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Nedelka Prescod:'Trabajo con la música para construir a la comunidad'
- 16/01/2021 00:00
- 16/01/2021 00:00
Nedelka Prescod es una compositora, arreglista y profesora. Nacida y criada en Brooklyn, Nueva York, con raíces panameñas, le acompañan el piano y una larga historia musical. Actualmente actúa dentro y fuera de EE.UU. dando crédito al legado de su padre, el colonense Roy A. Prescod, con una trayectoria que destaca en las raíces de la cultura latina del jazz, fundador de The Roy Prescod Chorale, un conjunto escénico compuesto por vocalistas afrocaribeños, afrolatinos y afroamericanos. Nedelka, con una amplia formación en la música, se decanta por la filantropía siendo la visionaria de 'The Un-Silenced Voice Project', un esfuerzo para “empoderar la voz femenina” en los diferentes escenarios del quehacer social, como una firme creyente de que la educación va más allá del intelecto, “es también el espíritu y la sabiduría que deben ser transmitidas”.
Crecí viendo a mi padre con una perspectiva social desde la música. Participé en su grupo coral desde mi adolescencia hasta la adultez y creo que al ser su hija, no solo me involucró en la música, sino que me dio el entendimiento de que somos responsables de nuestras comunidades. Desde muy joven me dio la oportunidad de enseñar en comunidades con dificultades o que enfrentaban algún nivel de trauma. Así que como educadora musical me di cuenta, desde el nivel en el que me encontraba, de que quería prepararme y enseñar, pero entendí que había otras cosas que debían suceder en la comunidad, y que la música me permitiría hacer. Más allá de que la música sea interpretada, considero que es sanación y siempre he trabajado con esta para sanar, tanto en la enseñanza que impartí desde la escuela pública como en las comunidades y otras áreas, y ahora, incluso, como profesora de un college, veo que la música es terapia. Trabajo con la música para construir a la comunidad.
¿Me preguntas por la influencia de estos en el jazz?
Todos vienen de una sola fuente. Si miramos el rastro, nos llevará hasta África. También depende de dónde los negros africanos se situaron a través de la diáspora y la mezcla con españoles, franceses, americanos; todos vienen del mismo grupo, pero tienen ese algo particular, de cada uno, por su lugar de procedencia y luego qué tanto ese sentimiento caribeño y latino en la música fue llevado al interpretar el jazz. Es como el 'gumbo', que es de donde proviene el jazz; el jazz es Nueva Orleans y Nueva Orleans es el 'gumbo', es la mezcla de culturas.
Se nos dio la oportunidad de elegir entre cinco diferentes exhibiciones y elegí trabajar con 'Women take the Floor'. Una de las artistas visuales es Loïs Mailou Jones, con una carrera de 70 años. Entendiendo la cultura para las mujeres en aquel entonces, y sobre todo para las mujeres negras, el hecho de que ella fuera exitosa en su carrera, desde ese momento, es algo poderoso. Una de las cosas que llamó mi atención fue una de sus obras llamada 'Ubi Girl', que trata sobre una mujer retornando a sus raíces y a su cultura. Personalmente, en mi vida, en este momento, como mujer, como mujer negra, como una mujer que se encuentra en una transición, esa pintura en particular me dio un mensaje y la elegí, a pesar de que había numerosas obras en la exhibición, por todos esos aspectos. Para mí el mensaje fue en torno al empoderamiento femenino y además sobre eso es mi proyecto, 'The Un-Silenced Voice Project', así que en mi caso había una fuerte conexión que tenía sentido y cuando el museo me ofreció la oportunidad de elegir entre todos estos trabajos artísticos de cinco diferentes exhibiciones supe que ese era el indicado, porque es lo que aborda mi proyecto y es el empoderamiento de la mujer.
Las mujeres tendemos a ser multitareas y hacemos lo que se requiere. Siempre me ha encantado trabajar con mujeres fuertes, de las comunidades, como las afropanameñas con las que me crié que hacían varias cosas; como mi madre, que cocinaba, era hermosa, brillante, cuidaba de sus hijos, se ocupaba de la casa. Mis padres me permitieron tener experiencias a partir de mi educación y cuando voy al escenario puedo mostrarlo. He estado enseñando durante 20 años y también haciendo música desde que tengo memoria, porque mi padre siempre practicaba música y ahora, después de 28 años en los que he estado enseñando en diferentes niveles, el aprendizaje adquirido me permite dar consultorías... pero también está la compositora, la arreglista, simplemente estoy influenciada por mujeres que se adueñan de sus vidas y han tomado la decisión de expresarse de manera artística, en todas las formas posibles.
Sé que la fundación cubre un conjunto significativo de aspectos. Una de las cosas en las cuales mi padre se interesaba, era en su formación en la iglesia cristiana By the Sea, en Colón; de allá provenían sus experiencias. Sé que parte del trabajo excepcional que Patricia y Danilo están haciendo es en la educación intergeneracional, donde los niños pueden sentarse con los ancianos, y viceversa. Para mí, la educación es ir a un lugar en el que sabes que en comunidad, los jóvenes pueden aprender de los adultos y adquirir su sabiduría. Creo que las oportunidades para las generaciones, de aprender juntas, son el siguiente nivel. Este es también otro proyecto en el que estoy trabajando con mi hermano, que está ahora en New York, porque sabemos lo que es tener padres que emigraron desde Panamá, y abuelos y bisabuelos que vinieron de las Indias occidentales y sabemos cuán importante es esa conversación a través de las generaciones. Hay algunas cosas que entendemos naturalmente porque nos sentamos con los mayores; así que creo que es muy importante que mientras avanzamos, mantengamos las tradiciones musicales que aprendimos juntos porque hay muchos estilos de música en todos los ámbitos que no se están transmitiendo, y los estamos perdiendo. Es vital que en nuestro proceso educativo podamos reunir tanto a la juventud como a los adultos de mayor experiencia y a los de mediana edad, así como a nuestros ancianos, porque la educación va más allá del intelecto, es también el espíritu y la sabiduría que deben ser transmitidas. Me fascina lo que ha estado sucediendo y me encantaría, como afropanameña, mantener esa conexión generacional.
Sí. Miremos al mundo que tenemos ahora mismo. Muchísimas cosas destructivas han sucedido, hay mucha turbulencia. Creo personalmente que hace falta un balance... hemos estado saludando al hombre y saludando a los reyes, pero necesitamos un lugar con energía adicional, como la femenina. Muchas veces las mujeres hemos sido silenciadas, incluso desde la manera en que se nos ha dicho que nos mostremos en nuestras relaciones con temas como ser sexys o ser esto o aquello, pero no demasiado porque ha sido una cultura moderada, en la que personalmente, veo que nos hemos criado. Sé que muchas también hemos sido silenciadas debido a traumas o cosas que han sucedido en nuestras vidas, pero este es el momento de que comencemos a incorporar a las mujeres a la conversación, necesitamos nuevas perspectivas y acercamientos hacia la solución de nuestros problemas y este proyecto le da a las mujeres el espacio para trabajar con sus voces. Así que en esta iniciativa trabajo con mujeres a través de clases vocales, de la composición de canciones y a través de la comunicación en la que hablan honestamente de quiénes son y de lo que piensan, y mientras lo hacen, también disfrutamos de conversaciones diversas sobre lo que acontece en EE.UU. como el caso de Kamala Harris, que ahora es vicepresidenta y Abraham Susan Jordan que ha hecho un trabajo significativo. Así que conocemos la belleza, el poder y la importancia de la voz femenina; y es necesario comenzar a activar más voces femeninas en nuestros hogares, nuestras comunidades, nuestras iglesias, nuestras escuelas, nuestros gobiernos. Mi proyecto busca el empoderamiento de las mujeres y lograr que estas eleven la voz que había sido silenciada.