De los 2 a los 4 años

POR EDADES. Entre los dos y tres años, el niño empieza a tener consciencia del significado del tiempo.

Hasta ahora sólo había existido el presente y de ahí que interpretara un «hasta luego» como un adiós definitivo; sin embargo, poco a poco entiende que después del día viene la noche, que mañana es otro día? Y por eso también sabe que vas a volver a por él.

Tendrá una pataleta porque interpreta que no quieres llevarle contigo.

Habla con él sobre cómo le hacen sentirse estas situaciones (triste, enfadado, asustado?) y ayúdale a aceptar sus sentimientos, nunca los critiques.

Explícale que tu marcha no significa que no quieras estar con él. Puede experimentar celos, especialmente si le dejas porque tú y tu pareja salen juntos sin él.

No te canses de decirle lo mucho que le quieres, tanto tú como su papá, e intenta transmitirle el mensaje de que son un equipo.

A partir de los 4 años, el niño ya cuenta con una considerable madurez emocional.

Conoce la importancia de los sentimientos y las emociones y también sabe que existen pasado, presente y futuro.

Cuando le obligas a hacer algo que no le gusta (y decirte adiós no le gusta nada), puede que utilice el chantaje para hacerte cambiar de opinión: «me duele la barriga», «un niño me pegó en el parque»?

Dedica unos minutos a jugar o a hablar sobre algo que le guste de verdad. Cuando participe, sonríele, dile que no debe de estar tan malito y despídete con un beso.

Las circunstancias de la despedida también varían. Si tu hijo es un bebé y vas a dejarlo con una niñera a tu vuelta al trabajo, es básico que ambos se conozcan antes, estando tú presente.

Si la separación es de una noche, cita a la niñera una hora antes de salir. Si tu hijo es más mayorcito y vas a pasar un fin de semana sin él, explícale antes qué va a ocurrir y quién se quedará a su cargo.