Leyendas de Semana Santa

Actualizado
  • 05/04/2015 03:00
Creado
  • 05/04/2015 03:00
En torno a la denominada ‘Semana Mayor’ han surgido varios mitos, una tradición oral que con el tiempo se ha venido perdiendo

Encontramos los orígenes de mitos y leyendas para Semana Santa en las prácticas culturales que se han originado en la cultura popular indoeuropea. Son tradiciones antiguas y variadas, por lo que ha sido difícil ubicar con exactitud un solo ritual común. Al lado de ‘culto positivo’ (el sacrificio) se ha establecido la contradictoria concepción del ‘culto negativo’, consistente en prohibiciones. Distintas lenguas de Asia y Europa reflejan una visión de lo sagrado que engloba tanto lo positivo y lo negativo.

En la lengua cultural indoiranias, la raíz ‘iazh’ designa al culto en general. Etimológicamente significa ‘no ofender’ y ‘respetar’. Similar evolución surge del griego en épocas históricas con el verbo ‘sevasmós’. En germánico antiguo su derivación proviene de los nombres de dioses: teiwa, deywo, guda (que significa respetar las libaciones, acompañando los pactos solemnes).

Es a partir del culto negativo cuando se crea el concepto de ‘religión’ en la mayoría de los idiomas. En latín, ‘religio’ significa ‘escrúpulo, respeto escrupuloso’, en particular lo concerniente a los pactos. Ese culto negativo, de respeto a las tradiciones, solo implicaba la observancia de una especie de Contrato Social entre la divinidad y la comunidad.

LA IRA DE DIOS

Un rasgo común en los textos sagrados de las culturas indoeuropeas era la actitud de camaradería entre algunos sacerdotes y guerreros. Por ejemplo, Krishna y Arjuna en el Bhagavad-gita, Eneas y Venus en la Eneida. Incluso, llegaban a mofarse de los dioses, sin que existiera al respecto temor por su ira, a menos que se violaran las promesas a ellos realizadas.

Uno de los problemas resueltos por los estudiosos de las religiones politeístas indoeuropeas es que no tenían dogmas propiamente dichos sobre el mundo de ultratumba. Todo lo que concierne a la naturaleza de los dioses, el origen del mundo, su devenir, los fines últimos del hombre, se elevaba al rango de mito. La verdad o armonía, que era el valor central del mundo indoeuropeo, concerniente al comportamiento del hombre en este mundo, la fidelidad a los suyos, a la palabra dada y no la versión mitología, de la cosmología, de la cosmogonía que el hombre adoptaba o inventaba.

La categoría de deidades de vida, muerte y resurrección es un método práctico de clasificar a las muchas divinidades de las mitologías y religiones del mundo. Estos personajes nacen, padecen la muerte, un eclipse u otra experiencia similar al fallecimiento, atraviesan una fase en el inframundo, para luego renacer, ya sea literal o simbólicamente.

Entre los dioses que podrían incluirse en esta categoría están Osiris, Adonis, Tammuz, Fénix, Jesucristo u Odín. Las diosas que entraron al reino de los muertos y volvieron incluyen a Inanna (también conocida como Ishtar), cuyo culto se remonta al 4000 a. C., y Perséfone, la figura central de los misterios eleusinos, cuyo culto puede datar del 1700 a. C. (como la diosa sin nombre adorada en Creta).

SINCRETISMO

Como fusión de creencias paganas con cristianas, los días concernientes a vida, muerte y resurrección (jueves, viernes y domingo) se debe guardar la palabra, guardar por temor. Por ende se difundieron las creencias religiosas del castigo, en caso de que no se respetara temerosamente la palabra. Su finalidad es promover la tradición, la asistencia a los cultos, a las iglesias, centros de oración o como se designe la congregación religiosa, imponiendo a las generaciones futuras que esta tradición debe respetarse. España trajo esa tradición oral heredada de la fusión pagana-cristiana.

Entre los mitos y leyendas para esa Semana Mayor se encuentran:

No te bañaras en el mar o en el río porque te convertirás en un pez.

No laborarás ni jueves y viernes sagrado, ni siquiera oficios caseros. Esos días Cristo murió y luchó contra el mal.

No libarás ningún licor, ni celebrarás fiestas, sólo se puede escuchar música sacra (recordar lo sucedido a la Tulivieja).

No celebrarás juegos de azar, (rememorar como los soldados se sortearon las ropas del sacrificado).

No se debe cazar porque el daño se te puede ‘devolver’.

No cortar nada, porque se estaría cortando el cuerpo de Cristo. Salvo el cabello, ya que según la tradición, si el Jueves Santo, a las 3 p.m. te haces un corte de cabello, éste crecerá hermoso durante resto del año.

No subir a los árboles, porque se corre el riesgo de convertirse en mono.

Los bebés que nazcan el Viernes Santo pueden traer el anticristo.

A las tres de la tarde del Viernes Santo (hora en que murió Cristo) nadie debe salir, ni siquiera asomarse a la calle.

Se debe vestirse de negro, caminar despacio y no gritar para no faltarle el respeto a Dios.

Si algún hijo le levanta la mano a sus padres se le puede caer el brazo o convertirse en mula.

Si un hijo saca la lengua a sus padres, la lengua se le puede convertir en lengua de serpiente.

Entre las tradiciones para estos días también está la de no comer carne roja, ayunar, mantenerse en vigilia, etc. Otros, visitan siete iglesias, ofreciendo sus ofrendas en homenaje a los días de vida, muerte y resurrección; algunos pescadores construyen cruces de madera para entrar al mar y asegurar una abundante pesca durante el resto del año. En caso de encontrarse una tormenta, según la tradición, es posible aplacarla si se queman plantas utilizadas durante el Domingo de ramos.

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CREENCIAS

Estas son algunas de las prohibiciones, según la tradición oral.

*Se convertirá en pez la persona que se bañe en el mar o en el río.

* No se libará licor ni se celebrarán fiestas. Sólo se puede escuchar música sacra.

*No se debe subir a los árboles, ya que existe el riesgo de convertirse en un mono.

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