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- 12/05/2025 00:00
José Alejandro García llega a La Decana vestido con pantalón y chaqueta de color negro, unas botas y lentes oscuros. Un anillo en el dedo índice de la mano derecha y pulseras en la izquierda. Y, el accesorio que le pone el sello de músico: la guitarra. “No soy experto tocando,lo hago por oído”, advierte.
Cada uno se ubica en su silla, el productor multimedia coloca los micrófonos, prueba sonido, revisa las tomas y comienza la grabación. La entrevista se convierte en una tertulia, en un concierto privado. Entre anécdotas y risas, el músico y cantante, venezolano radicado en Panamá, narra su historia y cómo ha logrado llegar a donde está hoy.
Bueno, un montón de cosas. Primero, la escuela, que es donde nace José Alejandro musicalmente hablando. En esos intercolegiales, en esas bandas que teníamos que formar en la escuela, ahí empiezo como músico, como percusionista. Luego, por coincidencia, me pusieron a cantar un tema que me sabía, y la gente se dio cuenta de que podía cantar. Y por ahí mismo, uno de mis compañeros —que hoy en día sigue siendo parte de mi vida musical— me llevó a ensayar y a formar parte de una banda. Así comencé a cantar cerca de casa.
Estaba finalizando el bachillerato, tendría unos 14 años. Fue algo tardío, no fue desde niño como tal.
Cuando era niño, tarareaba mucho en casa y a veces saturaba a mis hermanos, pero yo no sabía que realmente iba a terminar siendo cantante o músico, como lo soy ahora. Pero sí tengo familiares músicos, así que la música la llevo en la sangre. Me encanta. Nací rodeado de música, escuchando todo tipo de géneros.
Somos cinco. Yo soy el menor.
Sí, exacto. En mi caso, no me visualicé desde temprano como el cantante que soy hoy, consolidado aquí en Panamá. Tal vez en algún momento lo pensé, porque tengo tíos que son músicos. Soy venezolano y en mi familia tocaban el cuatro, la guitarra, se reunían para cantar. Así que quizá sí pasó por mi mente ser artista. Pero si te soy sincero, nunca pensé llegar a ser lo que soy ahora.
Sí. Justamente por eso que tú mencionas, que uno termina sacando una carrera más tradicional, como ingeniería, porque este mundo de la música es complejo. Hay que tener paciencia, trabajar duro y ser constante, como en cualquier otro trabajo.
Era estudiante activo cuando decidí venirme. Fue por las circunstancias del país. Llegué a Panamá por coincidencia; en realidad, pensaba irme a otro país donde tenía familia, pero no se dio. Y alguien muy especial me recibió aquí.
De la noche a la mañana compré un boleto y llegué a Panamá, con la idea de seguir siendo músico, cantante, porque ya lo ejercía en Venezuela desde joven. Pero claro, no es fácil llegar y de inmediato dedicarse a eso. Así que tocó hacer otras cosas, pero siempre con la música como norte.
¡Wow! Creo que siempre hay momentos difíciles, porque este mundo requiere paciencia. Tal vez uno de los más duros es ese en que te preguntas: ‘¿Cuándo voy a arrancar de verdad?’. También el hecho de escribir canciones. Intento hacerlo, pero reconozco el trabajo de los grandes compositores. Tener identidad musical también cuesta.
José Alejandro tiene un show bastante variado, y a veces me preguntan: ‘¿Qué música cantas?’. Y me quedo como frío, pero siempre respondo que me gusta todo tipo de música. Canto muchos géneros y siempre trato de complacer a todos los públicos.
Manejo muchos géneros, pero me va muy bien con la salsa. Conecto mucho con ella. Me gusta desde la salsa romántica hasta la timba cubana, que es más agresiva, más energética. Y aunque me escuches cantar baladas o pop y te guste, siento que con la salsa conecto más con la gente.
Me iría por la salsa fusión. No me gustaría quedarme solo en lo clásico. Me encanta innovar, mezclar, hacer algo moderno, como está el mundo hoy. La fusión es lo mío.
Eso se comenta mucho, pero los salseros dicen que la salsa nunca murió. Para mí, es un secreto a voces que la nueva generación escucha sobre todo urbano, rock, pop. Entonces, cuando artistas nuevos empiezan a hacer salsa, no siempre conectan con ese público. Pero los clásicos siguen girando.
Lo que pasa es que ahora esos jóvenes, que solo escuchaban urbano, escuchan a sus artistas favoritos cantando salsa y dicen: ‘¡Ah, esto también está chévere!’ Y entonces se interesan. No sé si es un renacer, pero sí hay un reencuentro con estos ritmos.
José Alejandro es una marca con un show variado. Hago eventos privados, conciertos, tributos. Tengo una comunidad venezolana que me quiere mucho y a la que agradezco. He hecho tributos a bandas como Guaco, la Super Banda de Venezuela, con su género particular nacido en el Zulia. También hago shows de Marc Anthony, no es fácil, pero me lo disfruto. Soy admirador total. Hago tributos a Servando y Florentino a Salserín, aprovecho para anunciar que el 16 de mayo estaré en Mantra, Costa del Este, con un tributo a ellos.
Maestro de maestros. Inspiración. Desde pequeño lo he admirado.
Maestro, tengo la dicha de tener muchos amigos en común, no lo conozco, no le he estrechado la mano todavía. Pero hace menos de un año hice un tributo a sus temas, alguien muy cercano tuvo la osadía de comentárselo él no estaba en el país, no pudo ir; sin embargo, se tomó el tiempo de mandarme un video agradeciendo.
Este año tengo varias metas claras. Para empezar, voy a lanzar mis propios temas. Al menos un EP con varias canciones. Como te dije, me encanta la versatilidad musical, y aunque me gusta mucho la salsa, quiero que ese primer EP tenga un poquito de todo: boleros, baladas, pop, salsa...