Adultos mayores emprenden en el negocio informal

Actualizado
  • 06/04/2015 02:00
Creado
  • 06/04/2015 02:00
El trabajo informal aumenta a nivel nacional. La población de la tercera edad incursiona en el campo con el deseo de pasar su negocio a lo formal

¿Cuántas veces se ha comido un dulce de fruta, una empanadita o una chicha bien fría por necesidad, en ocasiones, y otras veces para satisfacer un antojo, o quizás ha comprado una bolsa de verduras, atraído por la calidad del producto e incluso su precio?

Sea cual fuere su respuesta, la probabilidad de que haya consumido o comprado algún producto vendido por trabajadores informales, mientras espera en un semáforo, en un puente peatonal o puesto ambulante, es gigantesca.

En Panamá, según el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República, en 2013-14 había en el país un total de 529 mil 672 empleos informales (299 mil 850 hombres y 229 mil 822 mujeres).

De estas cifras no escapan los adultos mayores que, como Mirna Broce, una adulta mayor residente de Parque Lefevre, optaron por trabajar por cuenta propia.

ADULTO MAYOR EMPRENDEDOR

Broce, recostada en uno de sus dos sofás, sonriente y con pasión y actitud positiva nos explica en qué consiste su negocio informal al cual se dedica para ‘obtener algo extra de dinero y ayudar a su esposo con las responsabilidades del hogar’.

—Hago dulces de frutas, arreglos florales y todo los implementos necesarios para decorar un pesebre de Navidad. Todo es para venderlo, y como no tengo un local y clientes fijos, vendo por pedidos, dijo Broce.

La trabajadora informal asegura que a pesar de su edad y que ha pasado por problemas de salud, no se da por vencida, pues ‘ama trabajar con sus manos y si eso da un dinero extra, mucho mejor’.

En las fiestas de fin de año es cuando más acogida tiene su negocio, pero el trabajar con materiales caseros limita su crecimiento.

—He tomado varios cursos en el Inadeh, pero los dulces los aprendí a hacer con mi suegra; lo hago desde hace 7 años para las fiestas de fin de año. Por lo general tengo entre 30 y 40 pedidos, pues trabajo yo sola en su elaboración y con equipos caseros. La falta de un equipo semi-industrial me obliga a reducir la cantidad de pedidos, señaló Broce, con algo de frustación, pero con esperanza.

Broce afirma que en el 2014 decidió ‘arriesgarse’ y su negocio tuvo un significativo auge, por lo que desea convertirlo en algo más formal.

—El año pasado hice 450 dulces, para unas bolsas navideñas del Gobierno. Bastante trabajo, pero mi esposo me ayudó y logramos tener el pedido a tiempo. Lástima que no pude hacer para vender a mis clientes, comentó la negociante.

CAPACITACIONES Y TALLERES

Con ganas de hacer su negocio más formal, Broce asiste a diversos cursos ofrecidos por entidades como el Inadeh. Es así como la semana pasada formó parte del programa ‘Mi Segunda Juventud’, dirigido a las personas de la tercera edad, residentes en el sector de Chanis.

En el programa, a cargo de Odebrecht y del Inadeh, se dieron tres capacitaciones: taller de conservas de frutas y verduras, Decopage (trabajo con material reciclado) y taller en administración financiera .

40 adultos mayores entre las edades de 50 a 82 años participaron de esta capacitación, que según Minerva Gómez, responsable de Comunidades en el Proyecto de Mejoramiento Vial de la Vía Cincuentenario – Chanis, busca lograr el espíritu de emprendimiento en los adultos mayores.

Los participantes están motivados a formalizar su negocio ya sea de manera individual o grupal, dijo Gómez.

DATOS INTERNACIONALES

Un informe del Banco Mundial indica que en países como Argentina, Uruguay, Brasil, Panamá y Chile la cifra de trabajadores informales es sustancialmente menor que en Centroamérica, donde puede llegar al 70.7% de los trabajadores, como en el caso de Honduras, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

En cuanto a la composición de género, según la investigación del Banco Mundial, a nivel internacional el 45% de los hombres y el 50% de las mujeres trabajan en condición informal. Paralelamente, afecta al 56% de los jóvenes de 15 a 24 años.

El trabajo informal es una de las principales fuentes de ingreso a nivel mundial y en Panamá está en aumento. Según los números del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República, en el 2011 había 452 mil 183 empleos informales. Para el 2012 la cifra aumentó a 488 mil 289 y en el 2013 fueron 529 mil 672 los empleos informales.

Este tipo de empleo ha crecido tanto que incluso adultos mayores, sin empleo, ingresan a este mercado laboral con la esperanza de que sus negocios crezcan hasta llegar a ser parte de la economía formal del país.

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Mirna Broce,

ADULTA MAYOR EMPRENDEDORA

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