Dr. Adán Ríos: 'Panamá ha tenido un crecimiento extraordinario en la medicina'

Actualizado
  • 06/12/2021 00:00
Creado
  • 06/12/2021 00:00
El oncólogo panameño dialoga sobre la pandemia y de la evolución histórica de la ciencia. También, recuerda la importancia de impulsar los valores y de visibilizar las investigaciones científicas en el país
Ríos nació en Santiago de Veraguas, el 27 de septiembre de 1947.

“Creo que la sociedad siempre ha reconocido el trabajo científico; sin embargo, hoy se ha afianzado más esa visibilidad acerca del profundo impacto que tiene la ciencia en el desarrollo del hombre como especie biológica”, expresa el médico panameño, Adán Ríos, quien a lo largo de su trayectoria se dedicó a la oncología e igualmente hizo investigaciones que condujeron a la creación de una de las tres patentes desarrolladas para vacunas preventivas contra el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en Estados Unidos.

Ríos se graduó como doctor en medicina en la Universidad de Panamá y trabajó en el Hospital Gerardino De León de Las Tablas, luego hizo su residencia médica en el Hospital Gorgas. En 1975 obtuvo su especialización en oncología en el Centro Oncológico M. D. Anderson de la Universidad de Texas de Houston.

Más tarde regresó a Panamá en 1978, trabajó en el Instituto Oncológico Nacional, luego en el Instituto Conmemorativo Gorgas y posteriormente en el Centro Oncológico M. D. Anderson hasta 1987. Más adelante, creó una fundación que lleva su nombre, con el fin de efectuar investigaciones en oncología. También fundó una escuela de enfermería en el interior del país.

Hoy a sus 74 años de edad sigue con ese ímpetu y con el deseo de aportar a la sociedad.

Asimismo, ve con optimismo el desarrollo de la ciencia y la tecnología en el país, aunque reconoce que “requieren mayor visibilidad” las investigaciones que se llevan a cabo en el país.

Un hecho es que el oncólogo ha recibido múltiples reconocimientos gracias a la labor que ha realizado dentro y fuera del país, y pese a sus logros, se mantiene con humildad y “agradece al Creador” y a las personas que siempre lo han tomado en cuenta.

Tras el reconocimiento recibido por el Club de Leones de Panamá, aprovechamos la oportunidad para contactar a Ríos, quien nos atendió vía telefónica y recordó desde la distancia el calor de su amada Veraguas y sus vivencias en El Chorrillo. “Siempre he tenido presentes mis orígenes; es por ello por lo que hago pausas para ver dónde estoy y miro atrás para no olvidar de dónde provengo, y así tener la orientación hacia dónde me quiero dirigir”. El médico también habló sobre la importancia de conservar los valores en la sociedad y de las lecciones que le ha dejado la pandemia a los seres humanos.

Usted es reconocido por realizar múltiples investigaciones; ¿cómo fue ese caminar hasta alcanzar sus objetivos?

Siempre he tenido presentes mis orígenes, crecí en El Chorrillo. Es por ello por lo que en mi vida siempre hago pausas para reflexionar, ver dónde estoy y trato de mirar atrás para no olvidar de dónde provengo, y así tener la orientación de hacia dónde me quiero dirigir. Estando en El Chorrillo aprendí que todos somos iguales y que no hay barreras que no se puedan superar, ¡Claro que sí es posible lograr las metas! Esto se realiza a través del valor y el coraje para obtener buenos resultados. Para mí como médico y como persona es fundamental respetar y hacer valer el derecho de los seres humanos. Una anécdota que puedo compartir es que cuando llegué a Estados Unidos y enfrenté la pandemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida), una de las cosas que me llamó la atención es que a los pacientes con esta condición se les negaba su humanidad, aunque fue hace mucho tiempo y las cosas han cambiado, en ese momento lo único que pensé fue que todos merecemos ser tratados como lo que somos, seres humanos. Considero que nuestra humanidad se expresa en cómo tratamos a los demás, es así de sencillo. Con respecto a mi labor, puedo decir que cuando ocurrió la pandemia del sida fui afortunado porque logré participar en diversas investigaciones.

El Club de Leones de Panamá le otorgó un reconocimiento por sus contribuciones a la sociedad, ¿qué nos puede decir acerca de ello?

Me siento muy afortunado; también siento que este reconocimiento va dirigido a mis padres que me ayudaron a salir adelante. En el marco de esta mención, considero que es importante que nuestra sociedad reconozca y aprecie los valores como la honestidad, la justicia y todas esas cualidades que nos hacen admirar a nuestros semejantes. Justo con esta mención no puedo evitar pensar en las futuras generaciones que están labrando su camino; mi consejo para ellos sería que a través de los buenos valores y la meditación sigan adelante. Creo que para edificar un mejor mañana hay que darle espacio a los jóvenes para que expresen sus ideas.

Por otro lado, ¿cómo califica el poder de la ciencia?

La ciencia siempre ha sido una fuente importante de progreso y con la ciencia siempre ha habido una situación ambivalente porque se puede usar para el bien tanto como para el mal, y es por ello por lo que remarcaba la importancia de que la sociedad reconozca los valores como parte de su diario vivir. No es un secreto que a través de la ciencia se ha empleado la energía atómica, no obstante, en el caso de la ciencia biológica, su crecimiento es extraordinario y hay un verdadero renacimiento científico y creo que se van a cristalizar muchas de las aspiraciones del mundo científico de antaño; sin embargo, cuando se estudia verdaderamente el fenómeno de la historia de la ciencia, uno se da cuenta de que es un continuo progreso que no es lineal, sino más bien irregular y lo que en la línea del tiempo se han producido transformaciones extraordinarias y es ahí cuando empiezan las cadenas de esfuerzos que dan inicio a cambios muy profundos; por ejemplo, nos cambia la perspectiva de cómo percibimos la naturaleza y nuestro papel en el mundo. Estamos viviendo tiempos asombrosos debido a las visitas al espacio, la revolución molecular biológica entre otras cosas.

¿Cree que ahora se reconoce más la labor científica?

Creo que la sociedad siempre ha reconocido el trabajo científico; sin embargo, hoy se ha afianzado más esa visibilidad acerca del profundo impacto que tiene la ciencia en el desarrollo del hombre como especie biológica. Hubo una época donde existió una negación del proceso científico, pero eso se superó. Posteriormente, tras este episodio la ciencia ha sido un bastión para el progreso de los seres humanos y la prueba está en todo lo que nos rodea, que no solo son las vacunas, sino también el agua potable, la pasteurización, entonces creo que lo que ha ocurrido es que ha habido una aceptación más franca del poder de la ciencia y su aplicación ha sido más práctica, entonces creo que eso ha traído como consecuencia un gran avance tecnológico.

En cuanto a la pandemia, ¿en qué tiempo vislumbra que se erradicará el SARS-CoV-2?

No creo que la covid-19 se vaya a erradicar como tal, ya que siempre han existido otras variantes. Lo que sí creo es que al igual como ha ocurrido con otras enfermedades virales, el entendimiento de la respuesta inmunológica y la capacidad del sistema inmune de establecer una respuesta adecuada con el uso de las vacunas es el primer paso que nos va a dar la solución para poder resolver lo que hasta ahora ha sido un problema muy serio. Esta pandemia nos ha dejado el entendimiento de que se pueden desarrollar vacunas en poco tiempo y que lo que antes tomaba hasta 15 años, hoy toma de dos a tres años. La realidad es que vendrán otros virus y se desarrollarán otras vacunas, pero lo sorprendente es que si la ciencia sigue avanzando podría llegar a crear una vacuna contra el cáncer, logrando que el periodo de vida sea mucho más largo para los seres humanos.

Dando un vistazo al escenario local, ¿cómo califica el panorama actual de la medicina panameña?

Panamá ha tenido un crecimiento extraordinario en la medicina. Vengo de una generación donde solo existía el Hospital Santo Tomás y la Caja del Seguro Social (CSS). Cuando salí del país había pocos oncólogos, hoy día hay más médicos especializados en oncología y hay grandes cirujanos. La historia de la medicina local siempre ha tenido rasgos universales y creo que el futuro de la medicina panameña es brillante, y por supuesto que existen problemas como en todos lados, pero hay que enfocarnos en los valores para erradicar esas barreras existentes.

¿Qué opina acerca del desarrollo de la investigaciones en Panamá?

Panamá siempre ha ocupado un lugar importante en la salud pública mundial. La historia registra que la primera ciudad donde se erradicó la malaria fue en La Habana, en Cuba, no obstante, cuando se empezó la construcción del Canal de Panamá esa zona fue saneada de la malaria y de la fiebre amarilla, esto fue un logro perecedero para el país y para el mundo. A raíz de esto, el istmo comenzó a desarrollar una serie de conocimientos sobre medicinas tropicales que hoy día se han cristalizado en el Instituto Conmemorativo Gorgas. Vemos que la Secretaría Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación está impulsando acciones valiosas para el país en ciencia y tecnología. En Panamá hay un deseo importante por desarrollar ciencia que debe ser cultivado y, aunque hoy no se le da tanto reconocimiento público a esas investigaciones, no quiere decir que no existan y ojalá pronto puedan tener mayor visibilidad.

Hoy a sus 74 años ¿hay algo que le gustaría hacer que aún no haya hecho?

Quisiera poder seguir contribuyendo de alguna forma u otra desde el área de oncología, y tratar de que otras personas puedan disfrutar de las mismas oportunidades que yo tuve. Para mí, es difícil hablar en primera persona porque siempre detrás de uno hay quienes te ayudan y son los verdaderos responsables de lo que uno hace, por eso hay que darle gracias a Dios. En ese sentido, tuve la oportunidad de crear una escuela de enfermería en Santiago de Veraguas con la ayuda del Centro Regional Universitario de Panamá en Veraguas y fue la primera escuela de enfermería que se creó en casi 20 años en el interior del país; en esa escuela se gradúan hasta 40 enfermeras por año y muchas de ellas se quedan en el interior, considero que esto es una bendición.

Antes de colgar, cuéntenos... el día en que no esté, ¿cómo le gustaría ser recordado?

Antes de responder puedo decir que todo lo que siento está plasmado en la canción 'Panamá de lejos', letra compuesta por mí y por Omar Alfanno. Esa poesía la escribí y Omar decidió arreglarla en forma de canción y la acompañó con una hermosa melodía. Quiero ser recordado como un hombre que tuvo un fuerte y estrecho lazo con su patria y que no importa que tan lejos esté ahora; siempre tengo la esperanza de volver. Mi deseo es que no me olviden.

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