El amado por los mexicanos

MÉXICO. José Emilio Pacheco, el poeta que amaban los mexicanos, el hombre bueno que ni siquiera se consideraba el mejor poeta de su barr...

MÉXICO. José Emilio Pacheco, el poeta que amaban los mexicanos, el hombre bueno que ni siquiera se consideraba el mejor poeta de su barrio, como él decía, porque era vecino de Juan Gelman, su gran amigo, junto con Sergio Pitol y Monsiváis, y alimentó su palabra con la humildad y el entendimiento. Novelista, traductor, ensayista, periodista, guionista de cine y teatro y, por encima de todo, poeta, género que consideraba el arte total, Jose Emilio Pacheco generaba emoción y fuego no solo con sus versos, sino con su pensamiento, su forma humilde y honesta de estar en el mundo, su mirada existencial y su ironía, que le llevaba a reírse también de sí mismo.

‘Soy poeta, porque no sirvo para otra cosa. No sé dibujar planos ni repetir una melodía, como otros nada más oírla’, decía la víspera de recoger el Premio Cervantes, siempre humilde y mostrándose en todo momento sobrepasado por los acontecimientos. De cultura enciclopédica, Pacheco, considerado el poeta más importante de México tras Octavio Paz, creó uno de los poemas más emblemáticos de su país, ‘Alta traición’, que se convirtió en bandera de los jóvenes mexicanos y en donde mostraba las contradicciones de su país, su amor y sus reproches por una tierra por la que, según advirtió, estaría dispuesto a dar la vida.

‘No amo mi patria/ su fulgor abstracto es inasible. Pero (aunque suene mal) daría la vida/ por diez lugares suyos, cierta gente, puertos, bosques de pinos, fortalezas, una ciudad deshecha, gris, monstruosa, varias figuras de su historia, montañas, y tres o cuatro ríos’, escribió.

Impartió clases en las universidades de Estados Unidos y Europa y recibió todos los honores y premios de su país, entre ellos, la Medalla al Mérito Artístico, el Nacional de Poesía, el Octavo Paz, el José Donoso o el Xavier Villaurrutia.

Fue miembro de honor de la Academia Mexicana de la Lengua, y en España le concedieron los más importantes galardones: el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y el Premio Cervantes, éste por ser un poeta excepcional de la vida cotidiana.

‘José Emilio Pacheco se puede definir como el idio ma entero’, dijo el académico José Antonio Pascual, como presidente del jura do.

‘Este premio no es para mí; es para los libros. Yo soy un instrumento para escribirlos’, respondió al enterarse de que había sido galardonado con el premio más importante de las letras en castellano. Autor de la mítica novela ‘Las batallas el desierto’, Pacheco apenas ha sobrevivido dos semanas a su amigo Juan Gelman. Ambos vivían en el barrio de la Condesa, de Ciudad de México, y, según una de sus hijas, los últimos versos que escribió estaban dedicados al poeta argentino fall ecido el 15 de enero.

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