¿Qué “astro” guió a los Reyes Magos realmente?

Actualizado
  • 22/12/2015 01:01
Creado
  • 22/12/2015 01:01
Una conjunción planetaria, un cometa o una explosión estelar, son solo algunas de las teorías  

Se acerca aquella época del año que nos recuerda el nacimiento de Jesús y la jornada de los Reyes Magos (no hay constancia de que fueran tres) hasta Belén, guiados por una estrella, según el evangelio de Mateo: ‘¿dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle'.

De aquí surge una duda, ¿qué tipo de fenómeno astronómico pudo haber ocurrido hace más de dos mil años que se ajuste a la descripción de una estrella, no solo muy luminosa, sino cuyo destello se mantuviera por un periodo de tiempo suficientemente largo como para que los ‘magos' viajaran desde la antigua Persia (Irán actual), hasta Belén?

En 1976, David W. Hughes, astrónomo de la Universidad de Sheffield, publicó una revisión de las teorías sobre la Estrella de Belén en la revista científica Nature .

Una de las que se destaca atribuye el fenómeno a una conjunción planetaria (encuentro en el cielo) de Saturno y Júpiter en la constelación de Piscis, cuya significancia solo debió ser obvia para los llamados ‘Magi', los antiguos astrólogos de Babilonia que hoy conocemos como ‘Reyes Magos'.

Esto ocurrió alrededor del año 7 a.C. y algunos eventos indican que Jesucristo probablemente nació en otoño de ese año, cerca de octubre.

Sin embargo, según indica en El Tiempo Santiago Vargas, Profesor investigador del Observatorio Astronómico Nacional de Colombia, cálculos modernos demostraron que el acercamiento de ambos planetas no fue suficiente para haber sido confundidos con un solo cuerpo brillante.

Para el astrofísico colombiano, la teoría más viable entorno a lo que pudo ser la estrella es una nova; es decir, una estrella que se ve involucrada en un proceso explosivo. ‘La gran cantidad de energía liberada produce un destello que dura varios días', indica Vargas en su artículo. A esto agrega que existen reportes de que los chinos y los coreanos observaron una nova en el año 5 a. C., que pudo durar unos 70 días.

Esta conjetura sería factible suponiendo que la Navidad ocurrió cerca a los años 5 o 6 a. C., ‘próxima al censo promovido por Herodes, o a la fecha de un eclipse total de Luna, ocurrido hacia el 5 a. C', de acuerdo con el escrito publicado en El Tiempo .

Sea lo que fuese, el fenómeno astral del que habla la Biblia seguirá siendo un misterio por explorar para futuras generaciones de historiadores y astrofísicos.

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