Cine Distrito, una apuesta por el séptimo arte panameño desde el barrio

El cine tiene una poderosa capacidad para facilitar la reflexión; para recordar lo que fue, pesar el hoy, o mirarnos en un espejo donde explorar nuestra identidad. Puede ayudar a reconocerse como individuo o en colectivo, incluso contribuir a la construcción de comunidad. Desde este prisma de un séptimo arte comprometido, nace Cine Distrito, una propuesta de formación cinematográfica para jóvenes de San Miguelito, que arrancó a finales de enero de este año.

El programa, sin costo para los participantes, contempla facilitar herramientas sobre producción audiovisual a muchachos preuniversitarios del popular distrito, mediante clases teóricas y prácticas dictadas por profesionales de la industria del cine en Panamá. Un ejercicio de educación popular que pretende “hacer a los chicos y chicas protagonistas de sus propias ideas, creatividad y trabajo”, explica Pedro Silva, cineasta, creador y director del programa.

“Los que nacimos y vivimos en San Miguelito sabemos que la gente tiene historias increíbles que compartir, pero no solo eso, también son capaces de contarlas si se les da los medios. Eso es parte de la razón de Cine Distrito, una propuesta desde y para el barrio”, apunta Silva, quien cuenta a La Estrella de Panamá como funciona este programa, uno de los ganadores del concurso del Fondo Cine de la Dirección Nacional de Cine (Dicine) del Ministerio de Cultura (MiCultura), que destina recursos a proyectos de desarrollo cinematográfico nacional. Además cuenta con el apoyo de la Universidad del Arte Ganexa, la Junta Comunal del corregimiento de Mateo Iturralde y el Municipio de San Miguelito.

“Los antecedentes de la idea vienen desde hace 10 años, cuando formé parte de la iniciativa de cine itinerante 'Cosmovisión' de Ganexa. Después de trabajar en los rincones más lejanos del país, sentía que debía volver a mi distrito, devolverle todo lo que me ha dado”, apunta el también gestor cultural.

Luego de hacer una convocatoria abierta a jóvenes del distrito interesados en participar, éstos entraron en un proceso de instrucción de cuatro semanas en la que recorren todo el proceso de producción de un trabajo fílmico, hasta concluir un cortometraje. En la primera semana se les enseña preproducción, escritura de guiones y el lenguaje cinematográfico para desarrollar las ideas que al final van a contar. Luego viene una etapa de la producción en la que hacen un desglose del guión a la vez que se trabaja la parte actoral y el casting. Realizan también clases magistrales y talleres para trabajar manejo básico de cámara, composición, los puntos focales, los planos, así como las técnicas de sonido. “Queremos que ellos puedan reconocer la importancia y riqueza del entorno sonoro que encierra un momento histórico del barrio. El cantar de un gallo en la mañana, el golpe de la pala de los trabajadores en la calle o niños jugando en la piscina”, señala.

Ya la tercera semana corresponde al rodaje. “Acá los chicos aterrizan su propuesta en la realidad, con lenguaje cinematográfico, equipo en mano junto a los profesores irán a grabar, dirigir y hacer el cotejo con los actores en escena”, explica Silva, que será un trabajo con actores naturales de la comunidad y profesionales; entre ellos la actriz Miroslava Morales, reconocida por sus papeles en producciones panameñas e internacionales con Sony Pictures Television (EEUU), Caracol y RCN (Colombia).

La última semana se dedicarán a las posproducción y el montaje en las salas de edición guiados por los facilitadores. El cortometraje final será presentado en una gala especial desde la Casa Cultural la 600 en Paraíso, corazón del distrito y donde se desarrolla los talleres.

Y es que empujar un proyecto de este tipo en un distrito popular marcado -no en pocas ocasiones- por violencia, pandillas, pobreza y desigualdad, es un desafío en sí mismo. “Cuando buscamos respaldo y mencioné que era en San Miguelito mucha gente dio la espalda. Pero al mismo tiempo grandes profesionales se sumaron a nuestro equipo, que aún siendo pequeño cree firmemente en el proyecto” detalla Silva.

Entre los nueve profesores y facilitadores se encuentran productoras, directores, sonidistas, editores y guionistas; el 95% nacidos o criados en el distrito.

Pero las dudas no vinieron solo de fuera, sino también hubo algunas desde la propia comunidad. “Esto es un proceso de persistencia que al final busca no solo ayudar a los muchachos sino también transforma el entorno”, destaca Xochil Vergara, cineasta y unas de las facilitadoras en Cine Distrito. “Al inicio hubo aprensiones desde la comunidad, ya que este tipo de proyectos no se realizan en el barrio, pero eso ha empezado a cambiar. Los mismos chicos se han ido transformando y empoderándose, algunos asumiendo roles de liderazgo. Eso lo mira la gente y se identificada con ello”, cuenta la también actriz y productora.

Para Vergara hay que sobrepasar los prejuicios sin ignorar las realidades complejas en el distrito. San Miguelito es la tercera zona más violenta del país tomando en cuenta el porcentaje de homicidios según datos del Ministerio Público; con altos porcentajes de informalidad laboral y en el que salario mínimo no alcanza para cubrir la canasta básica de alimentos junto a otros gastos, la pobreza se profundizado en el distrito. Un panorama agravado por la pandemia de la covid-19, donde varios corregimientos sanmigueleños están entre los regiones de mayor contagios y fallecidos.

A lo anterior se suma una inequidad cada vez más descarnada en medio de los procesos de gentrificación que avanza en toda la Ciudad de Panamá. La construcción en las últimas décadas, de barriadas de clase media alta hacen un contraste de mansiones a poca distancia de casas de zinc sin agua potable y calles de tierra; esto pese a ser el segundo distrito más poblado del país y parte neural de la urbe capitalina. En estas contradicciones, señala Vergara, Cine Distrito encuentra su oportunidad para debatir sobre esas realidades por intermedio del arte y desde la juventud. “San Miguelito es centro de riqueza multiétnica y multicultural. Y aunque en el mismo barrio algunos piensan que nada bueno saldrá de allí, con el proyecto vemos que es lo contrario, hay una cofre del tesoro de identidad y riqueza cultural”.

“El problema es la falta de oportunidades y una oferta cultura coherente en San Miguelito (…) son muy pocas organizaciones que están trabajando el tema, eso hace a Cine Distrito un programa pionero”, sostiene Jorge Martínez, director de Extensión de Ganexa y miembro del equipo de Cine Distrito.

“Desde Ganexa priorizamos que hay que tener una mirada hacia adentro del país, procurando darle oportunidades a los jóvenes, por eso al hablarnos Pedro (Silva) de su idea decidimos darle todo nuestro respaldo”, remarca Martínez que adelanta, parte de los planes es que los cortometrajes de Cine Distrito recorran el circuito nacional de festivales como Panalandia, MetooFest, Bannabafest, Hayah y sin descartar proyecciones internacionales.

Según Silva el programa también pretende abrir un espacio para que los habitantes de San Miguelito se encuentren en su propia diversidad e historia, lo que podría contribuir a fortalecer una identidad “construida desde la lucha del día a día”.

“Esto tiene que ver también con trabajar el autoestima colectivo, es digno venir del barrio. Tenemos un folklore en el que convergen todo Panamá, comunidades indígenas, los grupos afro que llegaron de Darién por el anhelo de una tierra para vivir, la costurera que arribó en los años 50's de Azuero o los migrantes huyendo la violencia de sus países (…) ser de San Miguelito es tener un valor, crecer entre las vicisitudes y vencer aún cuando no apuestan por ti”, apunta el realizador que, inclusive el propio programa enfrenta estos desafíos, al funcionar de momento con autogestión mientras llegan los fondos ganados en el concurso de Dicine y Micultura. “Estamos poniendo de nuestro bolsillo y autogestión por ahora, no ha sido fácil pero confiamos que el dinero prometido llegue”.

Al final, reflexiona Silva, la idea de resistir en pos de tiempos mejores es una identidad del popular San Miguelito, algo que “aflora casi naturalmente” en el trabajo de los jóvenes de Cine Distrito. “Tenemos la ilusión de convertirlo en el primer festival barrial, engalanar los cerros trayendo cine latinoamericano y de grandes realizadores. El distrito nació como un asentamiento informal que consiguió un espacio digno a pulso, resistió la agresión estadounidense durante la Invasión y sobreviven las dificultades. Plantando esta pequeñita semilla junto a la nuevas generaciones, estamos dispuesto a construir ese sueño”.