Pros y contras al emprender cultura en Panamá

Actualizado
  • 07/06/2016 02:00
Creado
  • 07/06/2016 02:00
Hace poco se presentó un estudio que posee un subtítulo dedicado a las dificultades y oportunidades para contribuir a la ‘Economía Naranja'

Al menos unas 16 mil personas están ocupadas en la actividad económica definida como ‘artes, entretenimiento y creatividad' en Panamá. Así lo establecía la Encuesta de Mercado Laboral de 2014.

Los datos aparecen citados en el estudio ‘Emprendimiento Cultural en Panamá', realizado en 2015 por María Ángeles Sallé, consultora internacional especialista en igualdad de oportunidades, impulso a la pequeña y mediana empresa y creación de empleo.

En el documento, presentado recientemente en el Centro de Innovación de Ciudad del Saber, se detallan las oportunidades y dificultades de emprender en cultura, un sector que equivale al 0.9% de la población ocupada.

LYANN LEGUISAMO

‘Antes la cultura era solo eventos y actividades puntuales, ahora se está pensando en la generación de comunidades'

DIRECTORA GENERAL DE OPEN ARTS PTY

Aunque ‘pudiera parecer poco significativa' aquella cifra, ‘está equiparada en representatividad a las actividades inmobiliarias o las actividades de información y comunicación', según la publicación de Sallé.

‘LA' Y ‘LAS' CULTURAS

El estudio establece siete principales dificultades identificadas para el emprendimiento cultural en el país. En primer lugar está la ‘Relevancia de ‘la' cultura y de ‘las' culturas'.

‘Sigue prevaleciendo el reduccionismo del alcance de la cultura, sobre todo por parte del Estado', dice el músico y productor Rómulo Castro, citado en el documento.

Esta carencia tiene que ver con la percepción de que la cultura no es relevante, la idea de que la cultura debe ser gratuita y el poco valor que se le da al producto local en comparación con el externo, detalla el estudio. Pero a pesar de la relevancia que se le atribuye a lo de afuera, hay una resistencia a la mezcla, lo cual evita que el país se reconozca como una nación intercultural.

También se esbozan conceptos como la ‘homogenización cultural', que tiene que ver con los mismos mensajes que se reparten tanto en la educación formal como en los medios de comunicación.

GESTIÓN

Otra dificultad de emprender es la ‘Normativa legal y políticas': se necesita una legislación cultural. No hay políticas que promuevan la inversión en cultura porque hay una ‘falta de visión de la cultura como elemento de desarrollo'.

Mientras que, por otro lado se planteó ‘Datos consistentes'. Existe una falta de información estadística sobre la cultura. Esto impide que Panamá ‘esté representada en estudios culturales de calidad para el conocimiento del aporte del sector', detalla el documento.

Un punto a trabajar, según el estudio, es la ‘Educación y capacitación', especificando que ‘el arte en las escuelas no es reconocido ni como eje de la formación de la persona ni como una salida profesional'. La falta de profesionalización provoca la escasa calidad. En cuanto al emprendimiento, hay un elemento que es decisivo y está destacado en esta dificultad: la relación entre creación y gestión. Es decir, una vez que el artista ha creado la obra, es vital un manejo con una estrategia de negocio que haga rentable la creación.

Finalmente, apunta la falta de consolidación de la figura del gestor cultural.

Entre otras dificultades está el ‘Acceso igualitario a la cultura', el ‘Mercado Cultural' —señalado como escaso y con ausencia de instituciones y organismo que apoyen financieramente en la producción—, ‘Infraestructuras y espacios culturales' que promuevan el emprendimiento y la ‘Financiación'.

De todos los emprendedores culturales entrevistados en el estudio, solo un 11.11% confirma que, habiéndola necesitado, encontró financiación pública, frente a un 55.56% que no la encontró, se publicó.

‘La iniciativa cultural en el país se mantiene gracias al esfuerzo artístico, creativo y financiero de los propios agentes culturales, habiéndose naturalizado la idea de que todo el aporte debe recaer sobre sus hombros... y sobre sus bolsillos'.

EL LADO ESPERANZADOR

El documento identifica cuatro principales oportunidades para el emprendimiento cultural.

‘Diversidad creciente y dinamismo cultural' es el primero. Se trata de la ‘fuente de productos culturales con un fuerte sello diferencial si se reconoce y valora como merece'. Lo que actualmente represente una dificultad —aquella ‘homogenización' que ha recaído sobre la cultura— puede ser en realidad un potencial del país como un nicho de emprendimiento en este sector.

El documento cita al Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), en el que se destacó a la ‘economía naranja' y la innovación en general como un factor clave para la competitividad que Panamá está desatendiendo.

ENTREPRENEURS, LA PROMESA

Entre los puntos que despierta interés en este ámbito está la ‘Cantera de emprendedores y emprendedoras culturales'. Es decir, los jóvenes que están a la espera de una oportunidad para desarrollar sus ideas.

Lyann Leguisamo, joven directora general de Open Arts PTY, una articuladora de proyectos culturales —de las primeras fuentes de este estudio sobre emprendimiento— observa que ha habido una evolución en este sector.

‘Antes la cultura era solo eventos y actividades puntuales, ahora se está pensando en la generación de comunidades', sostiene.

Sobre el emprendimiento cultural en la juventud, Leguisamo apunta que una buena cantidad de emprendedores está creando sus pequeñas empresas creadoras, con mayor presencia en el campo audiovisual y de artesanías.

Open Arts PTY, de hecho, está organizando el evento ‘Cultura Naranja 2', una convocatoria de emprendimientos culturales y creativos y que busca ‘personas que tienen ideas o proyectos para solucionar problemas a través de la cultura o para la cultura'.

La siguiente oportunidad que destaca el Estudio de Emprendimiento en Panamá es el ‘Aumento de interés por la cultura'. Ante esto, Leguisamo formula que ‘en los últimos cinco años se han incrementado las posibilidades de presentar proyectos tanto a entidades privadas como públicas', como por ejemplo en la Subdirección de Cultura de la Alcaldía, de la cual está a cargo la gestora cultural Alexandra Schjelderup.

Finalmente, el documento publicó que el ‘Conocimiento y aprovechamiento de las TIC' representa otra de las oportunidades al momento de emprender.

Estas herramientas, que enmarcan el desenvolvimiento cotidiano de la generación actual, tienen impacto en la creación y en la difusión del contenido cultural que se genere, las cuales ‘permiten proyectar exponencialmente una oferta y un mercado con cada vez menos fronteras', concluye.

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