Nicko Nogués: 'En muchas empresas todavía hay un greenwashing, entre lo que se dice y lo que se hace'

Actualizado
  • 15/10/2022 00:00
Creado
  • 15/10/2022 00:00
El director y fundador del Instituto De Machos a Hombres destaca que muchas empresas se esconden tras un 'ecopostureo' en el que lo que se dice es distante de las acciones reales. Habla sobre el papel del Estado, la empresa privada y la sociedad civil para caminar hacia una sociedad sin brechas de género
Nicko Nogués es activista empresarial y creativo, así como defensor de los derechos humanos y ambientales

Para el activista empresarial y escritor español Nicko Nogués, la ruta hacia el cambio, en materia de sostenibilidad e igualdad de género enfrenta una muralla: “Hace falta una conversación tripartita entre gobiernos, empresas y sociedad civil”, y aunque actualmente “hay esfuerzos notables en esos tres puntos”, lo cierto es que “no acaban de converger y se ven aislados”.

El director y fundador del Instituto para el Desarrollo de Masculinidades anti Hegemónicas (IDMH) conocido bajo la acepción De Machos a Hombres (desde donde plantean que el machismo es la raíz de obstáculos sociales, empresariales y medioambientales), destaca que muchas empresas en la actualidad se esconden tras un greenwashing o “ecopostureo” en el que lo que se dice es distante de las acciones reales y están frente a la oportunidad de iniciar un cambio, en el que el contexto socioeconómico y cultural de nuestros países, indica que “no hay vuelta atrás”.

Nicko Nogués, defensor de los derechos humanos y ambientales, director creativo y consultor estratégico, es también fundador de la consultora isamiracle.org y desde el Instituto De Machos a Hombres, se enfoca junto a su equipo en la transformación del machismo en empresas, oenegés, escuelas, universidades y sociedad civil. Recientemente visitó Panamá, durante su participación en el evento de Real Change with MARC: Reimagining Gender Equity evento organizado por P&G y Catalyst, Catalyst, en una cita que abordó las implicaciones de las visiones tradicionales de la masculinidad en el ambiente laboral, buscando un trabajo en conjunto para crear una cultura de cambio.

¿Qué es la igualdad, desde la visión de un hombre?

Te diría que es esa forma de entender nuestras relaciones, vida y cotidianidad en un contexto donde las personas puedan ser y tener las mismas oportunidades de ser, de realizarse y de existir. No quiero entrar en definiciones académicas, sino en lo cotidiano; que tengamos la oportunidad de vivir nuestras propias experiencias humanas en plenitud, de una forma igualitaria.

De la alianza entre Catalyst y P&G surge este encuentro regional, del que forma parte como 'speaker', planteando una visión inclusiva de la masculinidad, ¿cuál es el papel del hombre a nivel organizacional para tener un entorno más inclusivo?

Teniendo en cuenta que los hombres representamos el 79% de los puestos tomadores de decisiones en Latinoamérica, con este rol tan importante debemos entender la responsabilidad y la urgencia de empezar a involucrarnos en la transferencia de poder. Somos la mitad de la población, y en Latinoamérica estamos ocupando prácticamente el 80% de las cuotas de poder; entonces urge que nos involucremos para cerrar esas brechas y entender que es imprescindible que haya una repartición de ese poder, porque los retos que tenemos hoy como sociedad a nivel de justicia social, medioambiental, etcétera, necesitan otras perspectivas que nos ayuden a enfrentarlos.

Ha desempeñado una labor consistente dentro y fuera de la industria publicitaria, en la que estuvo hace varios años. Desde México, con el Instituto para el Desarrollo de Masculinidades observa diferentes problemáticas, ¿cuáles han sido las necesidades más palpables en materia de igualdad?

Necesidades desde el punto de vista empresarial. (Las empresas deben) dejar de entender a los consumidores como personas que solamente compran productos, y empezar a entender a las personas como lo que somos: parte de una sociedad que tiene problemas y retos a nivel social. Hay una oportunidad para las compañías que están en el mundo de los negocios de empezar a entender la sociedad como eso: personas a las que las compañías pueden ayudar, poniéndolas como el centro de los negocios. El caso de Patagonia, me parece muy interesante donde el principal accionista, dicho por el fundador, es el planeta Tierra; es un ejemplo muy claro de hacia dónde podría ir el activismo desde las empresas hacia la sociedad y el planeta.

Muchas compañías en América Latina se han sumado a predicar que mantienen una visión de sostenibilidad medioambiental; también dicen que son corporaciones donde prevalece la igualdad, ¿qué tanto cree que hay de este discurso en la práctica real?

Aún queda mucho trabajo por hacer; creo que todavía es solo un discurso. Hay compañías que por lineamientos internacionales están haciendo esfuerzos muy notables en ese sentido, eso es muy valioso e importante, pero sin duda queda un largo camino por recorrer. Nos encontramos con muchas empresas donde todavía hay un greenwashing (ecopostureo) muy presente, entre lo que se dice y lo que se hace, entre la cultura que se vive dentro de la propia compañía, y lo que se comunica hacia afuera. Pero creo que esta es una oportunidad, y que ya no hay vuelta atrás. Todas las empresas con las que trabajamos han iniciado procesos de transformación cultural en términos de diversidad, inclusión y sostenibilidad, pero sin duda estamos en una fase muy incipiente de todo esto. La pregunta que siempre les hago es si somos conscientes de que no hay tanto tiempo para llevar a cabo esa transformación cultural, porque básicamente el cierre de brechas está previsto en 286 años según el World Economic Forum, y si nos vamos a los paneles de sustentabilidad del IPCC, nos queda menos de una década para subir dos grados de temperatura, así que hay que conjugar varios factores, pero ya hay pasos en la dirección correcta.

¿Qué implican estas transformaciones a lo interno de las empresas? ¿Cómo se logra la transición?

Con múltiples factores. Lo primero es conocer la temperatura en términos de inclusividad, o de sustentabilidad en las compañías, es decir, dónde estás; imagínate un termómetro: estás totalmente frío porque no hay ninguna noción de cultura real dentro de la empresa y los colaboradores no se sienten bien tratados por los líderes, o ya hay ciertos grados de tibieza o temperatura más agradable donde el clima de la compañía empieza a notar en la práctica todo eso. Sabiendo cuál es la temperatura de la justicia social en la empresa se pueden empezar a tomar medidas al respecto. Manuales de conducta, políticas claras ante la discriminación y el acoso, políticas de sostenibilidad y una cultura que se sostenga en el tiempo... y allí es cuando hablamos de programas reeducativos, porque estamos en un momento social de reeducación total, y desaprender conductas, liderazgos, formas de relacionarnos; así que son varios elementos que pasan por el termómetro, al saber en dónde estoy, saber a dónde me dirijo y el sostenimiento de todas esas prácticas.

¿De dónde surge el nombre De Machos a Hombres? Veo que tiene una visión muy parecida a su libro 'Hackea a tu macho'.

Sí... Sin duda, De Machos a Hombres tiene mucho que ver con lo que vine a hablar en el evento de Catalyst. Es este viaje, que como hombres, creo que es muy importante que hagamos, de pasar de la masculinidad donde parece que hay una sola idea de ser hombre, confundida con la idea de ser macho, y entender que la masculinidad no es una sola idea; debería haber cada forma de entender la masculinidad como hombres estamos en el mundo; sin embargo, seguimos apegados a una sola donde todo lo que está por fuera, no es lo suficientemente hombre y estamos confundiendo macho con hombre; entonces este viaje de machos a hombres implica pasar de esa única idea de masculinidad, y entender que hay tantas formas de ser hombres, como hombres hay en el mundo.

Concluyo con lo que llevan haciendo en el instituto, ¿qué espacios quedan todavía por llenar? ¿Cuáles son los retos más importantes en América Latina?

Hace falta una conversación, sobre todo una acción tripartita entre gobiernos, empresas y sociedad civil. Creo que hay esfuerzos notables en esos tres puntos, pero no acaban de converger y se ven aislados. La gente haciendo cosas por su cuenta, creando movimientos desde la sociedad civil, compañías que hacen sus propios esfuerzos, políticas públicas que intentan incidir, pero no hay todavía un conector o puente claro que permita que esos esfuerzos no estén desorientados y tengan un común denominador, que sea algo que sume más fuerza en cuanto a la transformación que queremos lograr.

¿Debería entonces el sector público tomar la batuta para dar esa hoja de ruta?

Sí, tomar el rol que tiene como Estado con políticas y la capacidad de dirigir hacia donde queremos ir en ese sentido como país, países o como región y aprovechar los múltiples esfuerzos que existen en el sector privado, a la vez que aprovechamos los movimientos sociales que también van en esa misma dirección.

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