El Palacio de España, 100 años de historia

Actualizado
  • 27/11/2016 01:00
Creado
  • 27/11/2016 01:00
Uno de los edificios originales de La Exposición, testigo de la historia republicana, alberga entre sus paredes la esencia de un siglo atrás

Hoy le faltan al doctor Belisario Porras 30 días para que termine el desastre de su administración que pesa como una lámina de plomo sobre el sufrido pueblo panameño'. Así rezaba La Estrella de Panamá el día en que el Palacio de España abría extraoficialmente sus puertas al público, con la exhibición de 180 obras de artistas españoles en el actual barrio de La Exposición.

Han pasado poco más de cien años desde aquel 1 de septiembre de 1916, en que la inauguración del nuevo edificio venía a representar los lazos de unión entre Panamá y la Madre Patria.

ANTECEDENTES

Habían pasado casi siete meses desde que se inaugurara La Exposición Nacional de Panamá, el 6 de febrero de 1916, una iniciativa que originaría años antes, en la Asamblea Nacional Legislativa, por medio de la Ley 42 del 13 de diciembre de 1912.

En ella se declaraba ‘día de fiesta nacional el XXV de septiembre de 1913, IV centenario del descubrimiento del Mar del Sur por el Adelantado Vasco Núñez de Balboa'.

‘Para conmemorar esta gloriosa fecha' —continuaba el artículo segundo—, ‘se celebrará en la Capital de la República, en los campos cercanos a las ruinas de la antigua Panamá, una Exposición Nacional que durará del 21 de Enero de 1914 al 31 de Mayo del mismo año'.

‘Aunque de carácter nacional, el Poder Ejecutivo queda facultado para dirigir una invitación especial a la Nación española con el fin de que se haga representar en esta Exposición, así como también a los Gobiernos de algunos países vecinos, y a los fabricantes americanos que deseen exhibir en ella maquinaria agrícola moderna', destacaba la Gaceta Oficial de la época.

A pesar de que no se celebraría en 1914 como exponía el decreto, el 25 de septiembre de 1913 Porras colocaría la primera piedra del Edificio de Gobierno en la Exposición Nacional de Panamá, inaugurando oficialmente los trabajos de construcción.

ESPAÑA, LA INVITADA ESPECIAL

Unos meses antes, mediante el Decreto 30 del 17 de junio de 1913, se otorgaría a España un papel protagónico en la Exposición Nacional. Los objetivos principales de la misma establecían ‘robustecer los lazos de unión y amistad que existen entre Panamá, España, nuestra Madre Patria, y los países hermanos de este Continente'.

Pero una serie de eventos influyeron en que no se diera como se tenía planeado. Entre estos, la Primera Guerra Mundial.

El documento Exposición de Panamá 1916 publicado en esa fecha para darle publicidad al evento, presenta fotografías y breves descripciones de los edificios erigidos con motivo de la actividad. Entre ellos, el Palacio del Gobierno, el Palacio de Bellas Artes, el Palacio de Cuba, el Pabellón de Agricultura, el Pabellón de Instrucción Pública y el Pabellón del Comercio.

Al referirse al Pabellón Español o Palacio de España, lo describe como ‘uno de los edificios más hermosos y de más solida construcción', con un estilo severo y sencillo e interiores acondicionados para la exhibición permanente de productos comerciales procedentes de España.

Sin embargo, el boletín aclara que el edificio no abriría sus puertas ese 6 de febrero.

‘Desgraciadamente, las graves dificultades en que se han visto envueltas todas las naciones europeas por la tremenda guerra del presente, han frustrado por el momento el propósito de la nación española e impedido que el edificio sea inaugurado…', detalla.

‘EL PODER EJECUTIVO QUEDA FACULTADO PARA DIRIGIR UNA INVITACIÓN ESPECIAL A LA NACIÓN ESPAÑOLA CON EL FIN DE QUE SE HAGA REPRESENTAR EN ESTA EXPOSICIÓN'

GACETA OFICIAL, 19 DE DICIEMBRE DE 1912

PALACIO DE ESPAÑA

El 1 de marzo de 1915 se iniciaría la construcción del edificio en que actualmente se alberga la Embajada de España.

Este se realizaría en la Plaza de Cervantes (actual Plaza Porras), en una parcela cedida al Reino de España el 1 de diciembre de 1914, por un periodo de 99 años en régimen de arrendamiento, según detalla el sitio web de La Embajada de España en Panamá.

El trabajo, a cargo del ingeniero panameño Florencio Harmodio Arosemena, costaría 104 mil 559 dólares de la época.

Tras el cierre de los actos de Exposición en 1917, el Palacio de España sería destinado a uso conjunto de la ‘Legación de España': Consulado, Cámara Española de Comercio y Museo Comercial Español.

Como recoge un documento preparado por el ex embajador de España en Panamá, Jesús Silva Fernández (2010-2015), el Palacio comenzó a ser un edificio emblemático en el que se celebraban actos de sociedad.

UN BREVE LAPSO

Desde 1941 y por diez años, las relaciones entre Panamá y España sufrieron algunos contratiempos. El 10 de noviembre de 1941, la agencia de noticias United Press publicó lo siguiente: ‘El gobierno de Panamá declaró hoy a Carlos Arcos y Cuadra, Conde de Bailén, ministro español, persona non grata'. Esto se dio tras declaraciones atribuidas al Conde el 3 de noviembre, en que decía: ‘No veo por qué este país celebra su independencia ahora bajo la bota yankee'.

Esto provocó su expulsión del país, a través de un decreto firmado por el entonces presidente Ricardo Adolfo de la Guardia.

Más adelante, el 30 de junio de 1945, según reportó la agencia The Associated Press (AP) , el gobierno de Panamá rompió relaciones con el gobierno de Francisco Franco en España.

No fue hasta el 23 de marzo de 1951 que ambas naciones reestablecieron sus relaciones diplomáticas, durante la presidencia de Arnulfo Arias Madrid y ‘con el beneplácito de los Estados Unidos', tal como detalla el historiador César del Vasto en su artículo ‘Panamá en la guerra civil española'.

EL PALACIO HOY

‘Los edificios originales de la exposición... tenían formas derivadas del historicismo tardío. Hoy solo quedan tres: el palacio de España, que hoy es la embajada española, y los palacios de Gobierno y de Bellas Artes', señala el arquitecto Eduardo Tejeira Davis en su libro Guía de arquitectura y paisaje de Panamá .

El edificio se ha mantenido relativamente intacto, tanto por fuera como por dentro.

Se han mantenido las paredes revestidas con azulejos importados de Sevilla, con estilos moriscos y árabes, las puertas de caoba, las lámparas de estilo inglés y la mayoría de los pisos originales.

Algunos elementos arquitectónicos que se habían perdido, se recuperaron en la última remodelación que finalizó en 2012, explica el trabajo de Silva Fernández.

Actualmente se lleva a cabo un trabajo de reparación de las filtraciones y restauración de la losa del edificio.

En la primera planta del edificio se encuentran el despacho del embajador y los servicios consulares. En la segunda planta, la residencia del embajador y la zona oficial que comprende los salones verde, amarillo, rojo y el comedor.

En 2012 tuvo lugar la última exposición que se organizó en el Palacio de España, ‘Objetivo Testigo. España Panamá: una Historia en Imágenes', que recopiló los últimos 30 años de la relación entre ambos países.

Desde entonces, este tipo de muestras se exponen en el Centro Cultural de España - Casa del Soldado (Casco Viejo), que se inauguró en 2013.

LA EXPOSICIÓN A FUTURO

Actualmente a la Exposición Nacional de Panamá se le relaciona menos con el tema de la hispanidad y más con la inauguración del Canal Interoceánico.

Una de estas referencias las hace el historiador Jorge Conte-Porras, al mencionar los eventos del 6 de febrero de 1916 en su libro Calendario de la nacionalidad .

En él detalla que ‘el Presidente Belisario Porras declara inaugurada la Exposición Internacional de Panamá, conmemorativa de la inauguración del Canal Interoceánico.

Tal como subraya el portal digital de La Alcaldía de Panamá, el área donde se encuentra el edificio presenta hoy en día un deterioro general del espacio y una pérdida paulatina del carácter original de La Exposición.

Siguiendo esta línea, el organismo estatal trabaja en un plan de protección y rescate del valor histórico y patrimonial del sector.

Detractores de ‘La Exposición'

Iniciados los trabajos de La Exposición Nacional estalló una declarada oposición en contra de la obra emprendida. Detalla el documento que se hicieron apelaciones al Poder Ejecutivo para que se destinara a otros usos los edificios y se indemnizara a las naciones extranjeras que ya habían comenzado a construir sus pabellones. Así lo recoge la monografía ‘Exposición de Panamá 1916'.

En julio de 1914, La Estrella de Panamá publicó varias críticas contra la empresa. ‘Panamá sólo puede exponer pájaros disecados, muestras de maderas y una familia nativa indígena. Hará, por consiguiente, un papel ridículo ante el mundo', expresaba.

‘Es un error haber elegido ‘El Hatillo' para emplazar la Exposición por ser un lugar excéntrico, insalubre y rodeado de viviendas de negros antillanos', agregaba en su edición del 29 de julio.

Narciso Garay, quien fuera Presidente de la Junta Directiva de la Exposición, combatió algunos de estos ataques diciendo: ‘Si es cierto que Panamá sólo puede exponer pájaros disecados, es porque también puede exhibirlos vivos'. A su vez, aseguró que los grandes trabajos de saneamiento practicados en El Hatillo hacían ‘inadmisible la tacha de insalubre arrojada sobre la propiedad'.

Agregando que ‘en cuanto al vecindario de los negros antillanos, es inevitable en la ciudad de Panamá y hasta en la Zona del Canal, que es cuanto se puede decir. No hay que ser más realista que el Rey, ni mucho menos cuando la raza de color predomina en Panamá'.

Terminados los trabajos deI Canal, al que estaba vinculado el comercio del país, se sintió un golpe a la economía nacional.

‘La obra de la Exposición parecía condenada a un fiasco irremediable. Los oposicionistas se ufanaban como profetas infalibles y redoblaban con atendibles razones sus juicios sobre la inoportunidad deI certamen', expresa el boletín.

A esta complicación se sumó la noticia del estallido de la guerra europea, lo que impidió la concurrencia de algunas naciones que habían prometido asistir.

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