Crisis arrocera: importación millonaria desata pugna entre productores y agroindustria

La polémica en torno a la importación de 1,1 millones de quintales de arroz en cáscara, programada para agosto, ha generado diferencias en la Cadena Agroalimentaria de Arroz. Productores claman por la anulación de la resolución del 5 de junio, tildándola de “ilegal” y una amenaza directa a la estabilidad de sus precios. En contraste, la agroindustria asegura contar con la infraestructura necesaria para procesar y almacenar este volumen adicional.

Esta profunda división ha forzado la reprogramación de una sesión crucial: la reunión, inicialmente prevista para el lunes 23 de junio y cancelada, se llevará a cabo finalmente el miércoles 2 de julio.

Con un consumo per cápita anual de 154,32 libras, el arroz es el pilar de la dieta panameña. Sin embargo, el país no es autosuficiente y depende de las importaciones para cubrir la demanda.

Fue el 5 de junio cuando Roberto Linares, titular del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), lideró la sesión ordinaria de la Cadena Agroalimentaria del Arroz, donde se dio luz verde a la controvertida entrada del grano.

La decisión ha generado gran inquietud entre los productores, quienes advierten de que los silos actuales carecen de la capacidad para recibir el arroz importado, ya que se encuentran a su máxima capacidad.

Algunos miembros de este gremio, en declaraciones a Ecos del Agro, afirmaron que esta importación “pone en riesgo la actividad” local. Actualmente, los molineros ofrecen $27 por quintal, un precio que, según los productores, apenas les deja un 13 % de rentabilidad, cubriendo a duras penas los costos de producción.

Los productores sostienen que esta importación de 1,1 millones de quintales en cáscara es innecesaria. Basándose en el inventario nacional de arroz, aseguran un abastecimiento para los próximos 3,78 meses, es decir, hasta el 21 de septiembre, fecha en la que ingresa la cosecha.

Además del inventario, se debe sumar el grano proveniente del contingente ordinario de arroz entre Panamá y la Organización Mundial del Comercio (214,104 quintales), así como el derivado del Tratado de Promoción Comercial con Estados Unidos. A esto se añade una importación de 600.000 quintales realizada por los molinos, que pagaron un arancel del 90 %, con un valor de $32 por quintal. Finalmente, se espera la cosecha de las 14.000 hectáreas sembradas al 30 de mayo.

Las diferencias entre los actores de la Cadena Agroalimentaria de Arroz alcanzaron su punto álgido el lunes 23 de junio, cuando una sesión extraordinaria solicitada por el ministro Roberto Linares fue cancelada el sábado 21, aduciendo “compromisos urgentes”.

La Estrella de Panamá obtuvo una misiva del MIDA, firmada por Erick Fidel Santamaría Caballero, coordinador de la Unidad Técnica de las Cadenas Agroalimentarias, y fechada el 21 de junio. Dirigida a Camilo Mendoza, presidente de la Agro Cadena Alimentaria de Arroz, la carta informaba sobre la suspensión de la reunión del lunes 23 de junio. La reunión estaba convocada en las instalaciones del MIDA.

Al ser contactado por este medio, Santamaría Caballero respondió escuetamente: “No tengo ningún comentario”.

A pesar de la cancelación, los productores de arroz (no así molineros ni empresarios) se presentaron en las instalaciones del MIDA. Al no celebrarse la reunión, se organizaron en los predios y expusieron su postura ante los medios de comunicación.

Gabriel Araúz, productor arrocero de Chiriquí, expresó a TVN su preocupación por la importación aprobada: “Toda esta cantidad de arroz exorbitante va a llegar en tiempos de precosecha y cosecha, trayéndonos grandes problemas en la comercialización y pérdidas cuantiosas, como en años anteriores, cuando las importaciones han sido excesivas y los molinos no acopian el arroz de los productores [nacionales] porque están acopiando el arroz que viene de importación”.

En ese mismo despacho noticioso recogió las impresiones de Camilo Mendoza, presidente de la Cadena, quien solicitó la anulación de la resolución.

Productores de la región este de las provincias de Panamá y Darién, que también acudieron a la cita cancelada, denunciaron que se les cerraron las puertas del MIDA. “No dejan entrar ni atienden”, afirmaron los asistentes.

Por su parte, la Asociación Nacional de Molineros de Arroz (Analmo) emitió un comunicado de prensa el 25 de junio, defendiendo su posición: “La agroindustria molinera de Panamá hoy cuenta con suficiente capacidad instalada e infraestructura para recibir y almacenar toda la cosecha nacional y las necesidades adicionales del mercado. Recalcamos el compromiso del sector molinero a recibir todo el arroz de los productores de Panamá, como históricamente se ha hecho”.

Analmo instó a los miembros de la Cadena Agroalimentaria del Arroz a buscar acuerdos que reflejen la realidad del mercado local y sean conscientes de los desafíos globales. “Hacemos un llamado al respeto del Estado de derecho y a que las instituciones competentes asuman con responsabilidad y en tiempo oportuno las decisiones que el país requiere para garantizar la estabilidad del sector”, agregaron.

“Como sector agroindustrial, respaldamos firmemente los acuerdos consensuados y sustentados en datos que garanticen el abastecimiento, la continuidad operativa del sistema agroalimentario y la sostenibilidad para todos los eslabones productivos de la cadena (productores, industriales, comerciantes y consumidores)”, concluyó Analmo.

En línea con Analmo, la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos Agropecuarios y Maquinarias (Andia) también se unió al llamado a la Cadena Agroalimentaria del Arroz: “Desde Andia, hacemos un llamado a todas las partes involucradas —productores, molineros e importadores— a mantener un diálogo abierto, respetuoso y constructivo dentro del marco de la Cadena, con el fin de asegurar un precio justo para los productores, coordinar adecuadamente las importaciones para que no afecten la producción local y garantizar el abastecimiento oportuno y sostenible de arroz para toda la población panameña”.

“La Cadena Agroalimentaria de Arroz ha sido un espacio fundamental para mantener el equilibrio entre productores, molineros e importadores. Su correcta operación permite evitar importaciones en épocas de cosecha, garantizando así la recepción del grano nacional y la estabilidad del mercado interno”, concluyó Andia.