El alma de 'Puente del mundo corazón del universo', la pintura del Salón de la Paz

Actualizado
  • 01/06/2020 00:00
Creado
  • 01/06/2020 00:00
Ureña Ramos es en el segundo pintor panameño en ingresar su arte al palacio presidencial, después de Roberto Lewis. Explica al detalle lo que representa cada pincelada de su lienzo
La franja canalera

El enlace que el istmo de Panamá ha tenido con su construcción histórica y su identidad nacional, ha estado sujeta a su posición geográfica, convirtiéndose en un lugar de encuentro de muchas culturas. También influye la división de sus entrañas por un canal interoceánico –que polariza su vida republicana–, en un registro histórico de luchas por la conquista de un territorio que resulta unido y soberano.

Son estas las motivaciones para que sea la zona canalera de la república de Panamá, el escenario donde encaja el contenido de este mural.

La pieza denota la idiosincrasia del pueblo panameño.
Puente del mundo, corazón del universo

Es el encaje parsimonioso de las referencias históricas, todo el motor que mueve esta obra. La certeza de la patria unida bajo la mirada de un día conmemorativo, donde todos los panameños nos encontramos reunidos bajo un puente imaginario que une al mundo, que es, con mucho orgullo para tantos panameños “el corazón del universo.”

De ahí que el título del autor literario veragüense Ignacio (Nacho) de Jesús Valdés, 'Puente del mundo y corazón del universo', fue el escogido para encabezar la obra, que, a manera de lema explicativo, se une a toda la escena pictórica, remembrando la idiosincrasia del pueblo panameño, y que usted encontrará en la parte central, a manera de recibimiento del espectador.

Alegorías a la identidad y a la nacionalidad

Una carreta interrumpe la escena, con personajes en fiesta (seis personajes), que llegan a la celebración en el canal, vistiendo las polleras nacionales; mientras que debajo de ellos, 14 figuras de personas y músicos se agregan en ese paseo que los conducirá a la celebración de este maravilloso día conmemorativo.

La mayoría de los personajes buscan la mirada de quien se encuentre frente a esta tela –tratando de capturar al público– en busca del intercambio por un íntimo diálogo personal. Ellos interrumpen la escena, sorprendidos e interrogantes; son mulatos, chinos, campesinos, negros, blancos, que unidos transitan acompañados de sus instrumentos musicales y de su música popular criolla.

En realidad, trato de filtrar las condiciones únicas que, bajo las bases de la multiculturalidad, nos han caracterizado como una nación. La integración multirracial ha delineado un recorrido muy interesante sobre la definición de la identidad panameña. Que, a mi juicio, sigue vigente por ser un país que continúa absorbiendo culturas de todas partes del mundo. Definir la identidad frente a los retos de la globalización toma puntos de referencia, que en territorio istmeño son pernios que difícilmente encontraremos en otras sociedades... por eso quedan por definir. Es así que, esta parte del mural está dedicada a la identidad nacional.

Sobre la carreta se encuentra la representación de un ángel, con semblanza de los individuos de los pueblos originarios que, surgiendo de la jungla desde su mano derrama aire (vacío), tierra, lluvia y agua, elementos de la mística apasionada y altruistas de nuestras culturas originarias.

En el fondo se nota el cerro Ancón con la bandera flameante, en representación de la alcanzada soberanía; a su lado, Ascanio Arosemena ensombrerado, representado en las semblanzas de un ángel suspendido en el cielo. Él acerca una casa posada en su mano y a la soberana bandera, remembrando el sueño de las luchas de patriotas que querían conquistar una zona canalera para que, ese lugar una vez conquistado, fuera la casa para todos los panameños.

El alma de 'Puente del mundo corazón del universo', la pintura del Salón de la Paz

Bajando se hallan otros dos ángeles 'acholados', uno señala el cerro Ancón, indicándonos que la lucha no fue en vano. El otro, en su cabeza, la tierra fértil donde nacen los árboles y en la otra mano una canoa, con dos figuras antropomorfas y un personaje que guía la canoa, sintetizando el mensaje de la lucha en la defensa de la biodiversidad. Los tres ángeles son el reconocimiento a las solitarias lágrimas, a los confinamientos y a la lucha de todos aquellos que permitieron el Panamá de hoy.

La sabiduría

Una gran figura se enaltece gloriosa, levantando una corona de flores, dando vigorosidad rítmica y preciosidad armónica a todo el mural. Es la diosa de la sabiduría, que viene entendida como la necesidad primordial para la convivencia de todos los panameños. Por eso, ella corona con sabiduría todo lo que sucede en torno a esta ejecución. Nada es dejado a la casualidad.

La dignidad patriótica

Una bandera va entre los manglares; son aquellos personajes que se toman el peso de la insignia patria, para llevarla –sin que se enfangue, que no se enlode, que no se ensucie– a través de la vía acuática. El momento es el del embarque de todos sus tripulantes; allí se encuentra mi autorretrato representado como 'El Tío Tigre' que toca un violín Rabel de tres cuerdas, acompañado por un músico que toca un pujador. Siendo este un homenaje a la música criolla panameña y a la dignidad necesaria de servir a la patria sin condicionamiento alguno.

Un águila real está posada sobre un poste del puerto

La simbología del águila es sobresaltar el instinto sagaz y la capacidad de reacción, como también la naturaleza de percibir las cosas con claridad.

Los pueblos originarios y la dignidad del trabajo

Alrededor de una olla se encuentra un grupo familiar procedente de las comarcas indígenas, representadas por las más abandonadas, recordándonos el compromiso que tiene la nación hacia los más necesitados. A su lado, los trabajadores que hacen posible el desarrollo del país.

Detrás de esta escena, un buque que atraviesa por el Canal de Panamá, transporta una multitud festiva que celebra alzando banderas y proclamas jubilosas por la conquista canalera.

Mística de los credos

Encima del hombre ensombrerado, ángeles antropomorfos se levantan en vuelo, tocando instrumentos musicales; un ángel 'aristidianus' lleva un estandarte con la imagen de la virgen de Guadalupe, cuatro ángeles acompañan el estandarte, y tres figuras alaban a la virgen. A su lado, una mujer pez, diosa del mar de la cultura afro y del sincretismo latinoamericano. Es la mística de los credos religiosos presentes en el país.

El viaje

Nuestra nación está compuesta por gente que llega, otros que se van y regresan, es el país del tránsito de personas, donde el viaje es un común denominador. Esa característica viene representada por pequeñas embarcaciones donde viaja una infinidad de personas, animales, cosas. Todo el mural está atravesado por esas pequeñas embarcaciones y cada una de ellas representa las cosmologías de la nación panameña y de la celebración de los motivos que nos hacen sentir el hub de América.

Albrook (exzona estadounidense) mientras camino bajo la lluvia, recogiendo algunos mangos. No todos los mangos tienen gusanos, sobre todo ahora que empezó el periodo de lluvias. En eso pienso esta mañana mientras paseo con mi perro. Esos mangos prohibidos que los muchachos de El Marañón y de El Chorrillo antaño combatieron para comerlos; botín apasionado de un ingenuo pueblo que colmaba sus necesidades, y que con gusanos y sin gusanos resolvían sus necesidades.

Esta franja noble, que sigue resolviendo necesidades (con gusanos y sin gusanos) es territorio único, franja geográfica creada por una mente divina, para que todos los panameños nos sintiéramos orgullosos, y que hoy me permite evocar y registrar memoria para que nos sintamos unidos en la solidaridad, la paz y los compartidos horizontes. Siendo este uno de los motivos que me llevaron a cumplir con este mural. Espero lo puedan disfrutar.

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