirmó ayer que el volumen de petróleo recogido se sitúa en torno a los 3.000 barriles por día (2.000 menos que en los primeros días), al tiempo que está preparando una operación para “matar” y sellar la fuga antes del domingo y detener el derrame con cemento.
Un investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España citó ayer un estudio que dice que el desastre ecológico provocado por el vertido de petróleo en el Golfo de México puede acabar “colapsando” algunas especies.
Adolfo Marco, adscrito a la Estación Biológica de Doñana, Andalucía, sur, explicó a Efe que más del 80 por ciento de las tortugas “bobas” o “caretas” que llegan a España proceden de Florida, en el sureste estadounidense.
Marco explicó que las costas de Florida son una de las principales zonas de anidación de las tortugas marinas.
Los resultados del estudio han sido publicados en la revista científica estadounidense Conservation Genetics.