‘Sabores Solidarios’ apoya al programa ‘Luz para la educación’

Sin necesidad de salir de Panamá, los habitantes podrán degustar sabores de más de 20 países en un solo lugar. El parque Andrés Bello, ubicado en el corregimiento de Bella Vista, será la sede para la celebración de la feria gastronómica Sabores Solidarios: Festín de culturas y solidaridad, organizado por la Asociación Diplomática de Panamá (ADP).

El propósito de esta novena edición es la recaudación de fondos para darle continuidad al proyecto ‘Luz para la educación’, que consiste en dotar de sistemas de iluminación por medio de paneles solares a escuelas que se encuentran en zonas rurales de Panamá.

El evento, que este año se llevará a cabo el sábado 23 de marzo, se realizó por primera vez en la ciudad capital y se bautizó como Sabores Solidarios. Se ha hecho durante los últimos nueve años, valorando el impacto en la salud y bienestar social. Al comienzo, el dinero recaudado se entregaba en donación al hospital Oncológico para contribuir con los pacientes en la lucha contra el cáncer de mama y próstata.

Desde entonces, la multiculturalidad y el encanto por la diversidad culinaria que existe en Panamá, se representan cada año a través de Sabores Solidarios. El evento se ha convertido en un viaje de experiencia complaciendo paladares con platos del mundo. También lo llaman la ruta del tenedor, cuyo objetivo principal es contribuir al fortalecimiento social de la comunidad.

“Sabores Solidarios tiene un fin muy especial, ‘Luz para la educación’, que consiste en instalar paneles solares en los centros educativos multigrados que están ubicados en el interior del país y que no cuentan con energía eléctrica. Entonces lo recaudado se vuelca en este proyecto que ya se tiene desde 2018”, expresó en una rueda de prensa Olga Umpiérrez, presidente de la ADP.

Umpiérrez compartió que una de las primeras actividades a favor de la niñez que realizarán en 2024 es la entrega de mochilas con útiles escolares. “Tenemos destinadas 100 mochilas equipadas para niños de escasos recursos de cuatro escuelas, dos en ciudad de Panamá y dos en el interior del país”.

La presidente expresó que tienen la posibilidad de realizar estas actividades “gracias a la apertura de puertas del Ministerio de Educación, gobierno, salud, Cancillería, en fin, un montón de gente que se nos suma para apoyarnos e impulsarnos. Sin ellos no podríamos llegar a los lugares donde llegamos. Agradecemos a los panameños que confían en nosotros”.

“Tenemos, hasta este año, nueve escuelas con paneles solares instalados, una inversión de más de $40.000. Para este año, primero Dios, esperamos poder equipar cinco escuelas más, esperamos cumplirlo y que también Sabores Solidarios nos ayuda a tener el dinero que necesitamos para llevar ‘Luz para la educación”.

Umpiérrez destacó que le impacta cómo se dan las cosas por sentadas, por ejemplo, “llegar a casa, encender el acondicionador de aire, conectar el celular para cargarlo, tomar agua fría, muchas cosas que tenemos y no valoramos. Recibí un video de la maestra de una de las escuelas a las que les instalamos paneles solares, ella decía que por primera vez en 15 años estaba corrigiendo tareas utilizando la energía eléctrica”.

Para Jamal Ramadán Abuagila, vicepresidente de la ADP y encargado de negocios internacionales de la Embajada de Libia en Panamá, “la diversidad culinaria puede lograr cambios sociales y positivos. Su aporte, en esta ocasión, servirá para dar apoyo al proyecto ‘Luz para la educación’, logrando atender las necesidades educativas de jóvenes panameños que son la semilla del mañana, impactando positivamente en sus resultados académicos”.

“Los niños nos enseñan con la mirada, con la alegría, con el abrazo. Cuando llegamos a una escuela, dejamos el discurso y empezamos a escuchar, a ver los movimientos de los niños, ellos nos enseñan cómo ser alegres sin tener nada. Una de las cosas que nos llena de amor es que volvimos a recuperar nuestra infancia con este trabajo”, añadió Ramadán Abuagila.

En 1983 se reúne, por primera vez, un grupo de mujeres con fines benéficos, dando origen a la Asociación Diplomática en Panamá (ADP). Actualmente sus miembros representan el brazo solidario del Cuerpo Diplomático acreditado en el país, llevando a cabo actividades solidarias en el territorio panameño por más de 30 años.

Esta organización sin fines de lucro se encuentra integrada por diplomáticos, funcionarios de organismos internacionales acreditados en Panamá y sus cónyuges, quienes aportan su capital humano, profesional y económico.

Desde sus comienzos, la ADP ha entregado diversas donaciones, como alimentos no perecederos, artículos de higiene y primera necesidad, mobiliario, computadoras, impresoras, sillas de ruedas, juguetes y artículos de librería escolar, entre otras acciones. ‘Luz para la educación’ se ha convertido en el programa insignia de la asociación.

Creado en 2018, este tiene la finalidad de mejorar las condiciones en el ámbito educativo. Para ello, donan paneles solares y su instalación a centros educativos básicos, todos multigrados, carentes de electricidad y situados en los sectores rurales más vulnerables de Panamá. Con esta acción mejoran la calidad de los espacios de estudio y contribuyen en la formación de los niños.