El piano, una legendaria fuente de emociones

“Dadme el mejor piano de Europa, pero con un auditorio que no quiere o no siente conmigo lo que ejecuto, y perderé todo el gusto por la ejecución”, Wolfgang Amadeus Mozart, compositor y pianista. Conocido simplemente como Mozart, es un referente obligado del piano, convencido de que la melodía resultado del toque del piano, un instrumento de teclado y de cuerdas percutidas, fusionada a la pasión, pueden hacer llorar al más insensible de los humanos.

No es para menos. Aunque los estudios científicos no son concluyentes en cuanto a cómo la música de piano produce emociones diversas en el ser humano, lo que sí se ha comprobado es que tiene efectos en el cerebro.

La revista Nature publicó una investigación realizada en la universidad de Winsconsin, Estados Unidos, que se basó en que los estudiantes de esta institución de enseñanza escucharon durante diez minutos la sonata en re mayor para dos pianos KV 448, y se concluyó que obtenían mejores respuestas en pruebas de razonamiento. A este fenómeno se le conoce como “efecto Mozart”.

Nils Frahm, un joven pianista de 37 años, se introdujo en la música a una edad temprana, aprendiendo a tocar el piano en su infancia y asimilando tanto los estilos del piano clásico como los de compositores contemporáneos. Inspirado por su pasión y el valor social del toque del piano, funda el Día Mundial del Piano con el propósito de crear una plataforma para proyectos relacionados con este instrumento. La celebración toma lugar el día número 88 del año (28 de marzo, 2020), a razón de la cantidad de teclas del instrumento.

Para Ana Teresa Pedrosova, presidenta de la Asociación de Pianistas de Panamá, “con el piano, el amor surge a primera vista o luego de varios romances; pero si es algo que ocurrirá, no importa cómo emerja, sino lo que nos ayude a multiplicar el maravilloso repertorio de todos los compositores que les han dedicado su creación”.

Panamá cuenta con importantes iniciativas encaminadas a cimentar el arte de tocar este instrumento, desarrollado por Bartolomeo Cristofori en el siglo XVIII. El Concurso Internacional de Piano ciudad de Panamá, creado por Nelly y Jaime Ingram, en 2004. Se realiza cada dos años y ofrece a la población joven la oportunidad de valorar, conocer y disfrutar la música universal.

Su última versión tuvo lugar del 15 al 21 de octubre de 2018, tras ser suspendido en septiembre de ese año, después de que la titular del entonces Instituto Nacional de Cultura (Inac), Janelle Davidson, confirmara la falta de fondos para su ejecución.

El pianista Chun Wang, de 22 años, oriundo de la República Popular China, se alzó con el primer lugar de esta octava versión del evento cultural, que contó con la participación de talentosos jóvenes procedentes de Europa, Asia y Rusia.

La Asociación de Pianistas de Panamá se une a la faena de promover el valor de este instrumento y celebra el Festival de Piano de Panamá. También realiza el concurso juvenil para niños de 6-18 años, y de adultos de 19-24 años. En una entrevista para Platea Magazine, el reconocido pianista vasco Joaquín Achúcarro, quien dio su primer concierto a los 13 años de edad, reconoce que lo más complicado a la hora de iniciar la carrera de piano es “¡todo!”. “Quizás es saber claramente qué es aquello que quieres transmitir y cómo lo quieres transmitir, obviamente. De lo que tú ves en la partitura, de lo que tú crees que el compositor ha querido decir en ella, y lo que luego tú tienes que transmitir al que te está escuchando desde la fila 23 y que está pensando en lo que ha bajado o subido la bolsa ese día, ¿cómo lo puedes hacer llegar a través de un instrumento que tiene unas leyes inamovibles y que puede producir millones de sonidos distintos?”, detalla Achúcarro a Platea Magazine. El artista de 87 años de edad, con más de siete décadas tocando el piano ha recorrido las salas de conciertos de 63 países.

La historia cuenta con un importante semillero de pianistas que han marcado el camino del éxito en este arte. Grandes maestros de la música dedicaron su vida al piano, no solo en la música clásica, sino también en otros géneros.

Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791). Es considerado uno de los primeros grandes maestros del piano. Fue uno de los músicos más influyentes de la historia. Empezó su carrera como intérprete, pero también fue un destacado autor. Ludwig van Beethoven (1770-1827), considerado uno de los compositores más importantes de la historia de la música cuyo legado ha influido de forma decisiva en la evolución posterior de este arte, comenzó a tocar el piano bajo las rigurosas órdenes de su padre. Durante su vida adulta luchó contra la sordera. Algunas de sus obras más importantes fueron compuestas durante los últimos 10 años de su vida, cuando ya no oía.

La lista de los grandes del piano no es pequeña y Franz Peter Schubert (1797-1828) se ganó su lugar en ella. Este compositor austriaco siguió el modelo de Beethoven y la historia lo registra como un gran compositor de lieder (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la canción moderna).

A Felix Mendelssohn (1809-1847) se le apodaba el “Mozart del siglo XIX”. Debutó en un escenario a los nueve años y comenzó a componer a los 10, fue uno de los niños prodigio de la música al igual que Frédéric Chopin (1810-1849) quien a los siete años de edad compuso su primera obra. A los ocho años tocaba el piano con maestría, improvisaba y componía con soltura.

En la década de los 90 destacaron Claudio Arrau (1903-1991, Chile), Shura Cherkassky (1911-1995, Estados Unidos), Wladyslaw Szpilman (1911-2000, Polonia), Benjamin Britten (1913-1976, Reino Unido), Sviatoslav Richter (1915-1997, Rusia), Emil Gilels (1916-1985, Rusia), entre otros.

El instrumento musical de cuerda más antiguo relacionado con el piano es la cítara, cuyo origen se remonta a la Edad de Bronce. El monocordio fue un instrumento posterior a la cítara. Más tarde se inventó el salterio, un instrumento construido sobre los principios de la cítara. Durante la Edad Media hubo varios intentos de crear instrumentos de teclado con cuerdas percutidas. La invención del piano moderno se atribuye a Bartolomeo Cristofori. Como instrumento de cuerda con teclado, el piano es similar al clavicordio, desde el punto de vista organológico, y al clavecín, en términos estético-musicales.

Richard Wagner decía: “La música empieza allí donde termina el poder de las palabras”. Las grandes leyendas, los modernos y los pianistas emergentes con su talento y pasión dan al mundo una herramienta que influye positivamente en las emociones del ser humano: la melodía que emana del piano. A través de diversas iniciativas, los gobiernos del mundo promueven el desarrollo de este arte.