Ana Reyes: 'Invertir en enfermería es invertir en la salud de nuestro pueblo'

Ana Reyes es una de las más de 5 mil enfermeras que le hacen frente a la pandemia. Como profesional de la salud desde 1985, afirma que ayudar al prójimo fue el motor que la motivó a convertirse en enfermera cuando tenía 25 años. Reyes, quien es especialista en salud mental y psiquiatría, así como también en prevención y atención de la violencia doméstica con enfoque de género, comenzó a ejercer su carrera en el Complejo Hospitalario de la Caja de Seguro Social (CSS) en 1987. Hoy cuenta con 33 años de labor continuada, dedicada en su mayoría al servicio de salud mental. Confiesa que sus años de experiencia la han convertido en una dirigente gremial a fin de fortalecer y mejorar el sistema de salud. Hoy, con un diplomado en prevención y atención de la drogadicción, Reyes nos cuenta cómo ha sido su trayectoria hasta convertirse en la presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Panamá (Anep) y cuáles son las necesidades que enfrenta el sector en plena batalla contra los golpes del SARS-CoV-2.

Soy activista en el gremio desde hace 30 años. Con participación en comisiones, llegué a ser la tesorera en la junta directiva nacional de la Anep en el periodo 2004-2006. Durante ese tiempo participé en el equipo negociador que se opuso a la Ley 17 de la CSS, la cual fue retirada y generó como resultado la nueva Ley 51 de dicha institución de salud. Más tarde, durante el periodo 2015- 2018 tuve el cargo de primera vicepresidenta de la junta directiva nacional de Anep. En este periodo creamos y coordinamos el primer programa televisivo 'Educando en salud', con el fin de contribuir a la promoción de estilos de vida saludables y la prevención de enfermedades, además de proyectar el quehacer del profesional de enfermería desde la plataforma del gremio. El proyecto presentado por enfermeras y enfermeros se desarrolló por cuatro años consecutivos en Sertv, canal 11. También participamos en representación del gremio en el programa 'Diálogo por la salud', convocado por el entonces presidente Juan Carlos Varela. Durante ese diálogo se produjo un documento para la transformación del sistema público de salud como una política de Estado. Fue en 2016 que integramos, mediante Decreto Ejecutivo N° 1 del 8 de enero de 2016, la comisión de alto nivel para la transformación del sistema público de salud. En mayo de 2018 asumí la presidencia del gremio, para el periodo 2018-2021. Hemos renovado el convenio con el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de Recursos Humanos (Ifarhu) para la consecución de más becas para la formación de nuevas profesionales, becas para maestrías y doctorados. Además, convenios internacionales con el Consejo General de España para compromisos académicos que benefician a las socias.

En el país existe la discriminación; a las mujeres todo nos cuesta más y se nos exige mucho más, pero una vez empoderadas y seguras de hasta dónde quieres llegar, el límite es el horizonte.

De cierta manera algunas personas pueden tener características propias para el liderazgo, otras tenerlas y no reconocerlas hasta que las circunstancias las hace visibles. En ambos casos, la persona debe decidir si asume la responsabilidad que ello conlleva.

La pandemia nos cambió la vida a todos en el mundo. El gremio se preparaba desde septiembre de 2019 para los eventos conmemorativos de 2020, año declarado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el año de las enfermeras y de las parteras; además de la conmemoración de los 200 años del nacimiento de Florence Nithingale, considerada como la precursora de la enfermería moderna. La programación arrancó en enero de 2020, con el lanzamiento en nuestro país de la campaña mundial 'Nursing Now' (para concienciar sobre el estado de la enfermería en la región de las Américas y en todo el mundo), donde se tenían programadas actividades masivas, eventos académicos, comunitarios; también eventos internacionales. Sin embargo, todo quedó pausado a causa de la pandemia, la cual provocó que se tomaran medidas de seguridad como restricciones de movilidad y reunión en físico. Pese a ello, buscamos la forma de conectarnos con las asociadas, de compartir y discutir los temas pero a través de conversatorios virtuales, nacionales y capitulares por provincias, para escuchar las inquietudes de las enfermeras en todo el país, además de las otras herramientas para la comunicación. Aprendimos a tener de aliada a la tecnología.

Es una gran responsabilidad y compromiso. Le pido a Dios todos los días que no me suelte de su mano, que me guíe y también a mi junta directiva. Ha sido difícil, pero poco a poco el gremio se fortalece con la participación de los colegas, de todas las generaciones. Con sus altas y bajas, siempre somos una enfermería unida.

Claro que sí, invertir en enfermería es invertir en la salud de nuestro pueblo. Los enfermeros estamos en todas las etapas del ser humano, desde que está en el vientre de la madre, nace, se desarrolla, a lo largo de la vida hasta que fallece. Se necesita invertir más en enfermería para fortalecer la red primaria, los centros de salud, policlínicas, policentros y otros, con el objetivo de organizar a las comunidades para su autocuidado, para que las personas se mantengan sanas y prevengan enfermedades, para que en esa generación de salud, se tenga agua potable, viviendas dignas, seguridad alimentaria, trabajo, etc. La salud se genera en las comunidades, los hospitales solo reparan.

Primero que se le resguarde, dándole equipos de protección personal completos, de calidad, en cantidad suficiente; garantizar todos los insumos y equipos necesarios para la prestación del servicio; proveerles de instalaciones de salud seguras y habilitadas con todas las medidas de bioseguridad, con espacios seguros para recibir sus alimentos; regulación de turnos que garanticen los días libres para el adecuado descanso del personal; contratación de más enfermeras y de personal de los servicios de apoyo con contratos permanentes; el pago de las quincenas atrasadas del personal nuevo contratado; transporte garantizado, principalmente en los turnos de la tarde, noche, y fines de semana, para mayor seguridad.

Primero se tiene que contratar a todos los profesionales de la salud nacionales que estén desempleados y, si aún hace falta, seguir las normas que tiene el país para estos casos.

Estamos las 24 horas, los 7 días de la semana, los 365 días del año.

Varias cosas. El miedo a contagiarse y contagiar a las familias. Muchos han dejado a familiares al cuidado de otros, principalmente los que tienen niños pequeños; es difícil estar lejos de ellos. Para el personal que está en intensivos y salas de covid-19, también es difícil ver morir a tantas personas solas y desesperadas.

Por parte de las autoridades pienso que no, porque tenemos que llegar a hacer manifestaciones públicas para exigir nuestros derechos a tener equipos seguros y las demás situaciones antes mencionadas. Mientras que por parte de la población sí, y sus manifestaciones de apoyo son importantes.

Algunas instituciones brindan apoyo telefónico al personal. En el caso de la Anep, se inició el programa 'Hermano y hermana enfermera' con el objetivo de brindar apoyo espiritual, acompañamiento por voluntarias, que incluye a especialistas en salud mental para detectar y referir a colegas que necesiten la atención.

Garantizar un presupuesto suficiente que contemple las compras a tiempo de los equipos de protección con proveedores que cumplan con la calidad requerida. Reducir trámites burocráticos para que los profesionales tengan sus pagos de quincena a tiempo y de la misma forma agilizar las contrataciones debidas; así como también realizar las pruebas necesarias a todos los funcionarios de forma periódica para detectar a tiempo los positivos asintomáticos.

No podemos esperar a que termine la pandemia, porque esa fecha es incierta; considero que las instituciones formadoras, públicas y privadas, deben considerar esto ya, hoy. Hacer las adecuaciones necesarias porque este virus llegó para quedarse y los futuros profesionales tendrán que aprender a vivir con ello.

Nos preocupa que un tema tan primordial sea manejado, por lo que vemos y escuchamos en las noticias, con intereses tal vez políticos y económicos por las grandes potencias mundiales. Considero que se necesita más información de lo que se está haciendo en Panamá. Tras seis meses de la pandemia, urge hacer un alto para evaluar, como país, cuál es el plan y la hoja de ruta a seguir para hacer las adecuaciones que sean necesarias, pero en este proceso es importante ser realmente incluyentes, y la Anep desea ser parte de ese desarrollo.