Toledo, un destino imponente lleno de leyendas

Actualizado
  • 07/12/2020 00:00
Creado
  • 07/12/2020 00:00
En la actualidad, además de la seguridad sanitaria, el turista busca vivir una experiencia profunda en el lugar elegido para vacacionar. En Toledo, particularmente, relacionarse con las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer es excitante
Toledo es una antigua ciudad situada en una colina sobre las llanuras de Castilla-La Mancha, en España central.

Toledo es una ciudad muy antigua. Recorrer sus calles con ambientes donde convergen rastros de las culturas castellana, judía y morisca permite apreciar el pulso de un destino turístico atractivo que está al alcance de todo viajero que llegue a Madrid, España.

Ambas ciudades están separadas solo por 71 kilómetros y unidas por el tren que sale de la estación de Atocha, que ofrece un viaje cómodo y rápido. La tarifa se anuncia en más o menos 15 euros y la duración de la travesía es de 33 minutos.

En la actualidad, además de la seguridad sanitaria, el turista busca vivir una experiencia profunda del lugar que elige para vacacionar. En Toledo, relacionarse con las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer es excitante.

Este personaje es el máximo poeta de la lengua española, pero además escribió relatos cortos basados en las leyendas que encontró en sus recorridos en distintos momentos de su corta vida. Fue una brillante figura del romanticismo europeo, apenas vivió 34 años y siempre estuvo enamorado de imposibles.

Me lo imagino con su cartera de dibujos, caminando frente a la gran catedral de Santa María, de imponente figura. Dibujando su fachada gótica de dos torres distintas y siendo influido por el misterio del lugar.

El templo que es una imponente edificación de piedra blanca del siglo XV, declarada Patrimonio de la Humanidad, demoró más de 200 años en construirse. Es el escenario de una de las más famosas leyendas publicadas en el periódico El Contemporáneo, en 1861.

El templo es una imponente edificación de piedra blanca del Siglo XV, declarada Patrimonio de la Humanidad.

El escalofriante relato se titula 'La ajorca de oro' y presenta a una hermosísima dama, María Antúnez, que reta al caballero Pedro Alonso de Orellana a que robe la ajorca, una especie de pulsera, nada menos que de la muñeca de la imagen de la Virgen del Sagrario de la catedral. El final es trágico y sorprendente.

Para llegar al templo hay que recorrer estrechas calles con interesantes almacenes de ropa, chocolates, artesanías, espadas y cuchillos con toda la calidad de lo hecho en España.

También encontrar viejas casas de piedra con ventanas que inspiraron a Bécquer para escribir su famosa leyenda Tres fechas. En ella se narra la triste historia de una joven que toma los hábitos por estar sola en el mundo, donde el escritor cree haberse cruzado con ella en esas ocasiones.

Otra de las leyendas que me llaman la atención porque está enmarcada en la ciudad preferida de Isabel la Católica, es El beso, de Gustavo Adolfo Bécquer.

En ella se narra cuando los ejércitos de Napoleón invaden España. Una escuadra de flamantes dragones, que usaban corazas, y morriones con penachos, se hospeda en un viejo templo y enseguida el escrito plasma el antagonismo del pensamiento francés de la época que quiere cambiar la religiosidad y las tradiciones de los españoles. Uno de los jóvenes soldados profana la bella estatua de una castellana con un beso, pero un guerrero de piedra le da un terrible golpe mortal. Tremendo desenlace.

Para un turista, poder emular a Bécquer en su recorrido por ese melancólico destino es fantástico. En mi visita me perdí del grupo que me acompañaba y con mi cámara fotográfica pude sentir esa magia. Calles solitarias, vecinos silenciosos de avanzada edad.

Toledo es castellana, está en el centro del mapa de España y se pueden ver las áridas llanuras desde miradores en el Alcázar. Esta es una palabra de origen moro que significa fortaleza. La imponente estructura está en la parte más alta del casco antiguo y tiene mucha historia. Allí recibió el rey Carlos I a Hernán Cortés al reportar la conquista del Imperio Azteca en 1521.

Fue totalmente destruido en 1936 durante un sitio en la guerra civil, pero hoy está completamente remozado y alberga el Museo del Ejército.

Otro resto moro es la plaza de Zocodover, hoy una de las principales de la ciudad. Significa en árabe, “mercado de bestias de carga”. Tiene una puerta inserta en un edificio al que le llaman la 'Puerta de la Sangre' y por allí pasé, no sin antes detenerme ante una estatua de Cervantes.

Toledo fue una ciudad mora desde el año 711, reconquistada por españoles en 1085. Recordemos que los musulmanes dominaron España durante ocho siglos y que los judíos fueron expulsados en 1492.

Estarán fascinados al cruzar el puente de San Martín, una de las principales entradas de la ciudad. Construido de piedra medieval del siglo XIII salta al icónico río Tajo y es el que usaron las huestes militares que menciona el escritor sevillano en su leyenda El Cristo de la Calavera. El fantástico relato menciona cómo dos caballeros casi se baten a muerte por una dama que quería a un tercero.

Desde allí se tiene una vista panorámica de la ciudad con sus tonos en crema y rosa.

Al desembarcar de la estación del tren se llega a la mencionada plaza, y de allí parte la calle del Alcázar.

Toledo es la capital de la región, conocida por los monumentos medievales árabes, judíos y cristianos en su ciudad antigua.

Volviendo al famoso Bécquer, es un personaje que combina a la perfección con la ciudad que inspiró sus leyendas. Con ellas demostró que no solo fue un fantástico escritor de versos, también supo resumir en su deliciosa prosa, toda la ilusión de un mundo lleno de misterio que encierran mujeres perversas, caballeros embrujados, estatuas de piedra y la religiosidad de la época. Si visita Toledo, lo sentirá así.

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