Es el tiempo de hibernar

MADRID. A la hacendosa hormiga le llegó su tiempo de reposo: la estación lluviosa en el caso de Panamá. Este ciclo, para los países con ...

MADRID. A la hacendosa hormiga le llegó su tiempo de reposo: la estación lluviosa en el caso de Panamá. Este ciclo, para los países con cuatro estaciones marcadas en el Hemisferio Norte, lo harán cuando empieza el invierno.

Al llegar este momento, la frenética actividad de los insectos sociales se reduce. El frío las obliga a encerrarse en su hormiguero luego de haber trabajado durante largos meses bajo el calor y la luz del día para llenar sus reservas del alimento.

En riguroso cumplimiento de la fábula que protagonizan junto con la menos favorecida cigarra, estos insectos que estudian los mirmecólogos, inician su predestinado encierro, incluso en entornos de temperatura acondicionada.

María Dolores Martínez Ibáñez, entomóloga del Departamento de Zoología de la Facultad de Biología de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y miembro de la Asociación Española de Entomología, explicó a la Agencia de Noticias Efe cómo su capacidad de adaptación a un medio siempre cambiante es ejemplo de organización incluso para una sociedad desarrollada como la humana. Prueba de esto es la organización de su trabajo durante la época seca, o el verano, para abastecerse de alimentos para evitar la escasez durante la temporada lluviosa o el invierno.

INVIERNO DIFÍCIL

Sin detenerse construyen avenidas y caminos para facilitarse el transporte de los alimentos hasta el hormiguero. Y si por instinto prevén que la época de frío será muy intensa no se detendrán a lo largo de las 24 horas del día para acumular reservas.

La sabiduría popular describe este fenómeno como un anuncio de estación lluviosa fuerte y un invierno frío y largo.

Las hormigas representan el 20 por ciento de la biomasa del planeta, con una población que se estima en miles de billones y son, entre los insectos sociales, junto con las abejas, los de mayor éxito evolutivo.

Aunque activas durante todo el año, precisó la científica, las hormigas se refugian en el fondo del hormiguero cuando arrecia en frío y solo las más experimentadas saldrán a buscar alimentos si se agotan las reservas.

SISTEMA DE COMUNICACIÓN

Su comunicación es por fricción o tridulación y por rastro olfativo y se han convertido en ejemplo para desarrollar modelos de circulación que eviten los atascos en las grandes ciudades o de transferencia de información digital.

Domínguez mencionó dos trabajos publicados en la revista especializada Nature y en Tecnology Review, del Instituto de Tecnología de Massacchssets (MIT), de Estados Unidos, en los que se describe el comportamiento de las hormigas en su flujo desde el nido hasta la fuente de comida. En uno y otro se establece que el rastro olfativo dejado por las primeras hormigas que alcanzan con éxito el alimento es el más frecuentado en tanto y cuanto no se presenten obstáculos ni atascos, ante lo que inmediatamente se establece un camino de dos vías.

La regla número uno, destaca el estudio, es ‘no adelantar’, práctica que inevitablemente provoca el atasco. La velocidad promedio y constante de las hormigas, sin parones ni aceleraciones, es otro elemento que resalta el trabajo, que recomienda los patrones de movilización de las hormigas para diseñar sistemas de descarga de datos en la red.

El olor es además, para las hormigas, una señal de identidad colectiva, pero son capaces de copiarlo para parasitar nidos ajenos y esclavizar especies como obreras, apuntó Domínguez.

CICLO DE VIDA

Se les reconoce, además, su alta plasticidad. Nidifican en cualquier sitio, son responsables de gran parte de la remoción del suelo rural y desempeñan un papel importante como dispersadoras de semillas y en la reforestación tras incendios.

Se cree que la vida promedio de una hormiga fluctúa entre los 40 o 50 días y que las reinas son las de mayor esperanza de vida, aunque el caso de mayor longevidad registrado lo detenta una reina ‘Lasius niger’ nacida en un laboratorio suizo, que vivió 28 años en cautividad (Kutter & Stumper, 1969) y sobrevivió las dos grandes guerras.

La investigación de la UCM promueve la importancia de la diversidad de los artrópodos como motor en la naturaleza. ‘La diversidad mantienen en movimiento la evolución’, aseguró Domínguez.

Las hormigas ‘se adaptan a todo y lo resisten casi todo, incluso la radiactividad y la contaminación. Ante la posibilidad de una catástrofe mayor, si queda algo vivo sobre la faz de la tierra, serán las hormigas’, sostuvo la experta, convencida de que ‘hay mucho que aprender’ de ellas.

Así que la próxima vez que vea trabajando frenéticamente a las hormigas recuerde que existe la posibilidad de que una estación lluviosa fuerte o un invierno difícil se acerca.

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