Miroslava Herrera: 'Urge el empoderamiento de la mujer para la construcción de un mejor país'

Actualizado
  • 30/06/2020 00:00
Creado
  • 30/06/2020 00:00
La cantante del grupo 'Afrodisíaco' comparte sus inicios en el ámbito artístico, habla del panorama actual de la educación en Panamá, recalca la importancia de reforzar la cultura, y brinda su opinión sobre el racismo

Miroslava Herrera nació en la provincia de Coclé. Una panameña que aunque lleva registrado en el primer dígito de su cédula el número 2, ha residido la mayor parte de su vida en la ciudad capital. Herrera es una mujer polifacética que adora sus raíces. Es profesional de la comunicación, historiadora, investigadora. También se desempeña en el ámbito musical y ha incursionado en el teatro desde temprana edad. Pero entre todas sus facetas la que más presume, con orgullo, es su rol de madre.

Miroslava Herrera.

Para dialogar sobre su vida y otros temas contactamos a Miroslava vía telefónica. Nos acogió una voz potente que inmediatamente sentenció: “¡Estoy lista! Hagamos la entrevista”...

La creativa durante todo el encuentro habló con soltura, minuto a minuto, y sin titubeos cuestionó la falta de equidad que existe actualmente en el país.

Esta amante de la letras no le dio chance a las dudas y reiteró la importancia de reforzar no solo los aspectos de la cultura afrodescendiente, sino también la cultura indígena.

En esta tertulia, la cantante resaltó los avances que ha hecho la comunidad afrodescendiente en el territorio nacional. Además, evocó cuando en 2016 se alzó con el premio en el festival de Viña del Mar junto al grupo Afrodisíaco. Navegando entre sus recuerdos, Miroslava también recordó la nominación a los Latin Grammy que obtuvo con este mismo colectivo en 2018.

Aquí una afropanameña que busca mostrar la mejor cara del istmo, llevando la esencia de la cultura local fuera de estas tierras.

¿Qué opina del empoderamiento a la mujer?

Es una de las tareas que deben tener todas las instituciones del Estado y todas las organizaciones comunitarias ya sean culturales, políticas o religiosas, porque tenemos un atraso en la equidad y en el aprovechamiento del potencial femenino. En la actualidad estamos amarrados a ideas obsoletas que limitan el poder de la mujer en la sociedad. El empoderamiento a la mujer es urgente para la construcción de un mejor país. Es una tarea que involucra a todos.

Demos un vistazo a su niñez. Durante una entrevista usted compartió que en su etapa escolar ganó un concurso de canto, ¿desde entonces, cómo se ha desempeñado en el ámbito artístico?

Recuerdo que participaba en concursos de canto cuando estaba en la escuela. Mi mamá me llevaba a las actividades culturales del colegio Elena Chávez de Pinate, que era donde ella impartía clases. En aquel tiempo asistía a esa academia para declamar. Esto me ayudó a expresar mis ideas y alzar mi voz, y por supuesto me quedó gustando. Más tarde, a la edad de 15 años empecé a hacer teatro con un grupo universitario. Mi mamá me autorizó a involucrarme con este colectivo a pesar de que era menor de edad. Desde ese momento me atreví a desarrollar esta faceta de manera más profesional. Hice obras en el territorio nacional y fuera del país. En el ámbito musical continúe haciendo cover de canciones.

Usted ha mencionado su inclinación por las letras, ¿alguna vez ha pensado escribir un libro?

He participado de algunas publicaciones, por ejemplo, colaboré en un libro de enciclopedias de Protagonistas del siglo XX panameño. Hice a cuatro manos, junto a Luis Burón Barahona, la biografía del 3 de noviembre de 1903. También he participado de otras publicaciones que no llevan mi firma exclusivamente. Pero el día que decida escribir mi libro, me internaré por seis meses en un pueblo mexicano que se llama San Pedro de Atocpan o en Cambutal, un corregimiento ubicado en el distrito de Tonosí en la provincia de Los Santos.

¿A quién admira Miroslava?

Admiro a mi mamá porque al ser profesora de historia, filosofía y geografía, era quien me daba los libros para que enriqueciera mi mente. Ella siempre me enseñó la historia de una manera divertida, incluso estos temas formaban parte de nuestras conversaciones diarias. Entre las personas que admiro se encuentra Stephanie Murillo, quien es comunicadora, activista y afrofeminista. Además, fue ganadora del Emmy por el documental Afrolatino. En mi lista de referentes está la historiadora Carmen Mena García, quien ha hecho investigaciones hermosas sobre Panamá. Otros de mis referentes es el profesor Gerardo Maloney, uno de los líderes del movimiento afropanameño. En la música tuve influencia del cantante Roberto Carlos debido a que mis padres colocaban sus discos cuando era niña y crecí con sus melodías. Aunque mis influencias en la música fueron cambiando con el tiempo, puedo mencionar que también me gusta las creaciones de Mulatu Astatke, un músico y arreglista etíope a quien se considera el padre del Ethio- jazz. Empecé a indagar en esos ritmos cuando surgió mi idea de crear Afrodisíaco.

Con respecto al área cultural en Panamá, ¿considera que en las escuelas se imparte información de manera oportuna acerca de nuestras tradiciones y orígenes?

Desconozco a profundidad el currículo oficial de la educación local. Pero muchas veces los profesores trabajan con las uñas para poder enseñarle a los niños lo que tienen a su disposición. En ocasiones considero que se desestima la importancia de que el niño aprenda lecciones relacionadas al folclore y a la cultura. Igual creo que es importante que ellos sepan más acerca de la historia y las impresiones culturales artísticas del país. Opino que el esfuerzo de la educación debe ser más visionario. Lo ideal es que los pequeños aprendan lecciones que los preparen para la vida. La educación debe estar orientada a reforzar el pensamiento crítico de los estudiantes para que tengan una mayor conciencia cuando se van a graduar. La enseñanza de la cultura en los colegios tiene que verse de una manera más objetiva, medible, y que sea con mayor esfuerzo.

¿Entonces qué se debe reforzar en materia de educación?

Reitero que es fundamental que la educación les dé a los jóvenes las herramientas necesarias para que les vaya bien en la vida. Hay que dar una mirada crítica a lo que está ocurriendo en nuestras aulas. Nuestros jóvenes salen muy vulnerables al mercado laboral. Lo primero que hay que hacer es evaluar lo que se está haciendo y tomar en cuenta todas las carencias. El tema de la educación también es una cuestión de distribución de recursos, de honestidad y transparencia en el país. Es vital reforzar la enseñanza del idioma inglés, emprendedurismo, capacidad de administración personal, administración de las emociones, enseñarles a los alumnos cómo se gestionan cosas con el gobierno, además de mostrarles cómo funciona el sistema político. Si todos esos aspectos se imparten, facilitarán la inserción del individuo en el mercado laboral. Esta es una manera de que el joven esté protegido, porque un individuo ignorante es vulnerable. Hay que invertir en estas cosas para evitar que sigan aumentando los embarazos en adolescentes y de esta manera erradicar la deserción escolar.

¿Considera que el Estado actualmente ofrece igualdad de oportunidades y derechos para toda su población?

El panorama ha mejorado. La movilidad social es mejor que hace 100 y 50 años. Hoy existe una elevación en cuanto a oportunidades, ahora se ofrecen más becas. Sin embargo, en el tema de la equidad hay variables que se deben tomar en cuenta, por ejemplo, las comunidades afropanameñas, indígenas y migrantes que todavía se encuentran al final de la fila. Los esfuerzos deben ir enfocados para ver que se puede hacer para que esos niños y adolescentes tengan mejores oportunidades para triunfar. Hay que ajustar esa cuenta pendiente con los grupos más vulnerables de Panamá.

'Sin raíz no hay país', un lema que destaca el grupo Afrodisíaco, ¿en la actualidad cree que los panameños se identifican y se sienten orgullosos de sus raíces?

Este camino se ha ido haciendo hacia adelante. Creo que ha habido muchas oleadas de artistas y de pensadores que han renovado ese vínculo que tiene el panameño con sus raíces. Han pasado ya 20 años desde la promulgación de la ley que oficializa la conmemoración del Día de la Etnia Negra. En este caso lo que hace falta es reforzar no solo las raíces afrodescendientes, también hay que robustecer las raíces indígenas. Hay que conocer la cultura originaria. En la actualidad existen jóvenes que están haciendo una labor maravillosa y están involucrando cada vez más a la población local en este tema. Considero que se debe hacer un trabajo más profundo en este aspecto para que la gente pueda identificarse.

Ahora que menciona la multiculturalidad, para usted, ¿cuáles son esas características que se destacan en esta tierra istmeña?

La cultura local tiene aspectos tan amplios y tan ricos históricamente: la gastronomía, el baile y demás. Hay algo bien interesante y es que nosotros tenemos esa ventaja de esa raíz plural con la que nos podemos dirigir al mundo. Tenemos mucha riquezas culturales para compartir con todos los países. Ejemplo de ello es Afrodisíaco, que a través del ritmo y los tambores decidimos narrar la historia de nuestro país. Ahora vemos diseñadores que también están ofreciendo esa multiculturalidad como una muestra plural. Este es el momento de reforzar nuestras industrias creativas.

El tambor resuena en las melodías locales, ¿cuál es el método narrativo de este instrumento?

El tambor es fundamental en la historia panameña porque nace como una manera de sobrevivir. Las personas que llegaron esclavizadas a Panamá utilizaban este instrumento para comunicarse. Al transcurrir los años esta pieza fue formando parte de la música en el istmo.

Evoquemos vivencias memorables. Detállenos cómo fue ese momento cuando ganó junto con Afrodisíaco el galardón en el Festival de Viña del Mar y recibió la nominación a los Latin Grammy

Demostrar lo que somos era uno de los objetivos principales que teníamos en Afrodisíaco. Fue algo muy poderoso. En Viña del Mar había mucha gente viendo nuestra caja, nuestro repicador, nuestra mejorana y una semblanza de nuestros vestidos. Esta fue una forma que encontramos para colocarnos en una tribuna grande. Fue muy emocionante cantar delante de 20 mil personas. Nuestro mayor respaldo era nuestra historia. Con respecto a la nominación en los Latin Grammy, fue un gran momento. No ganamos el galardón, pero el hecho de participar con la música de nuestra tierra fue un orgullo.

Recientemente temas sociales han conmocionado al mundo enfocados en la discriminación racial, ¿cree que la llaga del racismo continúa abierta en Panamá o este hecho ya quedó en el pasado?

Escribí una columna para el colectivo de periodistas Concolón y en ese escrito mi pregunta era: '¿Somos o no somos racistas?'. Entre todas las cosas que plasmé es que hay que dejar de ver al racismo como un insulto. Aquí fácilmente podemos decir: “Yo no soy racista, no le digo negro a nadie”. Pero tenemos que empezar a ver cuáles son las consecuencias de la esclavitud, que es cuando proviene la discriminación racial. Entonces hay que revisar qué consecuencias están impagas que producen un racismo sistémico y una discriminación en la que es el Estado quien limita las posibilidades y rechaza a las personas por su color de piel y orientación sexual. El debate debe ir en camino no a que somos racistas, sino en lo que debemos hacer para que nuestra sociedad elimine esa manera de pensar.

Antes de colgar... compártanos en qué estará trabajando durante los próximos meses.

Mis proyectos colectivos son seguir haciendo exploraciones musicales con Afrodisíaco. Aparte de ser un grupo de música, también tenemos un proyecto de rescate, catalogación y promoción del archivo musical de los profesores Dora, Manuel Zárate y Julio Arosemena. A nivel personal estoy en la crianza de mi hijo, junto a mi pareja, que es todo un proyecto de vida.

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