Panamá pierde a la 'madre' de la demografía nacional

“La mía es una actitud vital: hasta cuando el cuerpo y la mente funcionen, trabajaré”, fueron las palabras de la demógrafa y socióloga Carmen A. Miró en una entrevista para el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, cuando le cuestionaron sobre la razón de seguir ejerciendo pese a su edad.

Destacada por su trayectoria impecable en las ciencias de la población, el 18 de septiembre de 2022 la demografía panameña pierde a su pionera, la mujer más importante de la estadística nacional y experta en estudios de población a lo largo de América Latina a sus 103 años.

Carmen nació el 19 de abril de 1919, era hija del poeta y diplomático panameño Ricardo Miró y Blanca Gandásegui. Desde muy pequeña se vio influenciada por el hermano de su madre, de quien heredó su fuerte y enérgico carácter, y que durante su vida le sirvió como la base de su ética como profesional como brújula para conseguir sus logros.

Terminó su tesis y se graduó de la Universidad de Panamá (UP) en 1940 con el título de licenciada en ciencias económicas y sociales, formando parte de la primera generación de graduandos de la universidad.

Desde su juventud, tuvo interés por temas políticos y llegó ser parte del Frente Patriótico, que inicialmente surge como un grupo cívico sin intereses partidistas, solo buscando el bien social. En su momento llegaron a influir en importantes decisiones gubernamentales, fomentando la opinión pública y exigiendo la creación de centros de difusión mediante protestas.

A pesar de no contar con el apoyo de su hermano mayor, quien le había dicho que el grupo civil “no era para mujeres”, al igual que muchos otros espacios políticos de la época, Carmen se inscribió e hizo aportes significativos al Frente Patriótico a lo largo de su años de participación.

Al mismo tiempo había sido nombrada como directora de Estadística y Censo en la Contraloría General de Panamá, en 1950. Tuvo la oportunidad de organizar el primer censo de población y vivienda en la República de Panamá. Dentro de los resultados se presentaron datos por provincia y distritos, separando el área urbana de la rural; sin embargo, para las ciudades de Panamá y Colón se ofrecieron cuadros especiales por corregimiento.

En el primer censo de vivienda se cuantificaron datos como materiales de construcción, número de cuartos, fuente de abastecimiento de agua, servicio sanitario, tenencia, alquiler mensual, número de personas y tipo de vivienda. Según este censo, Panamá contaba con 805.295 habitantes, de los cuales el 50% vivía en áreas rurales que no llegaban a los 500 habitantes, mientras que el 32% residía en áreas urbanas, como la ciudad de Panamá o Colón. Para ese momento Panamá tenía 9 provincias, 63 distritos y una comarca indígena.

A la edad de 39 años se convirtió en la primera directora del Centro Latinoamericano de Demografía de Naciones Unidas (Celade), después de pasar 10 años en la dirección de Estadística y Censo de la Contraloría.

Dentro de su labor en Celade, apoyó la creación de estudios demográficos a nivel de maestría en el Colegio de México, lo que a su vez dio paso al Centro de Estudios Económicos y Demográficos (Ceed) fundado en 1964.

Esta panameña insigne fue calificada por el Colegio de México como la “maestra de numerosas generaciones de demógrafos latinoamericanos”, según una de las presentaciones que se dedicó a su persona.

También tuvo la oportunidad de contribuir con el Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, en Cuba, mediante su posición dentro del Celade.

Por su trabajo en Naciones Unidas, se le reconoció a nivel mundial, lo que le abrió puertas a la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población con el cargo de presidenta en 1973 hasta 1977.

Esta es una organización que reúne a profesionales de las ciencias demográficas en más de 120 países, y desde 2003 fue presidenta honoraria de la misma.

El historiador panameño Omar Jaén Suárez la describe como una “gran experta” en temas de población.

Considera que las siguientes generaciones deben heredar su preocupación por los estudios científicos de la población, al igual que su enaltecimiento al país por medio de sus méritos internacionales.

“Siempre admiré su inteligencia excepcional, su capacidad crítica y su lucidez”, relata el doctor Jaén sobre Miró, a quien considera un “ejemplo de dedicación”.

Además de sus aportes a la ONU y otras organizaciones dedicadas a la estadística y estudios poblacionales, Carmen Miró destacó como autora, redactando libros como Población y desarrollo, Capitalismo y población en el agro latinoamericano y Social Science Research for Population Policy Design que han sido referentes bibliográficos para historiadores panameños como Celestino Andrés Araúz y Patricia Pizzurno Gelós, además de ser la autora de numerosos estudios y ensayos acerca de la población y el desarrollo.

Miró contó con múltiples reconocimientos tanto nacionales como internacionales. El rector de la Universidad de Panamá, Eduardo Flores, menciona que además de haber sido catedrática de esta casa de estudios llegó a ser candidata a rectora y fue directora fundadora del Instituto de Estudios Nacionales; obtuvo múltiples doctorados Honoris, por la Universidad de Córdoba en Argentina y la Universidad de La Habana, Cuba.

“En ella se condensan los mejores valores de la estadística panameña, es la madre de la demografía panameña”, comenta Flores.

En 1984 recibió el Premio Mundial de la Población en las Naciones Unidas, y en 2016, Carmen Miró fue galardonada por el Colegio de México con el premio Daniel Cosio Villegas gracias a su labor en la región y su “trayectoria extraordinaria” en las ciencias sociales.

“No tendremos otra socióloga y demógrafa como Carmen Miró”, son las palabras que utiliza el director del Instituto Nacional de Estadística y Censo, Samuel Moreno, al describir la “irreemplazable” pérdida de esta importante figura panameña.

“Nos deja su legado de tenacidad y de esfuerzo en la implementación de metodologías científicas en la ejecución de los censos; nos enseñó a valorar la importancia que tienen los temas demográficos para entender las dinámicas de nuestras poblaciones”, agrega al hablar de los logros de la socióloga y demógrafa.

Definida por muchos como polifacética y de gran ímpetu, Carmen Miró se dedicó a los estudios de la población toda su vida, y su trabajo fue la base de numerosos hallazgos e investigaciones realizados en Panamá y el resto de la región latinoamericana. Sin duda, la socióloga y demógrafa dejó un gran legado que perdurará por generaciones.