Pablo del Teso:'El crecimiento genuino en el cine viene con inversión privada'

Actualizado
  • 19/09/2020 00:00
Creado
  • 19/09/2020 00:00
El guionista celebra con Espacio Gente que 'Crímenes de familia', su más reciente creación cinematográfica, ha sido seleccionada por la Academia Argentina de Cine para representar al país sudamericano en los Premios Goya

Pablo del Teso es guionista y productor cinematográfico, ha estado estrechamente vinculado al sector de las artes audiovisuales desde hace varias décadas. Ha trabajado centenares de guiones dentro y fuera de Latinoamérica y hoy, además de presumir el éxito de Crímenes de familia, seleccionada por la Academia Argentina de Cine para representar al país en los premios Goya, también se dedica a formar a la nueva camada de cineastas panameños como profesor de la licenciatura en cinematografía y diseño de imagen y sonido en la Universidad del Arte Ganexa. Es egresado de la maestría en cine de la Universidad de Londres y fundador de DPA consultoría, gestora de proyectos donde ha trabajado en más de 300 guiones de cine y televisión de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, Honduras, Inglaterra, Guatemala, México, Panamá y Perú. 

Ha sido miembro de jurados y consultor del Encuentro de Cineastas Centroamericanos (Panamá), Acción Audiovisual (Chile), Festival Internacional de Artes Audiovisuales de Rosario, Festival Internacional de Cine Independiente de Mar del Plata, Festival de Cine de Tandil, Programa País y Premio Gleyzer (todos en Argentina). Es autor de libros de mercadeo audiovisual y desarrollo de proyectos audiovisuales. Desde su natal Argentina conversa con Espacio Gente acerca de la magia y los matices de esta apasionante industria, sobre la que cree que si bien es positivo que los gobiernos cuenten con fondos de ayuda y subsidios para el desarrollo de proyectos, también es necesario desarrollar un mercado que atraiga capitales genuinos.

Pablo del Teso, guionista y productor de cine.
'Crímenes de familia' es una cinta muy bien posicionada en Netflix, de la que eres el guionista junto al director Sebastián Schindel. Es una historia en la que se aborda la profundidad y crudeza pura de la violencia intrafamiliar. La película ya es la más vista en la plataforma de 'streaming', en Argentina, y está entre las más vistas de Latinoamérica. Está, además, de séptima en el ranking mundial de la plataforma. ¿Fue pensada para una audiencia local o creyeron que tendría tal acogida?

Este era el plan C de la productora (risas). Fue un proyecto pensado para ser de muy bajo presupuesto porque era una historia muy cruda; pensamos que iba a ser muy difícil de digerir para el público y que la gente quería otro tipo de contenidos. Mucho menos se nos hubiese ocurrido que llegaría a una audiencia más allá de la frontera de Argentina o Uruguay que son los dos lugares más cercanos culturalmente. Jamás se nos hubiese ocurrido que iba a tener esta repercusión y a estar de cuarta en el mundo, en el ranking de Netflix.

¿Es siempre el cine un buen canal como mecanismo de denuncia social?

Creo que el cine es un buen canal para lo bueno, para lo malo, para lo lindo y para lo feo. Como cualquier otro medio de comunicación, tiene la ventaja de conectar emocionalmente con personajes e historias que nos puede enseñar. En este caso, por los comentarios que recogí de gente de todo el mundo (sobre la cinta), todo tiene que ver con que los personajes son reales; no importa si viven en Buenos Aires, Panamá o Dubai, son personas con las cuales yo como espectador puedo conectar emocionalmente y vivir a través de ellas esa realidad, que quizás en la vida cotidiana no me sucedió pero puedo llegar a entender, porque comprendo el drama que sucede en esas personas. Si yo puedo hacer que una persona entienda la realidad desde el punto de vista de una empleada doméstica, con una vida muy marginal, de clase muy baja, sin educación, y también que entienda el punto de vista de la señora de casa, rubia y muy educada, se logra un ejercicio muy humano para nuestra sociedad en la que vemos que en la mayoría de los países, hay una polarización entre blanco y negro. Poder entender el punto de vista de alguien, aunque no sea la realidad que yo vivo, es un ejercicio muy sano.

Entonces, definitivamente un guionista sin empatía, no es guionista...

No (risas). Siempre digo que si vos no te preocupas por tu personaje, cómo vas a pretender que el público se preocupe por él. En esta historia, honestamente, a estos personajes los amé, los odié, los sufrí, los disfruté como si fueran personas de verdad. Si uno pone eso en la historia, tiene la suerte de que el director, los actores y el público lo entiendan de la misma manera y el público conecte.

Actualmente eres profesor titular de cinematografía en la Universidad del Arte Ganexa. ¿Quiénes se decantan por el cine hoy en Panamá? ¿Cuál es su perfil?

Me encantaría saberlo porque recién empiezo en Panamá y estoy comenzando a aprender de la historia. He charlado mucho con Jorge Martínez, de la Universidad Ganexa, quien de a poco me va poniendo al día de las cosas que van sucediendo en Panamá, pero ya tuve un primer acercamiento en febrero cuando viajé para dar las clases y ahora lo estoy haciendo a distancia, así que dame tiempo y en un año te puedo decir (risas).

¿De qué se alimenta un guionista para contar sus historias?

De la realidad misma. Yo, por ejemplo, cuando viajo en el colectivo o en el subterráneo, acá o en cualquier parte del mundo, aprovecho para escuchar a la gente, espiar las conversaciones que tienen las personas entre sí, ver qué es lo que les interesa y de qué hablan. Soy muy curioso y me puedo cruzar con un desconocido, ponerme a charlar y preguntar cosas indiscretas incluso. Creo que tiene que ver con tener curiosidad y ganas de contar algo; de provocar una transformación en otra persona a través de una historia.

Recientemente el Ministerio de Cultura de Panamá declaró abierta la convocatoria para el Concurso Fondo Cine 2020. Y en 2019 precisamente la categoría en la que hubo más concursantes fue desarrollo de guion. ¿Recibe socialmente y en la industria, el valor que precisa el trabajo del guionista?

Sí y no. Sí, porque hay un reconocimiento desde los espectadores, pasando por los actores, hasta los directores y los productores de que sin una buena historia, con buenos personajes, es imposible hacer una buena película. Sin una buena historia, al público no le va a interesar lo que tienes para contar. Y no, porque no está todo lo reconocido que creo que debería; creo que en parte tiene que ver con que el trabajo del guionista no es muy glamuroso; en cualquier película, por ejemplo, todos van a hacerle una entrevista a los actores o al director. Si espiamos el trabajo de un guionista vemos que es aburridísimo (risas), no tiene buen mercadeo, es mucho más reflexivo y no tiene los aditamentos del romanticismo que el público tiene en la cabeza sobre lo que es hacer películas. Pero la película nace desde el momento en el que escribo; de hecho, si te pones a pensar, una película es el resultado del trabajo de mucho talento y de mucha gente diferente, pero el único que crea algo de la nada, es el guionista; después, tanto el director, como el director de fotografía, los actores, el montajista, todo el mundo crea basado en el guión.

¿Cómo crees que podría mejorar la vinculación entre la empresa privada y el sector público para fortalecer el músculo de la industria cinematográfica en el país?

Recientemente escuché a unos colegas que me decían que debíamos ver el tema de Netflix y les dije: 'Bienvenido sea el señor Netflix'. Creo que en la industria argentina y la latinoamericana en general está muy bien que existan los incentivos de parte de los gobiernos en materia de impuestos, en subvenciones, premios y concursos, porque esto genera que se pongan en marcha o se concreten proyectos, pero el crecimiento genuino viene con inversión privada y en nuestros países no nos suele sobrar el dinero para cuestiones culturales, así que si viene una empresa multinacional que lo que necesita es crear contenidos y quiere invertir en Colombia, en Panamá, en Argentina o en donde sea, abramos las puertas y sentémonos a ver de qué manera podemos asociarnos con esos capitales internacionales para trabajar juntos y generar un desarrollo de la industria. Creo que como base es muy bueno que los gobiernos tengan fondos gubernamentales de ayudas y subsidios al desarrollo de proyectos, pero con eso solo, no alcanza, es necesario desarrollar un mercado y que vengan capitales genuinos. Plataformas como Netflix y HBO están cambiando profundamente el paradigma de consumo de relatos audiovisuales, películas y series, y le vas perdiendo el miedo a ver cinematografía de otros lados y al tenerlo todo junto a un clic de distancia, puede pasar lo que pasó con 'Crímenes de familia' y una persona en Chipre puede ver una película argentina. Netflix y las grandes plataformas están empezando a producir cada vez más fuera, para dar cabida a esta nueva demanda de productos fuera de Estados Unidos. Esto está cambiando mucho las reglas del juego y todo de manera acelerada por la pandemia.

¿Cómo evalúas el cambio de ruta que deberá adoptar el cine tras el golpe de la pandemia?

Creo que no va a desaparecer el cine como medio de comunicación, porque es súper cómodo, me encanta echarme en la cama con el pop corn mientras miro una serie o una película, pero no se compara a vestirme y perfumarme y buscar a unos amigos para ir al cine. La experiencia de disfrutar la película con otra gente tiene una dimensión social que no tiene el consumo hogareño de Netflix o de cualquier otra plataforma. Sí es cierto que evidentemente ahora habrá muchas cadenas de cine que verán cómo reabrir o si terminarán fundiéndose definitivamente. Creo que esto obligó a aquellos que todavía no tenían presencia en una plataforma OTT a obtener el acceso, fue un empuje importante para estas plataformas al abrir a la fuerza un mercado que no estaba totalmente abierto a eso.

'The New York Times' tituló una de sus recientes publicaciones con: 'Las salas de cine volvieron pero las audiencias no, ¿ahora qué?'. Esto porque aparentemente la ocupación ha estado muy por debajo de lo estimado. ¿Has vislumbrado algún escenario para los cines latinoamericanos?

Es algo que no es exclusivamente del cine; lo ves en el turismo, en los espectáculos, en el fútbol. Vamos a esperar a que aparezca la vacuna y a cruzar los dedos para que quede alguna sala en pie para entonces, o alguna cancha de fútbol. Es básicamente el consumo de mucha gente encerrada en un mismo espacio, el peor escenario posible para la transmisión de una enfermedad, en el contexto de una pandemia. Ya han aparecido en muchos países los autocines, pero son un parche porque la experiencia de la sala cinematográfica es única. No imagino ir a un cine y estar encerrado en una cabina de cristal para mirar, hasta que pase la pandemia, no se me ocurre otra cosa.

A partir del 8 de octubre Del Teso dictará en la Universidad del Arte Ganexa un curso virtual sobre cómo crear personajes memorables. Más información en ganexa.edu.pa/cursos

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