Para chuparse los dedos

PARA QUE UNA. pasta quede perfecta, debe estar al dente. Esto quiere decir que la pasta no está ni cruda ni muy cocinada sino en el punto perfecto. Así que para saber cuando está al dente, hay que sacar una pasta (codito, espagueti, fettuccine) y ver si en el interior queda un hilo delgado de pasta cruda.

¿Cómo llegar allí?

Primero, hay que dejar hervir una buena cantidad de agua (suficiente para que cubra la cantidad de pasta que se va a cocinar).

Una vez el agua esté hirviendo se debe añadir un poco de sal y agregar la pasta. Pasados unos minutos, cuando ya la pasta comience a ablandarse, se debe revolver para que no se pegue. Después de 10 minutos se empiezan a hacer las pruebas para comprobar el instante en que la pasta está al dente (sin embargo es importante tener en cuenta que el tiempo de cocción de cada tipo de pasta es variable, pues depende del tamaño, el relleno y el espesor). Cuando ya esté en este punto, hay que sacarla inmediatamente del agua porque sino, seguirá su proceso de cocción. Usar una olla pastera es la mejor opción ya que en ella cabe perfectamente toda la cantidad de pasta cocinada. Se deja escurrir totalmente y se pasa a la refractaria donde se va a servir.

Recuerda que la pasta aporta 370 calorías por cada 100 g. Sus principales aportes radican en hidratos de carbono, proteínas, grasas y minerales. También aportan vitaminas.

Tapa la olla solo en los 2/3, no el cien por ciento. El vapor ayuda a que la cocción sea más uniforme. Cuando se saque la pasta de la olla y se ponga en el escurridor, es bueno ponerle agua fría para evitar que la pasta, por el calor, continúe su cocción y pierda su punto. ©PUBLICACIONES SEMANA