Los amos de otro imperio mexicano

Actualizado
  • 31/08/2014 02:00
Creado
  • 31/08/2014 02:00
La presentación del novelista mexicano en la pasada Feria del Libro fue muy amena

Muchas de las vivencias de Jorge Zepeda Patterson se vieron reflejadas en su primera novela. En la presentación de ‘ Los Corruptores’ explicó las relaciones que existen entre el poder y los políticos, y puso como ejemplo que antes el Tigre Azcárraga se preciaba de que él era un soldado del PRI. Actualmente, el Tigrillo (que es el heredero del imperio de comunicaciones de su padre) sería un general de ese partido porque hoy en día ningún aspirante a ocupar la residencia de los Pinos puede soñar en hacerlo sin contar con el beneplácito de los amos de México. En ese país hay gobernadores que están más cerca de los empresarios poderosos que de sus electores.

La presentación del novelista mexicano en la pasada Feria del Libro fue muy amena. Zepeda, quien se estrenó como novelista con un best seller internacional, ya prepara una secuela a raíz de la experiencia de ‘Los Azules’, un grupo de cuatro amigos que tenían en común que dos de ellos estaban enamorados de la chica que integraba el cuarteto.

Corruptores bajo deconstrucción

La presentación de la novela del periodista y escritor Jorge Zepeda Patterson en la pasada Feria del Libro de Panamá me permitió hacer una deconstrucción de lo que leí al final del año pasado, cuando la fama de novelista de moda lo catapultaba como el ‘nuevo Stieg Larsson’.

La factura de la novela, que relata las vidas de cuatro amigos que cultivaron una especie de cofradía desde pequeños, es impecable. Sin embargo, a raíz de la intervención del autor durante la presentación de la obra he adquirido una nueva visión y otra óptica.

PERIODISMO GRIS

De suave hablar, con una cadencia como si te acariciara con sus palabras, el autor contó que su experiencia ha sido y seguirá siendo la de periodista, en un México que fue gobernado más de 70 años por el PRI, dos sexenios por el PAN, para regresar de vuelta al partido instaurado por Plutarco Elías Calles.

Su libro salió y -así lo señaló el periodista- como una predicción al gobierno de Enrique Pena Nieto, un anticipo a lo que vendría. El periodismo, dijo Zepeda, es de blanco y negro y no permite grises, lo que garantiza la ficción en todos sus matices. La clase política es también gris.

EN CUALQUIER LATITUD

Más allá del caso mexicano, el cuestionamiento planteado por Zepeda se puede aplicar a las democracias de nuestros países. Somos muchos los que celebramos la transición de un gobierno a otro, sin darnos cuenta de que en el fondo el cambio ha sido muy poco, y que las instituciones democráticas que nos debieron haber caracterizado brillan por su ausencia. En su lugar aparecen los poderes fácticos, como el crimen organizado, sindicatos todopoderosos, gobernadores impunes o secretarios súper poderosos.

Antes que en México vivieran multimillonarios que aparecen en la lista de Forbes , y de que la alternancia del poder lanzara a la fama a los Slim y los Azcárraga, entre otros, la pregunta que se hacían los mexicanos era si los políticos del PRI regresarían con la cara lavada y si traerían valores democráticos o no.

Otra interrogante planteado por la novela es que si los procesos democráticos son los más idóneos para que avancen los países como los nuestros hacia el progreso, tomando en cuenta la forma autoritaria como han ido emergiendo las potencias asiáticas. ‘Al novelarlo -señaló Zepeda- se plantean una y otra vez las discusiones que se dan de sobremesa entre políticos y periodistas’.

Bajo un estricto rigor periodístico (y explicando las causas que lo llevaron a probarse a sí mismo que podía escribir ficción) el escritor galardonado con el premio Maria Moors Cabot, el más antiguo reconocimiento internacional de la Universidad de Columbia, explicó que de alguna manera los hechos que allí narra fueron una ‘colcha de retazos de lo que ha vivido en los últimos 20 años, algunos hechos conocidos y otros no tanto, especialmente el que se refiere a la explosión que se verifico en Guadalajara cuando detonaron 8 kilómetros de carreteras a consecuencia de los colectores de gas, hecho que cobró varias decenas de vidas y un sinnúmero de daños materiales. Esta tragedia revelo un escándalo de corrupción como ningún otro y que no pudo reportar porque le faltaron algunas piezas del rompecabezas’.

Como periodista aguerrido se apuró a indagar sobre la causa verdadera que tuvo esa explosión y en su momento lo publicó, lo que causó que fuera llamado a capítulo por el procurador, quien alegó que México estaba negociando un tratado de libre comercio con los Estados Unidos, y -que de haberse sabido las profundidades del drama- los gringos se hubieran salido con la suya al controlar el gas. Las autoridades habían establecido un cerco a la información para que no se conociera la terrible corrupción que representó ese hecho.

Zepeda comentó que se quiso probar después de tanto años ejerciendo el periodismo. Wscribió un relato de ficción como un divertimento.

EL LARSSON AZTECA

Cuando se le menciona a Larsson Zepeda toca la mesa de madera en señal de superstición y dice que espera no correr con la misma suerte, porque de todos es sabido que el sueco murió antes que sus libros fueran publicados.

Aunque, por el momento, el escritor no tiene motivos para preocuparse, ya que ha logrado cosechar las mieles del éxito y lo seguirá haciendo con cada nueva publicación.

El autor de El Presidente , Los amos de México y Los Corruptores finalizó su diálogo con el público con una reflexión acerca de que la sociedad, al aceptar la corrupción, es doblemente culpable, y que la relación de los políticos en el gobierno con los amos del poder es irreductiblemente corrupta. Sin embargo, alberga esperanzas. Aunque no está de acuerdo con la partidocracia que existe en México afirma que las cosas pueden cambiar si se hacen bien, basándose en principios y en el bienestar de la mayoría de los miembros de la colectividad. En el fondo, a pesar de toda la desesperanza presente en la trama, se trata de una historia de amor.

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