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- 23/08/2012 02:00
Uno de los productos de mar favoritos de los panameños se hace con concha negra extraída de los manglares. Se puede preparar de diferentes formas, en ceviche o en arroz, otros la prefieren en ‘guacho de concha negra’ y, aseguran queda delicioso.
Pero es importante que conozcamos más de este recurso que nos sirve de alimento. La concha negra es un molusco que vive únicamente en el manglar, incrustado en el fango (sustrato limoso-arcilloso) muy cercano a las raíces del mangle, a una profundidad de 10 a 30 cm.
Se alimenta filtrando el agua de mar, dejándose solo los nutrientes que le aporta este ecosistema. La concha negra no tiene movilidad, es decir, se mantiene fija en el fango.
Su reproducción es externa, el macho libera sus esperma y la hembra sus gametos que forman una larva que con el movimiento de las aguas del manglar se ubica en el fango y allí crece. La concha negra se reproduce todo el año y la podemos encontrar desde México hasta Perú.
En Panamá, las provincias de Veraguas y Chiriquí albergan el mayor número de personas que se dedican a la extracción de concha negra.
En Chiriquí, se encuentra un grupo importante de personas, conformado por 52 hombres y mujeres, que diariamente realizan este trabajo con el cual perciben ingresos para mantener a sus familias.
Durante mas de 20 años, decenas de familias han vivido de la extracción de este recurso.
Actualmente el manglar en la provincia de Chiriquí provee cerca de 900 mil conchas negras. Cada día preparan sus enseres, su vestimenta apropiada y su lancha para trasladarse al manglar a extraer concha negras. Durante 4 horas buscan con mucho afán dentro del fango para encontrar y sacar las conchas, seleccionan solos las ‘grandecitas’ y dejan las pequeñas reproducirse.
Esta es una selectividad que, voluntariamente, decidieron implementar debido a que han sido testigos de una disminución en las poblaciones de este recurso. En un día de trabajo pueden sacar hasta 30 docenas que llevan al puerto para lavarlas, ponerlas en agua caliente y sacarle la carne de adentro.
Lo venden a un intermediario a un precio bien bajo y éste a su vez se encarga de colocarlo en los comercios de la localidad. Un aspecto importante a destacar es que éste molusco al ser filtrador de las aguas del manglar, requiere que este ecosistema se halle libre de contaminantes.
De ahí la relevancia que tiene dar tratamiento a las aguas servidas que se vierten al mar y dar un manejo adecuado a las actividades productivas que se desarrollan en las cuencas que aportan aguas al manglar. El recurso es vulnerable a la sobrepesca y a las actividades en tierra firme que repercuten directamente sobre su hábitat.
La Fundación MarViva y el Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN), miembro del Grupo BID, en colaboración con la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) desarrolla un proyecto comunitario con ese grupo de concheros y concheras, debido a una solicitud que ellos hicieran porque ven cómo su recurso ha mermado en los últimos 20 años. Este grupo conformado por personas entre los 30 y 40 años están preocupados de que su actividad no sea rentable ni sostenible. Con el proyecto se espera apoyar en la gestión ambiental y empresarial a fin de que puedan implementar un uso responsable de este recurso, y mejorar la manipulación e incluir un procesamiento del producto para colocarlo en mejores mercados.
BIÓLOGA