Bayano, huellas de un éxodo

Actualizado
  • 01/11/2015 01:00
Creado
  • 01/11/2015 01:00
Hace dos semanas, el gobierno le entregó una compensación a los pueblos afectados por la hidroeléctrica Alto de Bayano

A orillas del Lago Bayano, ubicado a dos horas de la ciudad de Panamá, la cotidianidad se entrega a la pesca artesanal, el nado y la lavandería.

De naturaleza artificial, este cuerpo de agua había sido pensado para alimentar el Canal de Panamá y la hidroeléctrica Bayano. Esta última —que da luz a millones de hogares en el oriente istmeño—, fue una de las razones por las que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó un fallo el año pasado considerando a los pueblos Kuna de Madugandí y Emberá de Ipetí y Piriati como partes lesionadas luego de la construcción de la represa. Un éxodo traumático que aún recuerda la comunidad indígena.

Fue solo hasta hace un par de semanas que el presidente de la república, Juan Carlos Varela, le entregó una compensación económica a estas comunidades: $2,5 millones de dólares.

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