La leyenda jamás contada

La idea de Drácula: la leyenda jamás contada es similar a la que hace poco vimos en Maléfica, la película de Disney que retoma la historia de La Bella Durmiente desde el punto de vista de la bruja. Las dos reinterpretan un cuento clásico con el objetivo de convertir a los personajes malvados en seres que algún vez tuvieron un buen corazón.

Por eso, esta historia de Drácula no comienza en el siglo XIX como lo hace la historia original, sino en el siglo XV, en la época en la que el principado de Valaquia –hoy ubicado al sur de Rumania- era gobernado por Vlad Tepes (Luke Evans), también conocido como Vlad Draculea, un hombre sacrificado y tierno, buen padre de familia, buen esposo y soberano. O al menos así es retratado en esta película.

Su pueblo lo estimaba porque había traído la paz a Valaquia. Pero el personaje tenía también su lado oscuro.