Ana Torres: superación y autenticidad desde el fogón

  • 25/02/2021 00:00
La chef panameña hace un repaso de sus inicios en la profesión y brinda su opinión acerca de la realidad para el sector
Carne en palito

La chef Ana Torres se define como una persona “positiva y feliz” que no deja de agradecer las cosas simples que la vida le regala. Su camino en las artes culinarias empezó en el Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo Humano (Inadeh). “Tuve la oportunidad de estudiar en The Panamá International Hotel School con un préstamo. Pero realmente me formé en la cocina de los hermanos Rausch; recuerdo esos buenos tiempos”.

Torres dice que desde los 18 años hasta hoy jamás se ha separado de los fogones; sin embargo, admite que en un inicio “no era buena cocinando”, pero la realidad era que desde su niñez creció viendo las preparaciones de sus abuelas, “también observaba muchos programas de televisión como 'Hell's Kitchen' y 'Top Chef', en Estados Unidos. Me gustaba mucho cocinar antes de enterarme que podía vivir de mi pasatiempo favorito. De tantos intentos en mi adolescencia, la cocina era lo que me hacía sentir chillin”.

En cuanto a su estilo, señala que es netamente panameño “en realidad siento que Panamá es un crisol de sabores y así mismo soy”.

Para Torres, las cualidades que se requieren para ser un buen chef son el liderazgo y la empatía, para entender a todo el equipo, así como ser pulcro en el oficio.

“No tienen que victimizar la carrera en sí y sus inicios. Los invito a disfrutar del proceso de aprendizaje y deben respetar a sus chefs. Aprendan y luego trabajen bajo su propia identidad. Quiero decirles que todos cuentan con mi apoyo”, reflexiona.

Tamal en olla
Un símbolo

Aunque la chef panameña ama la sazón criolla, su referente es Thomas Keller, “me encanta, mi primer libro de cocina fue de él, lo he leído tantas veces; tengo todos sus escritos”.

Parte de las enseñanzas adquiridas a través de los libros de Keller le han permitido aplicar mecanismos eficientes para llevar un buen plato de la cocina a la mesa. “La gente cree que ser chef es soplar y hacer globos, pues no, todo plato, hasta unas buenas alitas, requiere de procesos y a veces horas de trabajo, pero todo es posible si se hace con amor”.

Creatividad

“No tengo un plato estrella, para mí todos son un proceso nuevo e interesante, pero si tuviera que salvar mi vida por alguno, haría unos raviolis de camarón y chorizo tableño, de seguro quedarían muertos de placer”, comenta.

Sopa de mariscos

En esa línea, asegura que le gustaría reinventar algunas propuestas y adelanta que próximamente presentará un proyecto que le permitirá idear nuevos platos. “La trilogía de cerdo es algo que tengo en mente, es una idea interesante, es un plato que lleva todas las versiones en las que el panameño come cerdo, pero sobre tamal de olla es delicioso. Pronto los invito”.

Entre sus apuestas también se encuentra 'Istmo table', “es un excelente proyecto que hice con Jenny Guerra; sin ella no hubiera sido posible, es algo único, pero siento que lo reinventaré. Tal vez será algo distinto, aún lo estoy pensando”.

Experiencias

Para Torres, la cocina lo es todo y a lo largo de su trayectoria ha hecho muchas cosas para sacar adelante un plato de comida. “Me he metido al mar sin saber nadar. Recuerdo que fui a buscar una proteína en una heladera, ¡qué ganas de ganarme esos $25 mil palitroques! Chuleta, estaba como en Asia paseando y comiendo”.

Torres participó en una de las ediciones del programa 'Top Chef Panamá'.

La chef panameña no solo nos comparte sus técnicas culinarias, sino los detalles de su vida diaria. En ese contexto, manifiesta que ha tenido que superar muchos obstáculos para llegar a donde está.

“Mis posibilidades de éxito personal eran nulas, según muchas personas e inclusive para familiares. Yo no era buena estudiante, era bastante odiosa y peleona, mis calificaciones eran bajas. En el Instituto Nacional (Nido de Águilas) fue donde logré graduarme. Mi primer obstáculo fue saber lo que quería hacer con mi vida y aferrarme a eso, por lo que me propuse cocinar como una grande”.

A pesar de haber crecido en un barrio como San Felipe, hice cosas que ni yo misma sé cómo lo logré, pero aún es el comienzo. Gracias a los que creen en mí. Aprovecho por aquí para decirles gracias por su apoyo”, recuerda.

Dejando atrás sus vivencias, Torres habla sobre el panorama actual de la gastronomía panameña. “Espero que todo mejore, nos lo merecemos, somos un movimiento, una identidad para este bello Panamá”.

Torres se inició en las artes culinarias a los 18 años.

Su sueño es volver a ver los restaurantes llenos, con una competencia sana y a la gente haciendo foodie tours por el Casco Antiguo, mientras compran un raspao o carne en palito. “Tenemos demasiado potencial para ser grandes en la gastronomía y estamos en eso. Los chefs reconocidos internacionalmente están marcando la diferencia. Invito a hacer turismo interno. También los exhorto a que se sientan orgullosos de la gastronomía local”.

Para la chef, actualmente el enfoque en lo que se hace, cocinar arduamente y ver las tendencias es lo que permitirá a los expertos de este sector mantenerse vigentes. “El servicio de alimentos y bebidas siempre debe tener un toque personal”.

Entre sus planes está viajar y seguir reforzando su carrera. “Dios me dé vida para poder pasar una vejez agradable, quiero ser la abuelita que hace tortas para la familia, la que vive por allá en el interior”.

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