El consumo de cigarrillo en los restaurantes supone nuevos retos frente a la pandemia

Actualizado
  • 09/02/2022 00:00
Creado
  • 09/02/2022 00:00
Según un estudio desarrollado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) el humo del tabaco puede propagar el coronavirus hasta por 8 metros, esto abre un nuevo panorama ante la protección de la salud y la apertura de áreas abiertas en restaurantes
Según el estudio de Separ el humo del tabaco puede contener partículas de covid-19, lo que aumenta el riesgo de contagio.

Desde 2008 Panamá se ha regido el Decreto Ejecutivo 230 (Del 6 de mayo de 2008) en donde se establece como responsabilidad del Estado adoptar los mecanismos “necesarios y suficientes” para prevenir y detener el aumento del consumo de tabaco, a fin de proteger la salud de las personas, mediante la adopción de medidas para su control y vigilancia, a fin de “reducir las tasas de enfermedad, discapacidad y muerte por patologías asociadas al tabaco”.

El hábito del consumo de tabaco constituye uno de los problemas más importantes de la salud pública mundial. En Panamá, siete de las diez primeras causas de muerte se asocian al consumo de tabaco y es causa de muchas otras enfermedades agudas, crónicas y mortales. Sin embargo, la diversificación de este hábito (cigarrillos electrónicos, vapeo, entre otros) ha aumentado la perspectiva de una “moda”, siendo replicado por más personas en áreas abiertas de diversos países europeos tras la reapertura de restaurantes, bares y hoteles tras la pandemia del coronavirus.

En España, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) llevó a cabo un documento técnico que advierte de que “fumar en las terrazas de hoteles, bares y restaurantes las convierte en lugares inseguros tanto para los usuarios como para los trabajadores por el riesgo de contagio de Covid-19”, ya que el virus puede esparcirse con el humo “hasta a ocho metros de distancia”.

Este documento, publicado en la página web oficial de Separ, destaca que el contagio del virus a través de aerosoles es una causa de preocupación alarmante en terrazas y lugares de acceso público. “Hay algunos estudios que ya demuestran que el virus se puede contagiar a través de aerosoles. Tras darle una calada a un cigarrillo —normal o electrónico— se expulsa humo y si el sujeto está infectado, podría transmitirlo”, explicó al medio ABC, Carlos A. Jiménez-Ruiz, neumólogo, experto en tabaquismo y expresidente de la Separ.

El consumo de cigarrillo en los restaurantes supone nuevos retos frente a la pandemia

Asimismo, Jiménez-Ruiz explicó que las partículas de coronavirus tienen 0,1 micras de diámetro que “se pueden unir a las del humo del tabaco”, que son más grandes, y alcanzan distancias de ocho metros. Dado a esto, el neumólogo indicó que la prohibición de fumar en las terrazas sería “una acción segura” durante la pandemia, además de ser una medida que, si llega algún día, “debería quedarse para siempre”.

De igual forma, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recalcó el riesgo de contraer covid-19 para personas que fuman, siendo el riesgo de enfermedad grave y muerte por covid-19 incrementado hasta en un 50%, por lo que dejar de fumar ha sido incitado por la instancia de salud internacional, para la prevención de desarrollo de enfermedades graves como cáncer, enfermedades cardíacas y respiratorias.

Según cifras de la OMS, en todo el mundo, un 39% de los hombres y un 9% de las mujeres consumen tabaco (2021). Las tasas de tabaquismo más altas se registran actualmente en Europa, con un 26%, y las proyecciones solo muestran que, a menos que se tomen medidas gubernamentales urgentes, solo se conseguirá una reducción del 2% para 2025.

Afectación en espacios de alimentación

Las zonas más comunes donde se ha reavivado el consumo de cigarrillos y tabaco son las terrazas de restaurantes, bares y hoteles en diversos países.

Esta práctica se ha prohibido en algunos lugares, en Panamá el Decreto Ejecutivo 230 señala que para promover el bienestar de la salud poblacional, queda prohibido el consumo del tabaco en lugares públicos como: cines, teatros, restaurantes, cafeterías, centros de expendio de alimentos y similares.

Asimismo, apunta que los gerentes y/o propietarios de los establecimientos que cuenten con espacios con ventilación natural, deberán “garantizar la no contaminación de los ambientes laborales cerrados por humo de tabaco de segunda mano”.

El presidente de la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP), Eduardo Vaccaro, comentó a La Estrella de Panamá que existe dentro de la regulación la opción de fumadores en espacios abiertos, por ende “se debe respetar”, sin embargo “esto no debe afectar al resto de los comensales”.

“Si un local va a permitir que se fume dentro de sus instalaciones, en espacio abierto, creo que debe garantizar al no fumador que no será afectado”, apuntó.

Frente al resurgimiento de lo que algunos consideran una “moda”, la práctica de fumar en terrazas de restaurantes podría llegar a afectar la llegada de nuevos comensales a los establecimientos. “No creo que afecte la calidad de atención, pero sí puede afectar la capacidad de ese establecimiento de atraer clientes, o en su defecto perder clientes, que no se sientan cómodos con la alternativa de tener fumadores en el local”, indicó Vaccaro.

Según la Separ, en los últimos años ha aumentado la contaminación del aire por el tabaco en entornos abiertos como las terrazas de locales de hostelería, con un porcentaje de tóxicos del tabaco en estos espacios que oscila entre un 30 y un 50% por cada fumador que usa estos ambientes para fumar, como recopiló Infobae.

Por su parte, los neumólogos advierten que los gases y partículas nocivas que contiene el humo del tabaco no solo provienen de la exhalación del fumador y de la combustión del cigarrillo, sino de “las colillas o de la mezcla de estos tóxicos procedentes del fumador con gases de la atmósfera”.

“Estos agentes químicos se mantienen en el tiempo, pues se adhieren a la ropa, objetos u otras instalaciones de las terrazas, e incluso se mantienen de forma residual en la exhalación del fumador durante al menos 10 minutos tras finalizar su último cigarrillo”, anotó un comunicado de la Separ.

“El tema del covid-19 llegó para quedarse, vamos a tener que ,como sociedad, aprender a vivir con ello y seguir adelante”, enfatizó Vaccaro, “las vacunas han ayudado enormemente con el control de los contagios. Ya en otros países se están eliminando restricciones, como el uso de mascarilla, entre otras”.

Sin embargo, el riesgo de contagiarse de covid-19 es aún mayor si las personas cuentan con una historia de tabaquismo, lo que según el estudio de la Separ aumenta en un 79% más las posibilidades de “necesitar ingreso en cuidados intensivos o ser fatal”, y en un 96% de “desarrollar covid-19 de forma grave”.

Debido a estos riesgos la Separ insiste en la “necesidad irrenunciable” de que la reforma de la Ley Antitabaco en España, amplíe la prohibición de fumar a espacios públicos abiertos como las terrazas, según apuntó el diario español La Vanguardia.

En Panamá, el Decreto Ejecutivo 230 en el Artículo 12 establece que cada empresa o establecimiento debe adoptar políticas y procedimientos que deberán seguir los empleados para impedir el uso del tabaco en los lugares en los que se encuentre prohibido fumar.

“En caso de que un empleado fume, en violación de la ley, el gerente o encargado deberá tomar las medidas disciplinarias correspondientes y solicitar a toda persona que esté fumando en lugares prohibidos que se abstenga de dicha acción por ser violatoria a la Ley 13 de 2008”, apunta el documento oficial, “ante la negativa de esta solicitud, exigir al infractor que abandone las instalaciones”.

En 2020 había en el mundo mil 300 millones de fumadores de tabaco, de acuerdo con un informe publicado a finales de 2021 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), teniendo una diferencia de 20 millones menos a la registrada en 2019. Sin embargo, según las estadísticas de la OMS, el tabaco mata a más de ocho millones de fumadores cada año y 1,2 millones de personas más mueren debido al tabaquismo pasivo.

Los neumólogos de la Separ indicaron que se debe mantener el uso de mascarilla en áreas abiertas y aún en compañía de grupos de personas, para disminuir el riesgo de contagio del SARS-CoV-2. “En este momento, lo más razonable es tener la mascarilla puesta en todo momento, ya que protegerá del humo a quien no esté fumando”, puntualizó al ABC, Jiménez-Ruiz.

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