Para documentar un Continente

Actualizado
  • 14/06/2015 02:00
Creado
  • 14/06/2015 02:00
Incluyó dos historias en el texto, una de ellas sobre un guía turístico que le enseña a través del libro la ciudad

El autor de Latidos del tiempo y Entre caobas y flamboyanes comenta que en las publicaciones intentó incluir historias muy humanas, que no sea solo la piedra la protagonista, o el bien inmaterial. Es decir, aquellas historias de cultura y desarrollo, y de cómo la cultura puede transformar la realidad social. En esta línea, al autor le llamó mucho la atención cómo el Casco Antiguo está siendo revitalizado, no solo desde la perspectiva arquitectónica, sino también desde la perspectiva social.

Incluyó dos historias en el texto, una de ellas sobre un guía turístico que le enseña a través del libro la ciudad. Un morador, nacido en el Casco Antiguo que además solía dedicarse a la delincuencia, cumplió 10 años de cárcel y ahora, por medio de un proyecto de revitalización social, es guía turístico del emplazamiento histórico, dominando historias interesantes del Casco, porque de acuerdo con el autor ahora lee, se documenta y habla con otros guías e historiadores. ‘Esa es la visión que la cultura tiene que incorporar hoy en día, una visión esperanzadora, de cambiar realidades', argumenta Bruzón.

En este mismo conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se ubica un proyecto educativo de la Fundación Calicanto, resaltado por el periodista. Se trata de ‘Enlaces', donde jóvenes de barrio en riesgo social son educados para y por el patrimonio pero a través de danza moderna. Un proyecto que para el periodista demuestra que la cultura es una herramienta para la inclusión social, para una convivencia pacífica, para la construcción de modelos de convivencia y de desarrollo sostenibles en el tiempo. ‘Y que realmente cambien un poco esta fisonomía que tenemos todavía en Centroamérica de países violentos', añade el autor, describiendo la visión que se le ha querido dar a estos dos libros.

Ambas publicaciones fueron pensadas para su publicación en línea, por lo cual el formato incluye vídeos de apoyo que, según Bruzón, refuerzan el mensaje. Entre estos videos cortos se pueden ubicar los que retratan la tradición del ritual Congo y los rasgos lingüísticos de los integrantes de este grupo cultural.

‘(Panamá) guarda una esencia muy propia y muy diversa —comenta el autor—; no hay que olvidar que la mayor parte de Centroamérica viene de una raíz más mesoamericana, más del norte, que se empieza a romper más o menos en el norte de Costa Rica, y a partir de ahí empieza una influencia más del sur, con posteriores inmigraciones de poblaciones que le dan un aspecto diverso, rico... La diversidad panameña es una de las más grande que he encontrado en Centroamérica'.

Bruzón ha trabajado, además, con una organización que centra los esfuerzos en el desarrollo local, por lo cual le es fácil identificar la diferencia entre la capital y el resto del Istmo cuando se le pregunta su experiencia. ‘Panamá ofrece claramente esa disparidad entre el desarrollo enorme de la capital con un interior que sigue estando en condiciones de desigualdad evidente; desigualdad, pobreza en algunos casos', apunta. El crecimiento incesante de la capital hacia todas las direcciones, explica, evidencia la necesidad de prestarle atención al tema del desarrollo local en las otras provincias y pueblos.

Luego de haber recorrido Centroamérica y de haber visto de cerca las diferentes culturas que llevan varios años asentados en la región, el autor escogió qué experiencias se publicarían y cuáles no de manera consensuada con las contrapartes, representadas por los ministerios, direcciones o secretarías de cultura de los diferentes países. ‘También ofrecí la posibilidad de incluir un poco esa otredad, esa realidad un poco escondida, que en algunos casos sí he podido documentar', dice Bruzón.

Entre los casos más extremos que podría citar el autor sobre esta intención de resaltar la dimensión humana, menciona una manifestación de un pueblo del norte de Guatemala, de la sierra de los cuchumatanes, un pueblo llamado San Juana Titán donde nadie había documentado visualmente una práctica ancestral. ‘Se trata de una elección de autoridades municipales. Un pueblo basado en valores de honestidad, una elección de autoridades donde no hay papeletas, donde no hay partidos políticos porque se hace al margen de las elecciones municipales', señala Bruzón. Una práctica en la que el autor descubre simbolismos enraizados en el pasado maya, tanto en el calendario como en textos sagrados del Popol Vu. Todo lo que sea incluir esa otredad, esa parte menos visible no sólo fue bienvenido, comenta el periodista, sino también necesario, aunque reconoce que ni siquiera las cientos de publicaciones que hoy circulan sobre la etnografía centroamericana son suficientes.

Confía en que tanto Latidos del tiempo y Entre caobas y flamboyanes sirvan para que otra gente también se anime a documentar, investigar y publicar sobre el patrimonio de la región.

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