Batalla en Bonn sobre las emisiones de gases con efecto invernadero

Actualizado
  • 06/06/2015 02:00
Creado
  • 06/06/2015 02:00
Un objetivo común de reducción de gases con efecto invernadero a largo plazo ‘sería más claro, más concreto que los 2ºC'

Los negociadores del clima reunidos en Bonn, Alemania, hasta el próximo jueves tratan de ponerse de acuerdo sobre el ritmo de reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero para evitar que el aumento de las temperaturas supere los 2ºC, aunque el consenso parece difícil.

Un objetivo común de reducción de gases con efecto invernadero a largo plazo ‘sería más claro, más concreto que los 2ºC', considera Laurence Tubiana, responsable de la delegación francesa, pero el tema es ‘un punto duro' en las discusiones, que deberían llegar a un acuerdo universal a finales de 2015 en París.

En este punto, se han presentado numerosas opiniones, más o menos exigentes, aunque ninguna lleva al consenso: llegar a un máximo de las emisiones lo más pronto posible, una bajada del 50% e incluso del 70-95% en 2050 en relación a 2010, cero o casi cero emisiones en 2100.

Otras fórmulas son más difusas: ‘Una descarbonización de la economía', una economía neutra en carbono o incluso ‘cero neto de emisiones', un concepto que deja la puerta abierta a las emisiones si éstas son captadas por pozos naturales (bosques, cultivos) o gracias a las tecnologías (captación y almacenaje de carbono).

Que se decrete un máximo de las emisiones ‘lo más pronto posible', es el objetivo defendido por los Estados insulares, los más expuestos al cambio climático a causa del aumento del nivel del mar. Estos Estados defienden también un aumento global de las temperaturas limitado al 1,5ºC.

‘Los expertos dicen que con 1.5ºC, las islas ya están en peligro', recuerda Amjad Abdulla, de las Maldivas, negociador para los Estados insulares.

La diferencia de esfuerzos que se deben tomar entre un objetivo de 1,5ºC y de 2ºC no es baladí: el Grupo Intergubernamental de Expertos del Clima (GIEC) considera que para un límite de 2ºC hay que reducir las emisiones entre un 40 y un 70% de aquí a 2050, y entre un 80 y un 90% en el mismo tiempo para que la temperatura sólo aumente 1,5ºC.

En el otro extremo, los Estados petroleros como Arabia Saudí o los grandes productores de carbono como Australia no quieren ni oír hablar de una ‘descarbonización de la economía', contando con la posibilidad de captar y almacenar las emisiones industriales de CO2 para seguir explotando las energías fósiles.

Por su parte, la Unión Europea ha propuesto que las emisiones sean un 60% menores en 2050 en relación a 2010. ‘El problema con una cifra precisa es que se abre el debate sobre quién hace qué para llegar' entre los países desarrollados y emergentes, advierte un negociador europeo.

Teresa Anderson, miembro de la organización, alertó de que esta opción da un papel desproporcionado a los sectores agrícola y forestal, lo que ‘implicaría una utilización gigantesca de las superficies agrícolas, en detrimento de la seguridad alimentaria mundial'.

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