Índice de Chapultepec: una mirada a la libertad de prensa en Panamá y la región

Actualizado
  • 26/10/2021 00:00
Creado
  • 26/10/2021 00:00
Desde el Fórum de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información hacen un análisis a profundidad sobre el Índice, lo que repercute en Panamá y países en la franja roja como Cuba, Nicaragua y Venezuela. También, periodistas venezolanos nos cuentan su experiencia en el ejercicio
Panamá está en la posición 9 (en la franja verde, categoría de baja restricción) de 22 países en el Índice.

“En Panamá hay que tener mucho cuidado porque hemos visto cómo en la instituciones públicas aceptan querellas y acusaciones que no tienen ni pie ni cabeza, así que de alguna forma esto ocasiona que el periodista o el medio piensen dos veces antes de cubrir algunos temas o abordar fuentes”, afirma la presidenta del Fórum de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información, Alejandra Araúz, tras la publicación, la semana pasada, del índice de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), donde Panamá obtuvo 65,97 puntos, de un máximo teórico de 100, en el Índice Chapultepec 2021, ocupando la posición 9 de 22 países por encima de Estados Unidos que se ubica en el 10.

Con relación a los resultados, Araúz manifiesta que pese a que el istmo cuenta con un promedio positivo, hay que analizar más allá porque “los promedios siempre esconden algo”.

“Puede que Panamá al estar por encima de Estados Unidos en el Índice cause cierto sentido de orgullo y paz, pero cuando nos vamos a los diferentes índices que analiza Chapultepec, vemos un tema como la ciudadanía informada y libre de expresarse, y es ahí donde estamos bajos; pero por otro lado, estamos volando en el ejercicio del periodismo y eso es producto del esfuerzo de los periodistas en Panamá que, en el último año de la pandemia, no han dejado de trabajar, al igual que el servicio sanitario en primera línea”, expresa.

Con relación al control de medios, Araúz llama a la reflexión: “Aquí quisiera que analicemos un poco, porque desde el poder público de las instituciones gubernamentales controlan a los medios a través de la pauta y eso es algo muy delicado”, subraya, y agrega que la pauta estatal “no debe ser un instrumento de control de los medios de comunicación” por lo que lamenta que “sea una tradición que la pauta se vaya a medios que no golpean, que no cuestionan y miran para el otro lado, incluso hay medios novedosos que se han convertido en plataformas de relaciones públicas de las instituciones”.

Panamá obtuvo 65.97 puntos de un máximo teórico de 100, en el Índice 2021.

Para la presidenta del Fórum, termómetros como el Índice “son importantes” para que los países consideren aquello en lo que pueden mejorar. “En Panamá estamos en una posición 9 de 22 países, pero hay que aspirar a tener mejores resultados y progresar en áreas como la impunidad y la denuncia, donde se necesitan instrumentos para proteger a los periodistas y que puedan hacer su trabajo de manera independiente y sin contrariedades de ningún tipo. También que la pauta pública sea científica y no por amiguismo”.

Un hecho es que este Índice “nace producto de la tradición de que en las cumbres se venían presentando los informes de país sobre el estado de libertad de expresión y de la prensa”, agrega. A partir de 2020, la SIP diseñó con la ayuda de la academia una herramienta para crear un Índice que permitiera hacer comparaciones más científicas sobre cómo evoluciona el estado de la libertad de expresión y del ejercicio del periodismo en la región.

En ese contexto, la vicepresidenta del Consejo Nacional de Periodistas de Panamá y del Fórum de Periodistas por las Libertades de Expresión e Información, Raquel Robleda manifiesta que el Índice es una referencia importante, pero se debe tomar en consideración que se está midiendo el año 2020, y la percepción de los países en cuanto a prensa de ese período. “Aunque estamos en pandemia, tenemos que recordar que en 2020 estábamos en pleno confinamiento y ante situaciones extraordinarias como esas ocurrieron cosas que afectan este barómetro y que han sido extraordinarias”.

Rescata que, aunque le gustaría que Panamá estuviera en la franja azul del índice, donde están Uruguay y Chile que “son países con plena prensa como los describe la franja de naciones con libertad de expresión”, el hecho de que nuestro país se sitúe en la franja verde (categoría de baja restricción) es “un punto positivo considerando que hay una lista importante por detrás de Panamá, pero también nos enciende algunas alarmas con las que tenemos que estar alertas. Sabemos que no nos podemos descuidar y sí hay que seguir muy de cerca todo lo relacionado con el acceso a la información y los procesos. Panamá tiene que poner empeño y mejorar definitivamente en ese tema”.

En cuanto a la situación de países como Nicaragua, Cuba y Venezuela ubicados en la franja roja, expresa que es lamentable, luego de arduas luchas por la libertad de expresión y las garantías fundamentales del ser humano y recuerda la importancia y el papel fundamental de la tecnología en estos contextos, lo que “ha permitido que se pueda ver lo que ocurre en otras naciones, aun cuando los gobiernos no quieren que se sepa”.

En Cuba “vimos cómo los ciudadanos colocaban los videos de esos sucesos a través de las redes sociales e internet”.

Caso de Venezuela

“No ha existido mejor momento para ejercer periodismo en Venezuela que este. Es un reto constante buscar las vías para ejercer la profesión. Es un desafío porque se cierran muchas puertas, muchas fuentes tienen miedo de hablar, hay poco acceso a la información pública y eso dificulta el trabajo”, expresa el delegado del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa de Venezuela, Marcos David Valverde, quien sin ánimos de quejarse goza de ejercer la profesión en tiempos complicados.

“No me gusta el discurso de la victimización. En los dos medios en los que he estado, ambos han sido hostigados judicialmente; en la época del chavismo y del madurismo; pese a esto es una gran satisfacción cumplir con el trabajo. Lo cierto es que sí hay riesgos, pero hay que estar dispuestos a asumirlos. El que no quiere hacerlo, es mejor que se dedique a otra cosa”, reflexiona.

Valverde expone que ahora son los periodistas los que toman la iniciativa de formar medios; sin embargo, antes eran los empresarios quienes los fundaban mediante su capital. “En esos medios no había una libertad plena para dar la información porque siempre estaba el amigo del dueño del periódico que manifestaba una incomodidad y la nota no salía o simplemente se te informaba que era intocable porque era allegado al propietario. Hoy puedo decir que en Venezuela hay libertad en ese sentido”.

Valverde, quien ejerce como periodista de investigación en Armando.info afirma que hasta el momento no ha sido censurado. “Mi opinión sobre este tema es que el periodismo jamás debería ser un negocio, es un servicio público y nada más. El periodista que pretenda favorecer a políticos no está haciendo periodismo, sino propaganda, y listo”.

Desde Caracas, Valverde invita a “cuidar la democracia” ya que “es el sistema más viable y saludable para mantener el desarrollo de un país y mantener una sociedad medianamente armónica”, aunque “la paz absoluta no existirá jamás; el ser humano es bondad y maldad. Entonces en una sociedad democrática es posible remar hacia una dirección, donde todos nos suscribimos y respetemos la dignidad humana y se le dé sanción a quien incumpla las dos primeras”.

Para la editora general de La Estrella de Panamá, Ivette Leonardi, de nacionalidad venezolana y que hoy ejerce en el istmo, la experiencia en el ejercicio estuvo marcada por la censura.

“Llegué a escribir una columna de opinión en el diario El Mundo sobre la dictadura venezolana, en España, y el gobierno me negó mi pasaporte porque este escrito tuvo una gran repercusión. Cuando solicité mi pasaporte, la respuesta de la Embajada de Venezuela en Madrid fue negativa. Como periodista viví la intimidación de la dictadura”, recuerda.

Desde su experiencia ejerciendo en Venezuela y en Panamá indica que “en el istmo a veces sí se vulnera la libertad de expresión y hay periodistas que han sido amenazados, pero no en la magnitud en la que ocurre en Venezuela”.

Para Leonardi, la libertad de expresión es un principio que no se puede vulnerar. Cuando un ciudadano no puede expresarse libremente hay una señal de autoritarismo, así que exhorta a la ciudadanía a estar vigilante para mantener un periodismo robusto, que vaya de la mano con la democracia.

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