Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 18/04/2011 02:00
PANAMÁ. Las lluvias no solo crean inundaciones y tranques. La llegada de la temporada lluviosa, a la que los panameños llamamos invierno, es la responsable de múltiples molestias que pueden ser prevenidas. Una de esas enfermedades tan comunes es la gripe o fiebre alta. ‘Esta se produce generalmente porque nuestras defensas disminuyen durante el cambio de estación. Este es el momento preciso para que los virus, gérmenes y bacterias tengan espacio en nuestro cuerpo, sobre todo en el sistema respiratorio’, comenta el neumólogo César Arturo Villaláz. Este tipo de males pueden ser contrarrestados e incluso prevenidos de varias formas, dice la fuente. ‘Bebiendo suficiente agua, agregando frutas, verduras y legumbres a nuestra dieta y descansando lo mejor posible es una manera esquivar posibles resfriados’. Villaláz recomienda lavarse las manos antes y después de comer. Un detalle en el que hace hincapié el experto es que ‘muchas personas ingieren medicinas por el simple hecho de que se sienten débiles o empiezan a estornudar más a menudo. No se auto medique; vaya a un médico para atender la molestia’.
DE MAL EN PEOR
La llegada de las lluvias provocan también la aparición de hongos. Unos de los más regulares es el famoso pie de atleta. ‘Es una afección muy común entre los deportistas, sin embargo en Panamá se repite con frecuencia porque existen personas que sudan mucho los pies, no le dan tiempo de respirar o son muy poco aseados’, asegura Amauri Castillo, dermatóloga panameña. Para que no le ocurra esta calamidad Maricarmen Jurado, otra dermatóloga, recomienda no usar zapatos cerrados todo el día, entre otros consejos. ‘Evite mantener los pies húmedos, debe secárselos muy bien después de la ducha. Si tiene tiempo, después de secárselos con una toalla de algodón, póngalos cinco minutos frente a un ventilador o úntese un poco de talco especial’.
Si es deportista, debe bañarse con jabón anti bacterial puesto que muchas veces el hongo es transmitido de una persona a otra mediante el contacto en gimnasios.
Otra situación que se prensenta durante el inicio de nuestro invierno son los microorganismos que llegan junto con el agua con la sedimentación que llega a los ríos y lagos, arrastrados por las corrientes provocadas por la lluvia. Para el gastroenterólogo Néstor Pinzón la clave es tomar medidas salubres antes de consumir agua del grifo. ‘Lo que pasa es que no estamos acostumbrados a hervir el agua ni los alimentos. Muchas diarreas pueden evitarse si por lo menos calentamos el agua que bebemos’, concluye.