El trayecto del premio Nobel, pormenores y particularidades

En 1833, en Suecia, nació Alfred Nobel, hijo de Immanuel Nobel (inventor e ingeniero) y Andriette Ahlsell Nobel (empresaria), hermano de Robert, Emil y Ludvig Nobel. La familia Nobel llevaba la determinación y la búsqueda del conocimiento en las venas, lo que también atrapó a Alfred, quien se interesó apasionadamente por la química, la literatura y la física, hasta que en 1866 inventó y patentó la dinamita. Este invento, como sus otras 355 patentes, dejaron su legado marcado en la historia de la química y el sector constructor mundial.

Luego de la muerte de Alfred Nobel (San Remo, Italia - 10 de diciembre de 1896), su última voluntad y testamento fue que gran parte de su fortuna se utilizara para dar premios a aquellos que han hecho todo lo posible por la humanidad en el campo de la física, la química, la medicina, la literatura y la paz (este último inspirado por su amiga y exasistente Bertha von Suttner).

Aunque fue una decisión controvertida y fuertemente opuesta a los deseos de sus parientes, cuatro años más tarde se logró convencer a todos los involucrados, y en 1901 se celebró la primera ceremonia de premiación para las categorías de química, física, fisiología, medicina y literatura, realizada en Estocolmo (Suecia); mientras que el premio Nobel de la Paz se otorgó en Kristiania (ahora Oslo), en Noruega.

Ciento veinte años más tarde, el premio Nobel es considerado el máximo galardón en diversas categorías que acogen a personajes de excepcional talento, cuyas obras o descubrimientos han ayudado al mejoramiento de la calidad de vida de la humanidad en el mundo.

En Iberoamérica, la presencia de galardonados se ha destacado mayormente en la categoría de literatura, siendo 12 los premiados en países como Chile, Guatemala, Perú, México, España, Portugal y Colombia. Este año, sin embargo, la galardonada ha sido la estadounidense Louise Glück, anunciada el pasado jueves por la Academia Sueca.

Algunos de los laureados han sido el escritor chileno Pablo Neruda, quien lo obtuvo en 1971, seguido por el colombiano Gabriel García Márquez en 1982. España sigue liderando esta sección con cinco Nobel, siendo el primero José Echegaray en 1904, seguido por los autores Jacinto Benavente (1922), Juan Ramón Jiménez (1956), Vicente Aleixandre (1977) y Camilo José Cela (1986).

Recordamos también a los referentes en literatura latinoamericana Mario Vargas Llosa (Perú, 2010), Octavio Paz (México, 1990) y José Saramago (Portugal, 1998). A estos se les otorgó la medalla del premio Nobel de Literatura, cuya inscripción dice en latín: “Inventas vitam iuvat excoluisse per artes”, que traducida significa: “Mejoremos la vida a través de las artes”.

En categorías como el premio a la Paz, Latinoamérica ha recibido seis galardones desde 1936, año en que el argentino Carlos Saavedra Lamas obtuvo el galardón. Saavedra fue ministro de Relaciones Exteriores de su país y presidente de la Asamblea de la Sociedad de Naciones (antecesora de Naciones Unidas), sin embargo, la Academia Sueca le otorgó el reconocimiento por sus negociaciones como mediador en la Guerra del Chaco, entre Bolivia y Paraguay, la cual transcurrió entre 1932 y 1935. Saavedra falleció en 1956, en la ciudad de Buenos Aires.

En 1980, otro argentino le siguió las huellas, siendo Adolfo Pérez Esquivel el laureado por la Academia, al dirigir el Servicio de Paz y Justicia luego del golpe militar de Jorge Rafael Videla, en 1976. Pérez luchó por la denuncia de la violencia del régimen y la defensa de los derechos humanos en su país, siendo encarcelado y torturado por 14 meses a manos de militares argentinos, según reseñó BBC.

No fue hasta 1992 que una mujer latinoamericana pisó el podio de los premios Nobel de la Paz, tras años de liderazgo masculino en esta categoría. Rigoberta Menchú, la embajadora de las Naciones Unidas para los pueblos indígenas del mundo, es guatemalteca (miembro del pueblo maya-quiché) y ha dedicado su vida a luchar contra la violencia militar infringida a los pueblos indígenas de su país, así mismo, ha realizado una labor incansable por la defensa de los mismos en Latinoamérica desde su regreso a Guatemala en 1988.

En la categoría de literatura, Latinoamérica fue representada por la escritora chilena Gabriela Mistral en 1945 (la primera latinoamericana en obtenerlo), a quien se le otorgó el galardón por “su contribución a las letras desde su poesía centrada en el amor, la angustia y la naturaleza”, según registros de la Academia Sueca.

Sin embargo, ha sido la única hispanohablante en obtenerlo. El premio a esta categoría ha sido otorgado a 116 autores, de los cuales 16 son mujeres provenientes de Bielorrusia, Chile, Canadá, Suecia, Sudáfrica, Alemania, Reino Unido, Austria, Noruega, Polonia e Italia, siendo Estados Unidos el país líder con tres representantes: Toni Morrison (1993), Pearl Buck (1938) y Louise Glück (2020).

Aunque las mujeres ocupan el 49,7% de la población mundial (3 mil 811 millones de mujeres, según el Banco Mundial), siguen siendo el menor porcentaje en la obtención de reconocimientos internacionales como el premio Nobel. Los registros de la Academia Sueca indican que se han otorgado 57 Nobel a mujeres desde su inauguración en 1901 hasta 2020.

Este año se ha reconocido a mujeres en las categorías de física (la física estadounidense Andrea Ghez, “por el descubrimiento de un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia”); química (la bioquímica estadounidense Jennifer A. Doudna y la profesora e investigadora francesa en microbiología, genética y bioquímica Emmanuelle Charpentier, “por el desarrollo de un método para la edición del genoma y reescribir el código de la vida”); y literatura (la estadounidense Louise Glück, “por su inconfundible voz poética que con austera belleza hace universal la existencia individual”).

Así como su fundador era un amante de las artes y las ciencias, los premios se han centrado en resaltar la excelencia de las profesiones en estas ramas, llevando a cabo el último deseo y manteniendo vivo el legado del químico ingeniero. Entre 1901 y 2019, los premios Nobel y el premio de Ciencias Económicas fueron entregados 597 veces.

Desde el inicio, en 1901, hubo algunos años en los que no se han concedido los premios Nobel (49 premios en total han sido suspendidos). La mayoría durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Segunda (1939-1945). Los estatutos de la Fundación Nobel establecen: “Si ninguna de las obras consideradas tiene la importancia indicada en el primer párrafo, el dinero del premio se reservará para el año siguiente. Si aún así no se pudiera otorgar el premio, el monto se sumará a los fondos restringidos de la fundación ”.

El año más reciente en el que no se otorgaron los premios Nobel fue en 2018 tras una denuncia de abuso sexual llevada a cabo dentro de la Academia Sueca. Fue la primera vez en 70 años que se daba una suspensión total del anuncio tradicional de nominados al galardón, pero la causa lo ameritaba ya que se descubrieron una serie de escándalos sexuales que involucraban al dramaturgo francés Jean-Claude Arnault, quien cometió un delito de violación en 2011.

En octubre de 2018 la jueza Gudrun Anteman del juzgado de Estocolmo sentenció a Arnault a dos años de cárcel por el delito de violación. Siendo el veredicto unánime, se dictó a Arnault pagar el mínimo en Suecia para este tipo de delitos, 12 mil dólares a la víctima en concepto de compensación por daños. “El veredicto del tribunal de distrito es un gran alivio para mi cliente y hoy ella cree en la justicia”, dijo Massi Fritz, abogada de la víctima, en su cuenta de Twitter, recopilado por BBC.

Este caso puso en conflicto la reputación y confianza del público hacia la organización de los premios Nobel. Sin embargo, tras la sentencia de Arnault, los aires se limpiaron y la Academia llevó a cabo el otorgamiento de los premios en 2019, con la presencia de los ganadores del año anterior y de aquel año.

El trabajo que realizó Alfred Nobel se mantiene vigente y es recordado más allá de los premios que dejó escritos en su testamento.

La voz de su trabajo y su lucha por mantener las artes como parte integral de la sociedad sirven de enseñanza para un mundo cambiante y con mayores oportunidades de las que Nobel conoció hace casi 125 años.