Cebaldo De León, en busca de Panquiaco

Actualizado
  • 24/05/2020 00:00
Creado
  • 24/05/2020 00:00
El antropólogo guna es el protagonista del recién estrenado filme de Ana Elena Tejera, 'Panquiaco'. Una linda experiencia para el actor novato
Cebaldo De León posa delante del afiche de la película ‘Panquiaco’

El destino hizo que en una conversación surgiera el nombre de Cebaldo De León cuando Ana Elena Tejera empezaba a esbozar un nuevo proyecto con la figura del hijo del cacique Comagre, una figura histórica de la que poco se ha dicho. Este encuentro hizo girar al proyecto por completo. Pero dicen que nada ocurre por casualidad. Cebaldo De León, Inawinapi, reponde algunas preguntas sobre su experiencia a La Estrella de Panamá.

- Eres el protagonista de una película. ¿habías actuado anteriormente? Cuéntame cómo te involucraste en este proyecto...

-No, es la primera vez como “actor” de cine. Una linda experiencia. En realidad es la segunda vez que colaboro con Ana Elena. Un linda historia de colaboración que creo en la pagina del Festival, la ha contado muy bien. Fue por intermedio de una antropóloga catalana, Mónica Martinez, que le habló de un kuna que vivía en las Europas, y que podía ser interesante conversar con él, sobre su proyecto (inicial sobre un documental sobre Panquiaco. “Donde está la estatua de Panquiaco”. Y pocos días después, Ana Elena, que vivía en Barcelona estaba en mi casa, y nació una amistad y colaboración en este plan, como en un concurso que estaba en TVN, sobre las cosas interesantes de Panamá. Y así nació "La Mola de Lucia/Luciamor". 18 minutos llenos de poesía y colores sobre este arte mayor, que es la Mola. Y en este periodo, Panquiaco ya andaba dando sus primeros pasos, y también tomando otro rumbo, tanto de guion, como estructura, historia… hasta eso que tenemos como y que es “Panquiaco”, y que fue filmado en Panamá y Portugal.

-La historia trata sobre la nostalgia y la añoranza por tiempos pasados.  ¿Qué tanto de ti mismo se refleja en esta cinta?

Entre la nostalgia y la añoranza, pero también de un viaje posible a lo que no se sabe donde nos llevará estas reflexiones. Es un viaje, a lo interior de uno, una búsqueda de caminos posibles, alguna cura para la melancolía. El querer volver, a un “notiempo”, pero al mismo tiempo, un viaje posible.

No siendo una “autobiografía”, claro, que algo de uno se va contando, los viajes internos de uno. Y los otros viajes más físicos. La distancia y las nostalgias. El saber si mi mundo de infancia existe, o donde se fue´? Y como curarlo, ya que puede ser una “enfermedad” o un dolor.

Yo vivo y he vivido, entre varios mundos , entre varios universos culturas (kuna, español, ruso, portugués, panameño, gallego... y ahora inglés) y como un ser emigrado, siento el desarraigo y a veces una cierta falta de conexión física, cognitiva, emocional y sentimental con mis primeras raíces, y que me ayuden a adaptarme a los cambios , al mundo, y crecer. Y eso también busca el personaje, una “búsqueda espiritual en su base vital” y restablecer una conexión con sus antepasados y ancestros, y revivir como humano. Y por eso la búsqueda de terapias. Como el baño medicinal. 

El estreno de la cinta fue en el Festival de Cine de Rotterdam
-¿Ha cambiado tu vida y tus puntos de vista tu participación en este proyecto?

-Lo que me ha despertado son muchas cosas nuevas, aprender el valor del cine, de los guiones, de la tarea de diálogo intercultural que se realiza o se puede a través del arte, de la creatividad desde nuevos soportes. Y desde entonces he empezado a escribir breves historias y guiones, y posible trabajo futuro. Y haber estado casi un mes, en mi comunidad, me enseñó historias que ya no habitaban en mí, me ayudó a reencontrame. Fue como una terapia, fuera del propio filme. Inlcuso a gustar más del río que del mar, a volver a sentir la selva, algunos rituales. Fue muy rico.

-¿Piensas que ha influido en la comunidad de Ustupu esta producción?

-Habrá que preguntar a los comuneros, ya la comunidad está acostumbrada a realización de trabajos cinematográficos, mismo antes de "La Mola de Lucia". Fueron muy generosos, y seguro están a espera de ver el resultado, que a veces no es igual a sus expectativas. O sea, interesante era que viesen la película, y escuchar sus comentarios.

Yo creo que en realidad quien ha ganado más en todo eso, soy yo, como un aprendizaje. Y el equipo en aprender en medio de una comunidad, donde muchas veces los códigos de vida, funcionan diferente. El tiempo, el espacio, la palabra.

-¿Quién fue, quién es y qué representa para ti –y para el pueblo guna- Panquiaco?

-Históricamente, fue el guía de Vasco Núñez de Balboa, o sea el “culpable” de que Balboa “descubriera” el Mar del Sur. Hijo del gran jefe Comagre. Su nombre en lengua kuna es Bab Giakua. Abre el camino para que los conquistadores continúen en su búsqueda de oro. Y con ello todo el dolor que vivieron nuestros pueblos.

Y Panquiaco desaparece de la historia oficial, mientras Balboa, inunda libros, calles, medallas, películas, es héroe para muchos, villano para otros. Y por eso la idea de Ana es maravillosa, como riesgosa... ¿cómo crear este personaje desde una metáfora de la melancolía, del destierro y del posible regreso? Al final,  ¿no será Panquiaco el ser que llevamos por dentro, los panameños, como también el mismo Balboa? Y creo que no es para responder estas preguntas, es para que nos acompañen en este viaje y cada uno encuentre sus respuestas o caminos.

Para el pueblo kuna, es hoy uno de los seres que llegan a vivir no solo en el pasado, sino en las dudas y preguntas del presente. Es una película, circular, maravillosa por eso. Y una muestra del dialogo intercultural, como posibilidad y urgencia de una Panamá plural y creativo y solidario.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus