Miembros de la realeza que renunciaron su título por amor

Aunque a muchas personas los tomó por sorpresa, la decisión del príncipe Harry y su esposa Meghan Markel, la renuncia a sus funciones en la realeza británica, hay que señalar que no son los únicos. En el pasado algunos miembros de la monarquía han tomado la misma posición e incluso han tenido que abandonar su tierra natal para ser felices con la persona que aman.

Esto demuestra una vez más que ser parte de la realeza, no es fácil. En la vida real formar parte de ella no es color de rosa como muchos nos lo imaginamos: se tienen que someter a exigentes protocolos y tratar la presión mediática.

Los duques de Sussex decidieron abandonar la Familia Real Británica y anunciaron que tendrán independencia económica. El anuncio lo dieron a conocer a través de una publicación en la cuenta oficial de Instagram de la Familia Real. En el texto se señala que tras “algunos mese de reflexión y discusiones internas, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a formar un nuevo papel progresivo dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros “Mayores” de la Familia Real y trabajar para ser financieramente independientes, sin dejar de apoyar plenamente a su majestad la Reina”.

Ese fue uno de los mayores escándalos de la primera mitad del siglo XX, un amor de leyenda que ha aparecido en libros, películas, series, etc. Era el año de 1936 y a 325 días de haber ascendido al trono británico (antes de ser coronado), el rey leyó su enuncia en directo en la BBC de Londres.

El rey Eduardo VIII se enamoró de Wallis Simpson, una estadounidense dos veces divorciada. Su decisión de proponerle matrimonio ocasionó un profunda crisis y el Parlamento no aceptó su matrimonio.

Ante esto Eduardo VIII tomó la decisión de seguir su corazón y elegir a Simpson, abdicó al trono y fue sucedido por su hermano menor, Jorge VI, quien fue padre de la reina Isabel II.

La pareja se casó el 14 de junio de 1937 en Chateaux de Tours, en Francia, sin Familia Real Británica. Desde entonces la pareja fue conocida con el título de Duques de Windsor, pero se exiliaron en París, en su casa de Bois de Boulogne.

El esposo de la Reina Isabel II nació en la isla griega de Corfú y desde que nación tenía el título de Príncipe de Grecia y Dinamarca. Cuando realizaba sus estudios universitarios, Felipe conoció por primera vez a Elizabeth, ambos decidieron iniciar una relación a distancia. Posteriormente, Felipe pidió la mano de Elizabeth an rey Jorge VI para casarse con su hija, pero no fue dada en esa ocasión por la sencilla razón de sus creencia religiosa. Ante esto, él (Felipe) tuvo que pasar de la ortodoxia griega al anglicanismo, aceptar la ciudadanía británica y renunciar a sus dos títulos: Príncipe de Grecia y Príncipe de Dinamarca.

Sayako, la hija menor de los que fueran emperadores de Japón hasta el pasado mes de abril, Akihito y Michiko, renunció a sus títulos por amor. Fue en el año 2005, cuando decidió casarse con el funcionario municipal y urbanista Yoshiki Kuroda. En su fiesta de compromiso comunicó que abandonaría la casa imperial, su título de alteza y sus obligaciones; tras su enlace cedió todos los privilegios de la vida imperial.

Friso de Holanda, el hermano del rey Guillermo de Holanda se enfrentó al Gobierno y a su madre (la entonces reina Beatriz) para casarse con Mabel Wisse, una polémica mujer que podría haber ejercido de espía para los servicios secretos holandeses en los años noventa. En el 2004 renunció a su puesto en la línea sucesoria para casarse con Wisse y se mudaron a Londres.

La nieta mayor de Akihito (hija de Fumihito) parece que seguirá los pasos de su tía Sayako y renunciará a sus títulos por amor. Aunque su enlace se ha aplazado para 2020, Mako planea casarse con Kei Komuro, un compañero de universidad sin sangre real en sus venas. Cuando dé el ‘sí quiero’ ella también perderá sus derechos y deberes como miembro de la familia real nipona.