¿Podemos ser un 'hub' en 'e-commerce'?

Actualizado
  • 28/07/2021 00:00
Creado
  • 28/07/2021 00:00
Tres de cada diez compran algún producto al menos una vez por mes, y la mayoría de los compradores postpandemia ya son usuarios cotidianos o regulares

Desde hace más de 20 años hemos venido viendo una revolución industrial y del conocimiento que impacta cómo estamos consumiendo los bienes y servicios actualmente. Este cambio fue más abrupto desde el año 2020 a partir de las restricciones por la pandemia global. Todos los indicadores de comercio electrónico a nivel global muestran esta tendencia, y algunas estadísticas señalan subidas de más de 100% en varios países de la región. Con aumentos en varias categorías, como mayores compras de comida por internet, ver películas bajo demanda y operaciones bancarias mediante internet o en aplicaciones bancarias, esto permitió rápidamente tener nuevos compradores online que, al tener buenas experiencias de compras, ya no vuelven al comercio tradicional.

Tres de cada diez compran algún producto al menos una vez por mes, y la mayoría de los compradores postpandemia ya son usuarios cotidianos o regulares. Pero Panamá aún sigue sin explotar el potencial que tiene. Muchas de estas compras se realizan en portales del exterior, dejando una tasa muy baja a compras locales.

Volvamos al origen del e-commerce, las partes claves del éxito son: market place, logística y pagos. Las tres partes son igualmente importantes. Entonces, Panamá aún no se da cuenta de que tiene el potencial de que nazcan en el istmo, market places. Hoy estas tres partes importantes navegan por ríos diferentes, y distantes. En el sector financiero no tienen interoperabilidad e inmediatez de acreditación de operaciones, salvo que sean del mismo banco comprador y vendedor. Las procesadoras de pagos locales tardan mínimo una semana en acreditar un pago; los pagos con criptomonedas dan una velocidad y acreditación inmediata cuando las transacciones son P2P, pero B2B ya se complica localmente. La logística tiene sus propios desafíos, ya que las empresas locales de logística están muy lejos de tener servicios puerta a puerta, con seguimiento y entrega. Y los jugadores globales tienen una barrera de costos muy altos, que no permiten vender localmente. Pero Panamá sigue teniendo un hub logístico y financiero consolidados. Dos de las tres partes importantes. Una interacción genuina entre los diferentes sectores y las compañías de desarrollo tecnológico permitiría poner a Panamá como referente.

¿Pero por dónde comenzamos? Por las fintech. Es necesario apoyarlas y apoyar a los bancos a que comiencen sus transformaciones digitales y a colaborar entre ellos, generando una inclusión financiera disruptiva e interoperable, que al final es agrandar la cantidad de usuarios. La logística y el Correo Nacional podrían tener un rol fundamental; tienen locales en todo el territorio nacional que podrían usarse para dar soporte a las entregas de última milla. Acompañar a las demás compañías logísticas a que innoven, inviertan en tecnologías de trazabilidad, seguimiento y entrega.

De esta forma el comercio electrónico puede comenzar a caminar hacia una digitalización de activos, que junto con leyes de protección al consumidor específicas, estadísticas y campañas pondrían a Panamá como plataforma regional, generando entregas desde Panamá hacia otros países. Un verdadero hub del e-commerce.

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