'Amsterdam', una historia sobre la búsqueda de un nuevo mundo

Actualizado
  • 06/10/2022 00:00
Creado
  • 06/10/2022 00:00
La nueva cinta de David O. Russell trae consigo un vistazo artístico de lo que significa vivir, amar y velar por los demás. La cinta se estrena hoy en Panamá
La cinta logró llevarse a los cines tras más de cinco años en desarrollo.

Por poco más de seis años, David O. Russell ('Joy') estuvo preparando la historia de un trío de amigos que se enfrentan al mundo en medio de la sociedad americana y europea de 1930. Cuando presencian un asesinato, los amigos Burt Berendsen (Christian Bale) y Harold Woodman (John David Washington) quedan envueltos en un misterio que se cuela en las páginas de una reimaginación ficticia alrededor de la asunción de una posible sociedad fascista.

La película también está protagonizada por Robert De Niro, Rami Malek, Andrea Riseborough, Mike Myers, Michael Shannon, Alessandro Nivola, Anya Taylor-Joy, Chris Rock, Zoe Saldaña, Matthias Schoenaerts y Taylor Swift.

Bale, un doctor excéntrico y que busca siempre dar una mano amiga a los veteranos lastimados y olvidados de la guerra, responde ansioso a la misión, mientras que Woodman decide cauteloso cómo adentrarse a la que podría ser la etapa más peligrosa de su vida. Russell es capaz de adentrarnos en la vida de los personajes un poco más allá de lo superficial, pero la cinta se desarrolla a un ritmo lento que muchas veces ocasiona que –si no hemos prestado suficiente atención– los detalles de la trama se nos escapen de las manos.

En medio del caos presentado en la trama conocemos a la enfermera Valerie Voze (Margot Robbie), quien se une a Burt y Woodman en Amsterdam durante un tiempo de alejamiento de la sociedad estadounidense que les esperaba luego de terminada la guerra. Voze es una joven artista, excéntrica y liberal, quien es guiada únicamente por sus emociones y principios, dispuesta a lo que sea por mantener su libertad y ver la vida con muchas facetas.

Cargada de actores y actrices de alto rango, presenta una calidad de interpretación lo suficientemente interesante.

“Me enamoré de ella. Realmente marcha al ritmo de su propio tambor, y su pacto de amistad con Harold y Burt lo es todo para ella. Y yo misma tengo un trío muy cercano similar a este”, comentó Robbie en una conferencia de prensa. “Creo que terminé infundiendo partes de mi misma allí, y eso se refleja en una forma muy auténtica ante la cámara”.

La presencia de Burt, Harold y Valerie es quizá lo único que sostiene la cinta, además de algunas escenas incisivas por parte de Rami Malek (Bohemian Rhapsody) quien interpreta al hermano de Valerie, un filántropo y ejecutivo que busca propiciar “negocios lucrativos” para apoyar a los veteranos de guerra en EE.UU. junto a su nerviosa esposa interpretada por Anya Taylor-Joy (Gambito de dama). Sus interpretaciones parecen blandas al principio, y la historia da vueltas en lo que parece ser un intento por transformarse en un pseudo thriller, pero que nunca aterriza. Para cuando entendemos las razones del comportamiento de ambos, la cinta ha olvidado completamente la razón del por qué existen en la trama y solo nos queda seguir.

No se puede decir que la cinta no cumple con entretener, puesto que para las dos horas de duración hay momentos que capturan la amistad creciente, el primer amor, la búsqueda de uno mismo en medio de una época turbulenta, y la importancia de entender los cambios de paradigmas en los estatus sociales que aún persisten intangiblemente en las sociedades globales. Pero el entretenimiento cede espacio a la introspección en un guion ultraelaborado por Russell y Bale por más de un lustro, lo cual parece haber hecho que muchas escenas y significados se sintieran cargados por un manto denso de sobreexplicación o peculiaridad innecesaria.

En la cinta vemos una fina capa histórica que abarca la entrada de los afroamericanos a las filas de la milicia estadounidense, donde, pese a los tratos y la situación adversa, en muchos existía el orgullo patrio de defender su tierra de ataques enemigos. “Estaba leyendo mucha información sobre la doble victoria y cómo fue para los afroamericanos luchar por este país”, comentó Washington en su intervención. “Tenían más libertades allí [Amsterdam] en muchos sentidos que en su propio país. Cosas tan diferentes como que el Amsterdam Newspaper fue iniciado por un hombre negro en Harlem, son un pilar del que puedes adueñarte y sostenerte durante la película”.

Algo que destaca de Amsterdam es una dirección que muchas veces parece no tener una finalidad clara, sino más bien artística sin querer dar explicaciones a la audiencia. Si bien la historia no tiene grandes giros inesperados, nos presenta una oportunidad para reflexionar sobre las películas “estéticas”, que dan escenas inolvidables desde el punto de vista creativo, sin embargo, poco recordamos diálogos o la importancia de aquellos momentos.

A través de la cinta vemos como el trío de amigos continúa buscando aquel mundo de libertad y nuevos cambios, sin embargo, las acciones se centran en un evento conspirativo político que busca detonar una transformación en la población, alejándose de lo que la historia trata de mostrar: una lucha por la individidualidad y la colaboración colectiva.

Aún así, no podemos descartar el intento de Russell por transmitir una historia de unión y amor fraternal en medio de un mar de cintas románticas y/o de terror que abundan durante los últimos meses del año. La química de los personajes en escena es innegable, siendo que casi todos están interconectados entre sí por terceros, caminos de la vida, entre otros; y desarrollan la capacidad de mostrarse como personas reales, adaptadas a la época y situación en la que viven, siendo difícil para la audiencia separarlos de los actores.

Es complicado definir Amsterdam en una línea, o en un concepto, ya que ni siquiera Russell lo hace o lo exige. La historia tiene altibajos que terminan gastando las energías de los personajes y haciéndonos preguntas que nos costará trabajo responder luego de verla por primera vez. Pero maximiza la importancia del aterrizaje narrativo en el cine, donde cada flecha debe llegar a un blanco, o cerca de uno, y si no, hacer entender que el blanco que esperábamos nunca fue el blanco que pensaba alcanzar.

“Creo que cuando terminamos con esta película, te preguntarás, ¿cuál es mi Amsterdam? ¿Cuál es ese momento en el que tuve emoción, pero también tuve esta gran conexión con los seres humanos que me llevó a un lugar donde pude trascender?”, indicó Malek en una entrevista, “y creo que es una película que hará que el público sienta que, al salir, será algo sagrado mucho después de su estreno. Y sí, resistirá la prueba del tiempo”.

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