Fátima Agy Coelho: 'El empoderamiento femenino es darnos la oportunidad de ser lo que queramos'

Actualizado
  • 31/01/2023 00:00
Creado
  • 31/01/2023 00:00
La ejecutiva, que fue parte del equipo desarrollador de la campaña contra el acoso callejero, comparte sobre su formación, retos y la importancia del empoderamiento femenino
Fátima Agy Coelho considera que para ser líderes, las mujeres deben tener empatía y ser ellas mismas

Fátima Agy Coelho es una joven agradecida con la vida y las oportunidades que se le han presentado. Curiosa, dedicada, apasionada, y con un carisma único. Desde muy joven presentó un interés en las artes escénicas, aunque las vueltas de la vida tenían otros planes para ella.

Una mujer orgullosa de sus orígenes, Fátima nació y creció en Venezuela y por sus venas corre sangre 100% portuguesa. Desde pequeña era una chica disciplinada que sabía lo que quería y no paraba hasta conseguirlo. Con una extensa hoja de vida, se ha dedicado a las comunicaciones corporativas, construcción de la reputación corporativa, endomarketing y cultura organizacional; sustentabilidad y relacionamiento con los públicos clave. De manera especial, la ejecutiva fue parte del equipo desarrollador y ejecutor de la campaña contra el acoso callejero, desarrollada de manera conjunta entre el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), LÓréal y el Ministerio de Cultura (Micultura).

Posee experiencia en empresas multinacionales de consumo masivo, B2B, y en los sector financiero, IT y acádémico. Actualmente forma parte del equipo de la empresa y cosméticos de belleza, LÓréal, como Gerente de Asuntos Corporativos en Centroamérica y la Región Andina.

Coelho se considera una fiel creyente del empoderamiento femenino.

En una conversación con La Estrella de Panamá, Fátima comparte sobre su vida, retos, y su enorme creencia en el empoderamiento femenino.

¿Quién es Fátima Coelho?, ¿cómo se define?

¡Ay Dios mío que pregunta más difícil! Fátima Agy Coelho es un alma muy inquieta. Me gusta hacer muchas cosas y soy muy curiosa. Creo que al final, todos somos eso: almas con diferentes roles. Soy hija, profesional de la comunicación, soy esposa, hermana, amiga, y también soy parte de una comunidad con intereses parecidos a los míos, aunque también me gusta juntarme con personas que posean pasiones distintas de manera que me puedo nutrir de eso.

Cuénteme un poco sobre su preparación como profesional.

Desde chiquita soñaba con ser actriz. En el colegio solía participar en las obras de teatro que se montaban y mis profesores siempre me llamaban porque sabían que me aprendía los guiones rápido y siempre amé el escenario. De igual manera, siempre fui una persona aplicada y me encantaba aprender. En el momento en que tuve que decidir qué estudiar a nivel universitario, pensé en dedicarme a las artes escénicas de manera profesional pero cuando realicé un test vocacional, mis resultados arrojaban más tendencia a la carrera de Comunicación Social. Pensé que era algo bueno ya que esta profesión te permite hablar todo el tiempo y estar conectada con una audiencia y quise ver a dónde eso me llevaba. En mi universidad estudiabas Comunicación Social de manera integral, lo cual era una ventaja porque te permitía desempeñarte en cualquier área. Al terminar la carrera, culminé un postgrado en Comunicaciones Corporativas, y desde ahí, mi carrera siempre ha ido ligada a la comunicación para una marca o empresa. Luego hice un máster en Psicología y recientemente terminé una maestría en Coaching Corporativo.

¿Qué retos le ha tocado superar en su carrera?

Cuando estaba iniciando mi carrera profesional, mi país, Venezuela, estaba atravesando una situación tanto política como social muy difícil. Esto hacía muy complicada la estabilidad de las empresas. Durante esos años, encontraba un empleo que me gustaba en una empresa, pero al poco tiempo, y debido al panorama que se enfrentaba, ésta cerraba operaciones en el país o los salarios no eran los mejores debido a la inflación, lo que me obligaba a empezar desde cero y a buscar otras oportunidades. Fue un reto difícil porque al encontrar algún trabajo que me gustaba, siempre me veía obligada a dejarlo. En 2017, hice una pausa en el empleo que tenía y decidí mudarme a Panamá. Me siento como una persona afortunada y llena de agradecimiento ya que este país me ha dado oportunidades profesionales espectaculares. Actualmente me dedico a las relaciones públicas y he conectado con gente muy buena, teniendo apertura en medios de comunicación para las diferentes marcas con las que he trabajado. Mi reto en todo esto, fue entender que el plan no siempre depende de ti ya que hay circunstancias externas que pueden cambiarte la dirección, pero ahí también está la belleza de crecer a partir de lo que la realidad te está presentando.

¿Qué es para usted el empoderamiento femenino?

Para mí, el empoderamiento femenino es darnos la oportunidad a nosotras como mujeres de ser lo que queramos ser, cuantas cosas queramos ser, en el momento en que lo queremos ser. Gracias a Dios este mundo está en constante cambio y nos ha permitido tener muchas más oportunidades de las que teníamos antes, aunque todavía hay muchas que se sienten incapaces o limitadas. Creo que el verdadero empoderamiento femenino es cuando te levantas y tienes el poder de decir: “Hoy quiero ser una deportista entregada, o una ejecutiva, o una mamá dedicada”, y lo logras sin etiquetas o prejuicios. Es poner de un lado los estereotipos que la sociedad a puesto, tener metas y poder lograrlas sin importar qué se imponga en el camino.

¿Qué considera que deben tener las mujeres para ser lideres?

Mucha empatía y el permiso de ser ellas mismas. Cuando estuve haciendo la maestría en psicología, mi intención de tesis era ver como las mujeres para lograr altos cargos, deben masculinizar muchas de sus actitudes: presentarse más rudas, vestirse de cierta manera, etc. Es preocupante el hecho de que debamos sacrificar nuestro lado femenino y presentarnos de una manera masculina para poder ascender a ciertos roles. Con el tiempo me di cuenta que para una mujer ser líder, se tiene que dar el permiso de ser ella misma, y tener mucha apertura para aprender. A través del conocimiento, la consciencia y la humildad, ir consiguiendo su mejor versión y juntar esto con la empatía, para poder conectar emocionalmente con las personas que lidera. Se trata de dejar el miedo a un lado y tener el coraje suficiente para ser lo que nuestra alma y nuestras pasiones nos piden ser y presentarnos así ante el mundo.

¿Qué cree que hace falta para alcanzar la equidad de género?

Cuando hablamos de equidad de género, no es solo referirnos al campo laboral, sino todo lo que nos rodea: familia, amigos, sueños, oportunidades, y más. Se trata de lograr que las mujeres en la sociedad, tengan el lugar que se merecen. Que todos los sectores como entidades públicas, privadas, gobierno, sociedad, y cultura, creen los mecanismos para que las mujeres sean quienes deben ser o quienes quieren ser.

Hace poco se lanzó la campaña contra el acoso callejero. ¿Qué me puede comentar sobre el tema?

Hace un tiempo se realizó un estudio sobre cuál era el tipo de violencia más frecuente contra las mujeres que aporta al atraso del empoderamiento femenino. Los resultados mostraban que el acoso callejero era el más común y normalizado de todos. Actualmente se está trabajando con el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), que lucha y vela por la protección y el cuidado de la mujer. La idea de esta campaña es concientizar a las personas de que el acoso callejero es algo real y grave y que no debe ser normalizado. También se trata de buscar una solución y ayudar a las personas a que busquen ayuda. Actualmente las personas pueden ingresar a la página web de Stand Up (https://www.standup-international.com/es/es/) con el fin de informarse sobre el acoso callejero, saber qué hacer si son víctimas, o incluso cuando son testigos.

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