La tarde que el doctor conoció a la chica

Por el título de la novela con que el médico Dimitrios Gianareas ganó su primer galardón en el Premio Nacional Ricardo Miró, La chica que conocí el día que mataron a Kennedy, hace pensar que es una novela ahíta del amor. Pero esto lo sabremos al final, cuando el novelista —que fue la revelación de los premios este año— nos revele su fórmula, su formación y sus maestros que le dieron las herramientas para construir mundos poblados de seres ficticios.

¿DESDE CUÁNDO TRABAJA EN EL LIBRO QUE PRESENTÓ AL PREMIO MIRÓ?

Empecé a escribirla en el año 2010. Hacer el primer borrador tomó un año, más o menos. La abandoné durante un año. Luego vinieron seis meses en que fue reescrita. La volví a dejar y durante ese tiempo escribí un libro de cuentos. Unos meses antes de entregarla al Miró la volví a escribir por tercera vez.

¿CUÁL FUE LA MAYOR DIFICULTAD EN ESCRIBIR LA OBRA GANADORA?

Terminarla. Cuando llevaba como tres cuartas partes del libro sabía que tenía algo bueno. Entonces sentí el temor de no ser capaz de darle el final que merecía.

¿A QUÉ HORA SE SIENTA A ESCRIBIR?

Solo puedo escribir entre las cinco de la tarde y las ocho de la noche. Parece que con el crepúsculo viene la inspiración.

¿QUIÉN LE LEE SUS BORRADORES?

Mi esposa, a veces. En otras ocasiones, Carolina Fonseca.

¿QUÉ HACÍA CUANDO SE REVELÓ SU NOMBRE COMO GANADOR?

Estaba manejando en medio del tranque.

¿CUÁNTAS HORAS LE DEDICA A LA LECTURA?

Todas las que puedo. Leo todos los días.

¿CUÁL ES LA TRAMA DE SU OBRA GANADORA?

Preferiría no entrar en el argumento en sí. Habla de muchas cosas. De las similitudes entre las historias de los países latinoamericanos. Del amor y del dolor. De la distancia que hay entre los recuerdos y los hechos.

¿HA ESCRITO OTRAS NOVELAS, CUENTOS?

Esta es mi primera novela. Había escrito cuentos antes. Este año publiqué un libro de cuentos: Dos voces. Treinta cuentos. Un trabajo hecho a cuatro manos con mi gran colaboradora, la escritora venezolana Carolina Fonseca.

¿QUÉ AUTORES ADMIRA, QUÉ LIBROS?

Los clásicos: los rusos. Saramago, Camus, Miller, García Márquez, Kafka. Por mencionar un par de libros que me han marcado, Pedro Páramo y La muerte de Artemio Cruz.

¿QUÉ LIBRO LE HA MARCADO SU VIDA?

El pájaro pintado, de Jerzy Kosinski. Quizás porque lo leí cuando tenía como trece años.

¿QUÉ PIENSA DE LA NARRATIVA PANAMEÑA?

Que hay muy buenos narradores. El problema está en que no se dan a conocer. Hay autores que hubieran podido trascender más allá de nuestras fronteras, pero nunca se les ha apoyado. Libros de excelente factura se han ganado el Miró. Paradójicamente, el Ministerio de Educación no hace nada por incluirlos como material de estudio en las escuelas.

¿HA PARTICIPADO DE TALLERES, CURSOS DE ESCRITURA?

Por supuesto. La formación previa es esencial. Participé en un diplomado organizado por Carlos Wynter en la Universidad Latina y en el de la UTP que dicta Enrique Jaramillo Levy. Con Enrique he tallereado bastante, también.

¿QUÉ SINTIÓ LA NOCHE DE LA PREMIACIÓN, DE CARA AL PÚBLICO EN EL TEATRO NACIONAL?

Una gran alegría. Los sueños a veces se hacen realidad. Dejé el alma en esa novela durante tres años y finalmente obtenía reconocimiento.

¿QUÉ PIENSA DE LOS PREMIOS NOBEL?

Es un premio que generalmente se da con acierto. Sobre todo en los últimos años. Lamento que Borges, Rulfo y Fuentes no lo hayan obtenido. Creo que es un error irreparable.

¿DEJARÍA LA MEDICINA POR LA LITERATURA?

Algún día. Por ahora la necesito para escribir.