Cuatro lecciones para el trayecto hacia el éxito

Actualizado
  • 11/07/2020 00:00
Creado
  • 11/07/2020 00:00
La perseverancia, el trabajo duro, el aprendizaje, el estudio, el sacrificio, y lo más importante, el amor hacia lo que se desarrolla o emprende son piezas clave

En su icónico discurso de Stanford, Steve Jobs hacía referencia al libro The Whole Earth Catalog. En la tapa de la edición final había una fotografía de un camino rural, a primeras horas de la mañana, del tipo de ruta que soñamos caminar si fuéramos aventureros. Debajo de la foto estaba escrito: “Si no se tiene avidez por el conocimiento, no se conocerá el éxito”, y en la contraportada había un texto de despedida: “Stay hungry (sigue hambriento), Stay foolish (sigue inquieto)”.

Comprendí que para triunfar, la excelencia tenía que ser el norte, y es esto precisamente mi más grande fuente de inspiración hasta hoy.

Soy disléxico y zurdo, así que mi vida es diferente. Estas condiciones en mi época de escuela eran sumamente incomprendidas; mis profesores de español, muchas veces optaban por calificarme mal antes de tomarse el tiempo de comprender mi letra. Esto me llevó a escribir hasta el sol de hoy en letra de imprenta, adicionalmente, uno de ellos me dijo: “Dedícate a algo donde no tengas que escribir”... Imagine ¡¿cómo puede tomar esta frase un niño de 12 años?!

Hoy puedo decir con muchísimo orgullo que he publicado más de 160 artículos en revistas internacionales como Advertising Age. Comunicadores internacionales como Ismael Cala y Glenda Umaña han publicado algunos de mis escritos. Periódicos locales como La Estrella de Panamá han prestado sus espacios a mis aportes llenos de sueños y tintas... y por si fuera poco, soy el autor del único libro para niños publicado en más de 100 años de historia del Canal de Panamá, que habla desde la conquista española hasta su ampliación, presentado en la Feria Internacional del Libro y donado íntegramente al Museo del Canal Interoceánico en el Casco Antiguo. Fui orgullosamente condecorado por el Museo... y sin duda, ¡todos mis profesores de español se equivocaron!

Aquí, algunas de las lecciones de vida hacia el éxito que deseo compartir con los lectores:

Primera gran lección: el éxito no es un accidente

La perseverancia, el trabajo duro, el aprendizaje, el estudio, el sacrificio, y lo más importante, el amor hacia lo que desarrolla o aprende, son piezas clave. No permita que la gente negativa afecte su vida.

Nací en la tierra de los lagos y volcanes, a los 5 años, vine a la tierra del Canal. Radicalmente cambió mi cultura, familia, amigos, comidas, colegios... a través de mis padres, vi lo que representaba trabajar apasionadamente y lo muchísimo que sacrificaron para salir adelante. Con ellos comprendí que para triunfar, la excelencia tenía que ser el norte, y es esa precisamente mi más grande fuente de inspiración y apoyo.

Segunda gran lección: el éxito no se mide por lo que logras, sino por los obstáculos que superas

A mis 42 años de vida y 37 de vivir en esta hermosa tierra, continúo bastante hambriento y me sigo considerando un junior. Creo que es la mejor y más sabia manera de tener siempre una mente abierta al conocimiento. Esto me ayuda a reinventarme, a ser el novato que está dispuesto a arriesgarse para seguir creciendo y seguir siendo el eterno curioso que explora con su creatividad la magia de vivir, sea a nivel personal o profesional.

Tercera gran lección: la humildad es la antecámara de la excelencia

Tristemente la sociedad suele apartar o discriminar a aquellas personas que no andan como pavo real pregonando lo que hacen o mostrando su cartera. Esto, además de condiciones como la dislexia y los cambios de cultura y vida, discapacidades o situaciones emocionales, sociales, culturales o económicas, suelen marcarnos de por vida y evita que logremos superar algunas barreras.

También nos vamos a encontrar con personas y empresas que no están dispuestas a enseñar ni a perdonar errores. En mis pinitos publicitarios y con título de universidad en mano, entré a la tercera mejor agencia publicitaria a practicar. Al tercer día, por no saber manejar un equipo, decidieron sacarme por la puerta trasera.

Esto me llevó a trabajar por casi tres años, gratis, en una imprenta y una agencia, mientras ganaba experiencia, manejaba una variedad de equipos y crecía profesionalmente. 20 años después de ese episodio, tengo mi propia empresa de comunicación integral llamada Nova Advertising, y junto a mi socia, Nora Cedeño, innovamos con un departamento de Desarrollo Humano, único dentro del renglón publicitario a nivel regional.

Cuarta gran lección: el talento es un don que Dios nos hace en secreto, y que revelamos sin saberlo

Imposible es una palabra que solo se encuentra en el diccionario de los necios. Nunca desconozca ni evite su génesis, porque quien no sabe de dónde viene, no sabe a dónde va.

Hay días en que me pregunto, ¿por qué soy docente universitario? En especial, cuando el salario no me ayuda a veces ni para la gasolina... Siempre he dicho: no puedo llamarme profesional ni exitoso si no enseño lo que sé y no comparto mi historia.

Cierro con este pensamiento: La vida no es fácil, es una maestra dura, y rara vez se equivoca. Los científicos dicen que estamos hechos de átomos, pero a mi modo de ver, estamos hechos de historias.

Tal vez, usted no fue el autor pleno de los primeros capítulos de su vida, pero sin duda, es dueño y señor de los últimos... ¿Qué historia quiere contar?, ¿qué legado quiere compartir? Y lo más importante, ¿cómo quiere ser recordado? Recuérdelo siempre: hay clavos que no rompen maderas.

El autor es publicista, empresario y profesor universitario.

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