‘Dismorfia de Snapchat', lo que revela el deseo de parecerse a una ‘selfie' con filtro

No se trata de una enfermedad como tal, sino de un fenómeno que preocupa al sector de la salud mental. Surge a raíz de la disconformidad de los jóvenes consigo mismos, quienes a través de la cirugía plástica buscan adecuar sus rostros a la imagen digitalmente alterada

Vivimos en la era tecnológica. Prueba de ello, todas las ventajas que ofrecen los teléfonos inteligentes. Desde consultar el correo electrónico personal, tener acceso a redes sociales, mantener comunicación con personas al otro lado del mundo, hasta utilizar filtros o hacer cambios en las selfies , para lograr un aspecto deseado. Pero, ¿qué ocurre cuando una de estas ventajas da paso a un trastorno?

Especialistas de la salud manifiestan preocupación por el creciente número de jóvenes que buscan, a través de los procedimientos estéticos, adecuar su cuerpo a sus selfies o a la imagen digitalmente alterada de sí mismo que utilizan en las redes sociales. Estas personas recurren a aplicaciones como Snapchat con filtros para supuestamente mejorar su aspecto.

A raíz de la disconformidad de los jóvenes consigo mismos, surge la ‘dismorfia de Snapchat', término acuñado por el doctor Tijion Esho, quien es propietario de varias clínicas de cosmética en Reino Unido.

La ‘dismorfia de Snapchat' no se trata de una enfermedad como tal, sino de un fenómeno que preocupa al sector de la salud mental, así como a algunos cirujanos estéticos.

Es un tipo de trastorno dismórfico corporal (TDC) basado en la aspiración de lucir permanentemente como en las autofotos con los filtros peculiares de Snapchat.

La aplicación de mensajería para teléfonos inteligentes con soporte multimedia de imagen, video y filtros de realidad aumentada define el mentón, hace la nariz más recta, delinea pómulos y labios, ofrece piel perfecta y ojos de anime.

De acuerdo con investigadores del Boston Medical Center, la ‘dismorfia de Snapchat' afecta a cerca del 2% de la población mundial y está clasificada dentro del espectro obsesivo compulsivo.

Neelam Vashi, director del Ethnic Skin Center del BMC y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston, donde los pacientes buscan que la cirugía les ayude a parecerse a las versiones filtradas de ellos mismos, reafirma que el fenómeno es real.

Una encuesta de la Academia Estadounidense de Cirugía Facial Plástica y Reconstructiva (AAFPRS, por sus siglas en inglés) recoge que en 2017 el 40% del patrón mostrado a los cirujanos eran fotos con filtros.

Según el sondeo, el 55% de los cirujanos plásticos faciales vio en 2017 pacientes que querían operarse para verse mejor en los selfies , en comparación con el 13% en 2013.

La encuesta realizada a 2,700 clínicas halló que el 56% de los cirujanos que participaron en el estudio notó un aumento de los clientes de menos de 30 años.

Los investigadores del Boston Medical Center advierten, en un artículo en la revista JAMA Facial Plastic Surgery , que ante estos casos de disconformidad, la cirugía no es la mejor opción porque puede empeorar los síntomas del trastorno. En lugar de una cirugía, recomiendan atención psicológica.

Marvin T. Caballero, psicólogo clínico, explica que ‘todo trastorno, cambio o alteración de la conducta regular puede causar un malestar emocional en la persona que lo padece, por lo que es necesario consultar a un especialista'. ‘Lo primero es que la persona o sus familiares reconozcan que hay una situación que requiere atención, y cuanto antes mejor', dice el psicólogo, a la vez que asevera que ‘la era digital o tecnológica trajo consigo muchos beneficios, pero estos avances deben ser bien manejados por los jóvenes y supervisados por los adultos'. ‘Un momento de diversión al darle un aspecto diferente a tu rostro no hace daño, pero que lleves la situación hasta querer ese aspecto de manera permanente refleja una disconformidad y hay que evaluar cuál es la causa', manifiesta. El especialista aconseja una constante comunicación entre padres e hijos a la hora de darle uso a las ventajas de la tecnología. ‘Toda esta revolución tecnológica llegó para quedarse y es más, promete seguir desarrollándose, por lo que la sociedad en general debe educarse y prepararse para enfrentar los retos que trae consigo', puntualiza el profesional.

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