Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 29/07/2014 02:00
Mario Vargas Llosa, premio Nobel nacido en Perú, aprovecha las entrevistas para retratarse y mostrarnos su envidiable biblioteca en Estados Unidos.Rogelio Sinán regaló parte de sus libros a la Biblioteca Nacional, con todo y esto, quedaron cuartos llenos de obras. Carlos Francisco Changmarín atesoró libros que ni sus familiares conocían. El poeta César Young solo ha dejado un espacio reducido en su apartamento para escribir.
Se cumple en Panamá, en Estados Unidos y en cualquier parte del mundo: los escritores son los mayores consumidores de libros.
El profesor Juan Gómez lee de todo un poco.
En los meses del año en curso ha comprado la última novela de Vargas Llosa, ‘El olvido que seremos’, de Héctor Abad Faciolince; ‘El país de las cosas imposibles’, de Paul Auster; y ‘La vida de las mujeres’, de Alice Munro. En la lista de compras del docente hay dos obras de premios Nobel.
Gómez labora en Dirección de Cultura de la Universidad de Panamá y allí coordina un círculo de lectores. Dice que faltan buenas novelas como ‘El padrino’, de Mario Puzo, o El nombre de la rosa, de Umberto Eco, que al poco de publicarse se convirtieron en clásicos. Gómez, quien asistió a la presentación de la última novela de Vargas Llosa en el Centro de Convenciones Atlapa, considera que es una pieza menor porque ya sus obras maestras están publicadas.
Para la Gómez, la oferta literaria que nos llega al país está limitada por el puñado de best seller que las casas editoriales nos quieren vender.
El profesor Modesto Tuñón este año ha comprado ‘El héroe triste’ de Vargas Llosa, un libro mexicano que sobre de la guerra entre Estados Unidos y ese país en el siglo XIX con un intento de invasión que fue repelido por la acción de una especie de patrulla nocturna fantasmal y ‘Si Frankestein leyera al Quijote’, en donde el autor hace una serie de fichas o relatos sobre diferentes acontecimientos que tienen que ver con escritores y bibliotecas.
Tuñón, quien labora en la Autoridad Nacional del Ambiente, considera que aunque la oferta literaria continúa en crecimiento, al país nos llegan pocos títulos. ‘Muchos literatos premiados no alcanzan a llegar al país pues sus libros o no han sido traducidos o son muy caros. Por ejemplo, en Estados Unidos hay muchos buenos autores; por acá solo llegan cuando son ’best seller”.
El ingeniero José Luis Pittí señala que la literatura es una manifestación intrínseca de los humanos, así que mientras se hable español habrá una literatura hispana abundante.
El cuentista expresa que el Centro Regional para el Fomento del Libro en America Latina y el Caribe de la UNESCO reveló que el mercado del libro en Iberoamérica es de $2,600 millones, de los cuales en Panamá se mueven, sólo entre importaciones y exportaciones de libros, casi $50 millones. ‘La cifra, no es nada despreciable. Falta es el interés por promover esta industria cultural que trae al país indiscutibles beneficios adicionales a los económicos y en otros rubros que este organismo no mide’.
‘Dispara yo ya estoy muerto", de Julia Navarro; "Acabad con esta crisis", de Paul Krugman; "El juego de Ripper", de Isabel Allende; "Ante el dolor de los demás", de Susan Sontang; "El caballero de San Petersburgo", de Mayra Romero; "El último vuelo del Flamenco", de Mía Couto; "Impulsos Tal iónicos", de Ramón Francisco Jurado; "Matar a Lincoln" y "Matar a Kennedy", ambos, de Bill O’reilly, Martin Dugard, son los libros que ha comprado este año Rose Marie Tapia.
Tapia, dedicada al 100 por ciento a la escritura y a la venta de sus títulos, sostiene que los escritores leen a diferentes autores para el enriquecimiento cultural, ‘no así una influencia que modifique nuestro propio estilo’.
El cuentista Leadimiro González se da sus vueltas por allá y siempre se tropieza con rarezas. Este recorrido lo hace los días de quincena. "Las montañas hablaron", "Mis ojos esplendidos" y "Cometas el cielo", de Khaled Hosseini y "Severina", Rodrigo Rey Rosa son algunos de los libros que ha adquirido recientemente.
Carlos Wynter Melo es de la opinión que la literatura internacional, ‘en términos cuantitativos, es más; en los cualitativos, está, cuando mucho, en pausa’.
Sobre los temas preferidos por los creadores, Wynter Melo contesta que la temática es variada. ‘Los autores estadounidenses caminan el sendero de lo utilitario, aquello que el mercado quiere o necesita. Los escritores latinoamericanos insisten en lo histórico y la autoexploración’.
Este año, Wynter Melo, ha comprado ‘Los sordos’, de Rodrigo Rey Rosa.