Egresados panameños no llenan las expectativas empresariales

Actualizado
  • 19/03/2019 01:00
Creado
  • 19/03/2019 01:00
Especialistas detallan las carencias que impactan la inserción en el campo laboral

El título universitario dice que están preparados, pero la realidad demuestra lo contrario. ¿Qué le hace falta a los recién graduados para ingresar al campo laboral?

‘Desde hace mucho tiempo venimos recalcando que el producto que está saliendo de las universidades tiene una brecha grande con respecto a lo que el mercado de empleo está pidiendo, ni siquiera exigiendo', asevera Carmen Sealy de Bronce, presidenta de la Asociación Nacional de Profesionales de Recursos Humanos de Panamá (Anreh).

Las dificultades para incorporarse exitosamente al universo laboral pueden ser el resultado de diversos factores, pero en su mayoría se deben a las carencias en la formación académica, en habilidades o en el entusiasmo de la persona.

El estudio ‘Diagnóstico de crecimiento de Panamá' (2017), elaborado por Ricardo Hausmann, Luis Espinoza y Miguel Ángel Santos, del Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, destaca que la juventud panameña ha tenido uno de los peores desempeños (en matemáticas y ciencias) en el mundo, cuando se trata de pruebas comparables internacionales de competencia, restándole aptitudes a la hora de llenar una vacante.

Estas carencias no solo se reflejan a nivel de conocimiento, explica Sealy, sino que también en destrezas, que deberían ser propias de un profesional, sin distinción de la especialización.

‘Lo más grave es la falta de habilidades que no son cognoscitivas, sino actitudinales, las llamadas habilidades blandas, esas que no se forman ni en la escuela ni en la universidad ni en ninguna entidad académica', comenta la presidenta de Anreh.

El desarrollar o no estas actitudes innatas, talentos y capacidades con las que toda persona cuenta para realizar con éxito determinada actividad, trabajo u oficio, es una decisión personal ligada estrechamente a costumbres o cultura.

‘No es que nuestros universitarios no tengan esas habilidades, es que no los estaban formando para que fueran parte de su desempeño diario', expresa Sealy, a la vez que argumenta que años atrás estas competencias ‘no eran imprescindibles y tanto empresarios como profesionales no buscaban su desarrollo'.

‘Hoy tenemos más multinacionales en Panamá, mucha más mano de obra extranjera directa, lo que ha aumentado las exigencias y evidenciado la falta de educación y formación en estos temas', apunta Sealy.

UN TEMA COMPLEJO

Para Claudio Rama Vitale, ensayista, economista y profesor uruguayo especializado en temas de gestión y políticas de educación superior de América Latina, la inserción del universitario al campo laboral va más allá de las habilidades, destrezas y competencias.

‘El problemas es más complejo', enuncia el también director del Doctorado en Educación de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad del Istmo.

Para explicarlo, Rama describe la educación como un puente entre el conocimiento y el mercado de trabajo.

Expertos en educación superior y ‘marketing' individual

‘Este nexo está desequilibrado, pues los conocimientos no están acordes con lo que requiere el campo laboral', manifiesta.

‘En el último tramo del puente, en dirección a un puesto de trabajo, hay que saltar, es decir, tomar un curso o alguna práctica que llene algo de las carencias', añade.

‘Antes, como no habían tantos profesionales, las empresas capacitaban a aquellas personas que no tenían las habilidades requeridas; ahora hay tanta oferta que la empresa ya no quiere pagar la actualización', subraya.

Adriana Angarita, presidenta de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá (Auppa), afirma que para lograr dar ese paso de experiencia y adquirir ciertas habilidades que el egresado requerirá a la hora de ocupar un puesto de trabajo, las prácticas profesionales se han vuelto un día a día en las universidades.

Explica que se está trabajando de la mano del sector productivo para brindar ese espacio de experiencia y que ellos mismos validen y evalúen a los estudiantes para una mejor empleabilidad.

‘Sin duda —señala Angarita— tendrá mucho que ver con la actitud del estudiante, con la forma que llevó su programa académico y con algunos presaberes'.

EDUCACIÓN SUPERIOR EN LA ERA DIGITAL

Estamos inmersos en la era de la digitalización, fenómeno que implica un cambio radical en la educación. Precisamente, en esta área, Rama reconoce que hay una ‘laguna'.

‘El segundo problema es que ese puente está en una transición. Los sistemas educativos no están montados en la lógica del mundo digital, del trabajo digital... Hoy todo profesional y carrera universitaria debería tener competencias y capacidades en programación, no sólo manejar el paquete Office. Esto es un lenguaje universal', apunta Rama.

Las universidades están experimentando importantes cambios inducidos por las tendencias tecnológicas. ‘No pueden seguir siendo estructuras de información con tecnología vieja y con conocimiento viejo', enfatiza Rama.

El ‘mayor problema' de estos centros de estudios —añade Rama— ‘es que solo se miran ellos mismos y no miran el mercado de trabajo'.

Esto ‘no significa que la educación debe responder exactamente a las competencias de hoy, en mercados cambiantes, pero no puede la educación establecerse sin dialogar con el mercado de trabajo, empresarios y corporaciones', advierte el docente.

PANORAMA NACIONAL

Rama, quien fungió como director regional de la Unesco y asesor de las universidades privadas en Panamá, considera que ‘el istmo tiene que continuar el proceso de diversificación pública y expandir el sistema'.

‘Se necesita más oferta educativa en el interior del país y no necesariamente a través de sedes', dice.

A la vez, cuestiona que Panamá tenga un estándar de educación para las universidades públicas y otro para las privadas.

‘Que las universidades públicas fiscalicen y controlen a las privadas y a ellas nadie las controle, creo que es un sistema que no corresponde. Todas deben cumplir estándares mínimos de calidad', enfatiza.

Más allá de los análisis ‘en el deber y en el haber Panamá ha avanzado mucho. La cobertura sigue avanzando', resalta.

Sin embargo, destaca que ‘el país necesita un mejor sistema de información, probablemente un centro de estudios de la educación superior y del mercado laboral que integre el sector público y el privado'.

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